Teatro y danza / Un año de reclamos y logros
El complejo entrelazado entre la actividad teatral y los organismos estatales
Por Alejandro Cruz | LA NACION
Abril. Inauguración del Bafici en el Teatro 25 de Mayo. Artistas, invitados especiales, periodismo y funcionarios están reunidos como indica el protocolo. Habla Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la ciudad. Dice las cosas que se dicen en esas situaciones. Todo va bien hasta que el actor Luis Ziembrowski, junto a representantes de Actores, lo interrumpe. Micrófono en mano, cuenta que la mayoría de los elencos que están abriendo la temporada del Complejo Teatral todavía no han cobrado sus salarios. Como ya se hizo costumbre, el kafkiano sistema burocrático administrativo parece ser el culpable. Así comenzó el año en esa siempre conflictiva relación entre los protagonistas de la actividad escénica porteña y los responsables de los organismos oficiales.
En junio, Lombardi anunció un acuerdo con Actores que evitaría esa situación. "Un acuerdo maduro entre partes maduras", dijo en aquella oportunidad. Simultáneamente, el pedido de un mayor presupuesto para el área de teatro y la danza siguió en pie con la particularidad de la agenda electoral que definió los tiempos de esos reclamos (no así de su legitimidad).
Otra huelga en el Complejo Teatral (caso Hamlet) puso en reflexión al sistema de coproducción entre dicha institución y el sector privado. Durante el año que está por concluir, la actual gestión de Alberto Ligaluppi como director general del organismo dio algunas señales de un necesario cambio en la institución teatral más importante del país. Algunos de los proyectos pasaron inadvertidos (como el ciclo Rituales de Pasajes); otros, como el ciclo de pasantías con directores de todo el país, comenzó a tomar forma con resultados que se podrán observar a mediano o largo plazo. En términos presupuestarios, para 2012 el Complejo tendrá un incremento en sus cuentas de casi 5 millones de pesos.
Mientras tanto, después de años de injustificada demora se concluyó el trabajo en la fachada del Teatro San Martín. Claro que, puertas adentro, el edificio reclama una urgente inversión. El Ejecutivo elaboró un plan integral para encarar esa obra; el punto crítico es el mecanismo de financiación (ventas de inmuebles de la ciudad en desuso) que no convence a los sectores de la oposición.
Durante estos meses, Artei, la asociación que agrupa a los salas independientes porteñas, tensó varias veces la cuerda con el gobierno porteño. Claro que cierra el año con festejo porque impulsó un sustantivo aumento de Proteatro, el organismo destinado al fomento y la protección de la actividad teatral no oficial de la ciudad. Inicialmente, Lombardi se había comprometido a aumentar el presupuesto de Proteatro en 1.500.000 pesos. Sin embargo, Artei pedía otros 5.000.000. El reclamo lo hicieron llegar a la Legislatura y al Ejecutivo porteño. Cuando el presupuesto de 2012 llegó a Diputados, la legisladora de la Coalición Cívica Rocío Sánchez Andía se hizo eco de la postura de los dueños de las salas. Finalmente, los diputados, según un comunicado emitido por Artei, acordaron llevar el presupuesto de dicha entidad a 10.500.000 pesos. Lo cual, implica un aumento de casi el 140 por ciento.
Parece ser que Prodanza no seguirá esa tendencia. Este año, contó con 1.100.000 pesos y, para el próximo, se especula con que tendrá un mínimo incremento (no hay cifras oficiales porque la Legislatura no terminó de hacer las modificaciones al presupuesto presentado por el Ejecutivo). Durante estos años las actuales autoridades de dicho organismo (Silvia Pritz y Valeria Kovadloff) ampliaron el marco de acción de Prodanza. Por ejemplo, incluyeron al programa Escuela de Espectadores que, durante estos últimos 12 meses, realizó 78 funciones de 6 espectáculos coreográficos que fueron vistos por 4000 alumnos de colegios públicos. Para el 90 por ciento de esos chicos, era la primera vez que veían una propuesta de ese tipo. Claro que para sostener estas estrategias, como otras, Prodanza necesita más inversión pública.
Bajo otro color político
Mientras tanto, en el Instituto Nacional del Teatro, que depende del gobierno central, se vienen momentos de cambios. Todo indicaría que la gestión de Raúl Brambilla como director ejecutivo llega a su fin (fue llamado insistentemente, pero no respondió). El Poder Ejecutivo Nacional es el encargado de designar a su reemplazante y ya suenan algunos nombres. En medio de esa tensa calma, el dato más claro para el año próximo es que el INT pasará de manejar 50.210.000 pesos a 65.117.200. En otro orden ya se presentó el preproyecto para la ley nacional de danza.
Aunque el Teatro Nacional Cervantes haya tenido un sólido incremento en espectadores y funciones (42 por ciento y 14,5 por ciento, respectivamente), el presupuesto para el año próximo parece no acompañarlo. De 36.243.000 pesos pasará a 37.502.000. Lo cual, sea medido por el Indec y por las llamadas consultoras privadas, no llega a cubrir la inflación. Mientras tanto, los andamios sobre la fachada continuarán allí. Eso sí: Rubens Correa fue ratificado en su cargo como director general de la sala.
En medio de todo este entrelazado de demandas, festejos, negociaciones, acuerdos y reclamos este año se produjo un significativo hecho político/artístico protagonizado por actores, dramaturgos, bailarines, directores, artistas visuales, músicos y coreógrafos dueños de las salitas más pequeñas de Buenos Aires que se agruparon en Espacios Escénicos Autónomos. Significativo porque, por un lado, lograron un acuerdo con el gobierno porteño que les permitió contar con un mínimo marco legal para el funcionamiento de sus salas y, de ese modo, salir de una obligada clandestinidad. Desde otra perspectiva, autogestionaron un festival, el Escena 2011, que entrelazó una serie de propuestas artísticas de una enorme contemporaneidad y bajo un esquema organizativo superador de otras instancias de festivales.
De este modo, en medio de avances, cuentas pendientes, reclamos históricos y retrocesos se cierra el año.
Aumento presupuestario 2012
Complejo Teatral de Buenos Aires
5,1%
Proteatro
139%
Teatro Nacional Cervantes
3,5%
Instituto Nacional del Teatro
29,7% .
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1435221-lo-escenico-lo-politico
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