En una de esas vueltas de la vida, el director y dramaturgo, Daniel Veronese vuelve al Complejo San Martín donde comenzó su formación
Entrevista con Daniel Veronese
29.01.2011 | De la obra Los Reyes de la Risa a las reversiones más crudas de Ibsen y Chéjov
En una de esas vueltas de la vida, el director y dramaturgo, Daniel Veronese vuelve al Complejo San Martín donde comenzó su formación como titiritero y se aferró a la vocación que lo rescató de la carpintería que había heredado. Esa misma convicción lo llevó, tiempo después, a separarse del grupo oficial de titiriteros del Teatro General San Martín para formar el Periférico de Objetos en 1989. En ese nuevo espacio siguió explorando cómo dotar de protagonismo a los objetos pero destinando su trabajo en una disciplina casi reducida al público infantil a los adultos. El Periférico quería descentralizar la mirada de los objetos en sí para llevarla al modo en que se les otorgaba vida y protagonismo. Y en este encontrarle la vuelta, Veronese aún sin saberlo comenzó a transitar su marca personal en el teatro.
El Ciclo en su primera etapa presentó Mujeres soñaron caballos y Espía a una mujer que se mata basadas en textos de Anton Chéjov a sala llena y contempla para la primera quincena de febrero la reposición de El desarrollo de la civilización venidera y Todos los grandes gobiernos han evitado el teatro íntimo inspiradas en Casa de Muñecas y Hedda Gabler, ambas de Henrik Ibsen. Las cuatro piezas conforman el mejor exponente de la actual búsqueda del director que se mete con una de las claves del teatro: la verdad en la escena. Cuenta Veronese que a pesar del peso de los textos que eligió trabajar "siempre trato de que en mis obras no sean una molestia para el actor. Es tan difícil actuar de por sí, ser creíble, generar verdad, que si vamos a hacerlo con algo que no creemos o nos genera un exceso de peso es casi imposible. Cambio los textos si es preciso para lograr esa verdad porque además no creo que haya un solo tipo de verdad. Hay mucho escrito sobre teatro y sobre estos autores pero a la hora de encararlos sólo tomo una idea que le inculco a todos los que trabajan conmigo: "queremos tanto a Chéjov que no vamos a hacer Chéjov. Vamos a hacer teatro con Chéjov." Cuando tomás cualquier autor clásico todo se cubre de una patina. Todo el mundo inspira, se llena el pecho de aire pero luego es un teatro muerto. Yo lo que quiero es dar vida. Si respetar la última palabra de Chéjov es a costas de hacer un teatro que no está vivo, me opongo. Yo quiero hacer un teatro con vida."
Por la composición del ciclo se podría pensar que el director está abocado a la relectura de los clásicos pero sería una mirada reduccionista de su búsqueda que lo lleva a explorar también el texto de Neil Simon Los Reyes de la Risa actualmente en cartel en el Teatro Mar del Plata en la ciudad balnearia. Veronese entiende que el público veraniego difiere del más “teatrero” del San Martín pero "eso no me modifica a la hora de hacer las cosas. Yo hago teatro y no puedo hacerlo de modos diferentes según para dónde sea. Porque además espero que mi teatro proyecte algo de lo que hacemos más allá del lugar en que este. Sé que el público del San Martín es distinto porque está acostumbrado a ver teatro pero en el independiente a veces vienen recomendados por la amiga o la vecina y se desilusionan porque esperan otra cosa."
El texto para Veronese es lo de menos, su exploración se encuentra centrada en la verdad y el ciclo que lleva su nombre "representa el teatro al que estoy abocado. Son investigaciones grupales tendientes a desarrollar una poética y la resultante es que suceda esto logrando verdad en la actuación. Para alcanzar la verdad en la teatralidad pongo ante todo el trabajo del actor delante y dejo de lado otras cuestiones que quizás antes me interesaban. Es un trabajo casi épico que intento hacer en pos de lograr rescatar la credibilidad del actor. Es por esto que me interesa tanto el actor altamente productivo como que se genere un buen vínculo entre las personas que van a participar de la obra. Privilegio gente que pueda trabajar en grupo, que se ponga adelante del proyecto. Y a veces los que uno conoce como actores sorprendentes o brillantes termina por opacar al resto o no pueden trabajar con sus compañeros. A eso los dejo de lado. Mi primer casting tiene que ver con cómo son como personas y por supuesto que sean interesantes como actores. Por esto se fueron repitiendo a través de los proyectos y ahora es que nos conformamos como grupo."
Los giros en su carrera y los resultados de sus pruebas, pusieron a Veronese en el centro de la escena. Aunque aún resiste en parte su perfil periférico "en la necesidad buscar lo distinto. Ahora estoy explorando en el actor y quizás eso sea vanguardia. Empecé haciendo teatro considerando la forma por sobre el contenido y conservo ese modo de transitar la búsqueda pero sobre otros elementos. Ser periférico significa tener una mirada distinta a lo que el público espera y eso no lo perdí. Siempre trato de generar algo que inquiete y eso va a guiar mi teatro." Y todo el lenguaje escénico al que empuja a lugares novedosos aún en el seno del teatro institucional.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-124288-medios-122-Estoy-buscando-la-verdad-en-la-actuacion-y-quizas-eso-sea-vanguardia.html
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