CON APOYO DE LA UNLP, LA CIC Y EL CONICET
La Academia Nacional del Tango distinguió a Juan Pablo Fredes por su trabajo de investigación para construir ese instrumento en el país
Juan Pablo Fredes, premiado por la Academia Nacional del Tango
Fue Horacio Ferrer, fundador y primer presidente de la Academia Nacional del Tango el que presidió el acto en que se entregó el último martes el premio Gobbi de oro al platense Juan Pablo Fredes. La institución distinguía de esta forma el trabajo sostenido durante más de seis años por el contador y bandoneonista de La Plata para construir bandoneones. El resultado más visible de ese esfuerzo fue la construcción por parte de Fredes, a la cabeza de un equipo de 14 personas -entre los que se contaron su hijo Germán y expertos de la UNLP, la CIC y el CONICET-, de un bandoneón para chicos del que se entregaron seis ejemplares. Pero eso no fue todo y en el taller de Fredes actualmente se trabaja en un bandoneón para adultos y hasta se construyeron tres concertinas (un instrumento que es antecesor del bandoneón). Una de ellas fue entregada para su conservación a un museo de Alemania.
El bandoneón, instrumento insignia de la música ciudadana, es un artículo caro y cada vez más difícil de conseguir, dado que, salvo raras excepciones, no se fabrica desde la década del `30 y muchos de los que quedaban en el país fueron llevados al exterior por turistas. En ese contexto, Fredes -que en La Plata dirigió durante años la orquesta escuela Che Bandoneón- se propuso elaborar un bandoneón de estudio para acercarlo a los más chicos e impedir que desaparezca.
El argumento del platense era sencillo: ningún padre iba a arriesgar entre 4.000 y 6.000 pesos para que un chico de hasta 12 años (la edad ideal para empezar a estudiar el instrumento) probara si le gustaba realmente tocar el bandoneón y si tenía condiciones para ejecutar un instrumento que, además, es difícil de tocar. "Lo más habitual era que, ante esta disyuntiva, le compraran una guitarra", dice Fredes, que se lanzó a la aventura de hacer el primer prototipo de bandoneón de estudio para niños.
La tarea implicó una profunda investigación en la que se involucraron profesionales de la UNLP, la CIC y el CONICET para conocer a fondo el mecanismo de funcionamiento y los materiales necesarios para hacer un bandoneón y luego adaptarlo a las necesidades de los chicos.
Ese pequeño gran aporte tuvo la repercusión suficiente como para convertir a Fredes en un referente en materia de construcción de bandoneones. Así, desde Alemania le encargaron que construyera una concertina, instrumento anterior al bandoneón. Y construyó tres, una de las cuales se conserva en un museo alemán.
El martes, la Academia Nacional del Tango consideró la trayectoria de Fredes digna de ser destacada a través del Gobbi de Oro. Y lo hizo en un acto al que concurrieron muchas de las figuras actuales de la canción ciudadana y donde, según reconoce Fredes, no faltó la emoción.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20111230/premian-platense-hace-bandoneones-informaciongeneral9.htm
No hay comentarios.:
Publicar un comentario