Balance positivo en las propuestas para chicos
Pescetti, Presa, Villafañe y Katz, algunos de los nombres
Por Juan Garff | LA NACION
El círculo perfecto, dirigida por Héctor Presa, y el nuevo show de Luis Pescetti, entre lo mejor.
Bajó el telón sobre una temporada que ofreció alternativas atractivas a la platea infantil, aunque no siempre tuvieran la visibilidad que merecían. Casi sobre el final del año, casi a escondidas y con un espectáculo de formato pequeño, (uni)personal, reapareció en los escenarios porteños uno de los artistas más completos de la escena de los chicos. El titiritero, actor y músico Pablo Nojes, quien coprotagonizara con Sandra Guida Sietevidas, la gatópera , volvió al país con Qué pasa en la plaza , después de varios años en España. En el otro extremo, el del éxito masivo (y plenamente justificado) en la calle Corrientes se ubicó otro artista multifacético: músico, escritor y ante todo showman, Luis Pescetti convocó multitudes con Tengo un mal comportamiento .
Héctor Presa, en tanto, ha mantenido una sostenida y prolífica presencia en la escena porteña a lo largo de los últimas décadas al frente del grupo La Galera Encantada. Esta temporada marcó nuevamente algunos hitos. Con El círculo perfecto , una lograda recreación clownesca de El círculo de tiza caucasiano , de Bertolt Brecht, extendió hacia un nuevo público el planteo del dramaturgo alemán sobre la justicia de corazón y razón por sobre las verdades establecidas. A comienzos de la temporada dirigió Robin Hood , una de aventuras, con Osqui Guzmán, Omar Calicchio y María Rojí, en una apuesta de gran producción que lamentablemente no encontró la repercusión necesaria.
Sí la tuvo la cantante Adriana Szusterman con su show Fiesta de disfraces . Sin mucho más que la fuerte simpatía que genera en los más chicos, llenó sala desde el estreno hasta el día en que bajó de cartel. No ocurrió lo mismo con buena parte de las producciones más comerciales que buscan hacer su agosto en vacaciones de invierno, como El arco iris de Rocío , protagonizada por Rocío Guirao Díaz. Tampoco fue feliz, desde lo artístico, la puesta en escena de Borges para niños, el libro de los seres imaginarios , una coproducción en el Presidente Alvear, con Marisol Otero. En las antípodas se ubicó otra coproducción del complejo teatral oficial, Doña Disparate y Bambuco , coprotagonizada por Fabián Gianola y Julia Calvo (ver recuadro), acreedora del Premio Hugo a la mejor comedia musical infantil. Compartió esta distinción con Marisa y Simón , dirigida por Silvina Grinberg en el Cervantes, una lograda comedia de aires innovadores.
Entre los titiriteros se destacaron la puesta casi operística de El caballero de la mano de fuego , de Javier Villafañe, por el Grupo de Titiriteros del San Martín, con dirección de Daniel Spinelli, y la divertida narrativa en varios planos escénicos de Un ovillo con pelusa , por la Compañía El Nudo. Cruzando públicos de todas las edades, siguió su trayectoria impecable Marcelo Katz con sus clowns en Hazañas . Y María Inés Falconi cruzó una vez más los límites de lo convencional en el teatro de los chicos con Tengo un dinosaurio en el ropero , dirigida por Carlos de Urquiza, permitiendo que sus personajes se porten realmente mal.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1434869-balance-positivo-en-las-propuestas-para-chicos
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