Se vienen Peter Brook y Tomaz Pandur
El creador de este festival artístico le devolvería el color de sus primeros años; podría incluir al Colón y al Argentino de La Plata e incluso a un asentamiento urbano
Domingo 3 de octubre de 2010 | Publicado en edición impresa LA NACION
Darío Lopérfido ya tiene avanzadas las gestiones para traer a figuras de peso a la edición del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA), que tendrá lugar en septiembre del año próximo. Por ejemplo, está a punto de cerrar la negociación para traer al último trabajo de Peter Brook, una adaptación de La flauta mágica , ópera de Mozart que se estrenará el mes próximo en París. Y Calígula , el elogiado montaje del esloveno Tomaz Pandur. O un Macbeth a cargo de la española Helena Pimenta. Y como para sentar las bases del próximo encuentro escénico, se sumaría la cantaora flamenca Estrella Morente. En este plan, está a la búsqueda de salas de grandes dimensiones y fomentar el aporte de empresas privadas. Su modelo es, y esto es algo que repetirá varias veces, aquel mismo festival que él creó y dirigió en 1997.
Cuando hace un mes Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la ciudad, lo presentó como nuevo director artístico del FIBA -cerrando así el corto ciclo de Alberto Ligaluppi (ahora, director artístico del Complejo Teatral de Buenos Aires) y Rubén Szuchmacher (renunció sin dar muchas explicaciones a mediados de agosto)- hizo eje en un concepto: "la idea de la continuidad y cambio en medio de una transición ordenada". La misma idea que defendió Lopérfido. Claro que, a medida que avanza la charla con una de las figuras emblemáticas del delarruismo, todo indica que de continuidad en el modelo artístico hay poco.
En lo que hace a la programación nacional, también hay diferencias. "La idea que hablé con Raúl Brambilla, director del Instituto Nacional del Teatro, es destinar una parte de nuestros presupuestos para estrenar obras", apunta. Las bases del concurso se darían a conocer en diciembre y, entre abril y mayo un comité curatorial de ambos organismo debería elegir entre 10 y 12 obras.
-¿Sólo teatro o se incluirá a la danza contemporánea?
-Voy a recrear la idea del festival como fue concebido. En su momento, definimos hacer un festival en el cual el teatro sea lo dominante, pero que dejaba lugar a algunas expresiones de la danza y de la música. El FIBA nació como un festival de teatro y las áreas de cruces tenían una intencionalidad teatral. Por eso una actriz como Hanna Schygulla vino a cantar o se presentó la cantante Maria João, que tiene una teatralidad muy importante. Lo mismo pasaba con la danza.
-¿Hablaste con Graciela Casabé (directora de 5 ediciones del FIBA) o con Ligaluppi y Szuchmacher (últimos directores artísticos) para analizar las experiencias anteriores?
-Con Alberto Ligaluppi sí y tengo pendiente hacerlo con Graciela. Yo hablo con todo el mundo y cuando digo que voy a reiterar el esquema del primer festival no es para plantear una pelea con nadie. Pienso en función de futuro. Y si tengo una tendencia a pensar en espectáculos internacionales de gran escala es porque, generalmente, no se ve aquí.
- En función de eso es que estás pensando abrir el juego a otras salas de grandes dimensiones.
-Sí, con algunos empresarios privados ya hablé. De hecho, en las dos primeras ediciones del festival usamos teatros comerciales.
-¿Hablaste ya con la dirección del Teatro Colón?
-Sí. Pedro Pablo García Caffi se mostró entusiasmado con la idea de sumar al Colón y también me comuniqué con Leandro Iglesias, director del Argentino de La Plata, como para que allí se haga un minifestival.
-¿Y con Rubens Correa, director del Cervantes?
-Todavía no, pero lo voy a hacer. Creo que el festival no tiene que tener una cosa mezquina ni de lucha de juridicciones.
-En ese tren expansivo, hablaste de que el festival se expanda a barrios marginales de la ciudad. ¿Cómo avanza esa gestión?
-Me parece interesante la perspectiva de juntar algunas actividades del FIBA con lo que genera gente que está viviendo en zonas conflictivas. Las experiencias en el mundo, como pasó en Medellín, demuestran que el acercamiento de la cultura es un estímulo para los habitantes de esos lugares.
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Después de un largo silencio y años de estar viviendo en Madrid y Nueva York, unas de las caras más visibles de la gestión de Fernando de la Rúa volvió a la gestión pública de la mano del macrimo.
-¿Como vivís la repercusión de tu llegada al FIBA?
-Como se vio afuera se vivió adentro: fue algo muy tranquilo. Yo soy un pacificador, un tipo tranquilo. Me adapté a la estructura que había sin nombrar ni a un asistente.
-Decís ser un tipo tranquilo pero te recuerdo que, en épocas en las que eras secretario de Cultura de la Nación y Brambilla director del Teatro Cervantes, protagonizaron un duro enfrentamiento.
-La mejor expresión de ese ánimo pacificador es que seguimos la relación. No me quedo instalado en discusiones de gestión. Me parecería indigno de personas elevadas y yo trato ser una persona elevada.
-¿Qué te quedó de la gestión anterior del FIBA? Te pregunto esto porque, al haber asumido a un poco más de un año del próximo festival, habrá que entender que serás una especie de coautor.
-De la próxima edición del FIBA seré autor pleno. Hay un solo espectáculo que me dijo Ligaluppi que sería muy bueno que esté por ciertos compromisos adquiridos. El esquema del festival va a ser "mi" esquema tanto en la programación como en la inserción en la comunidad y en lo que hace al trabajo con organismos internacionales y festivales vecinos. En el festival anterior no hubo una cooperación internacional fuerte y, cuando hablo con los representantes de esos organismos, me dicen que no les fue posible. Hay un criterio dominante que instala discursos falsos que sostiene que estos organismos sólo ponen dinero para traer las compañías que ellos quieren. Eso no me pasó ni cuando empecé con el festival ni ahora con los franceses, con el Instituto Goethe [Alemania] o con Funarte [Brasil].
-A la luz de lo que estás diciendo, esa idea de continuidad entre la gestión anterior y la tuya no parece cierta.
-La continuidad está dada en que sigo con la estructura de Festivales, que me parece racional e inteligente. En términos de programación, de ubicación del FIBA con los otros festivales y con los organismos internacionales, hay cambios. Mi esquema es del primer festival. Yo soy eso.
"MI INTERES ESTA EN EL ARTE, NO EN LA POLITICA"-Cuando asumiste circuló que todo esto era como una prueba para chequear tu imagen y ver, si los tiempos políticos del macrismo lo permiten, más adelante apuntes a cargos de mayor peso.
-¿Y para qué haría eso?
-¿Querés que te enumere motivos?
-... no es mi deseo. Hernán Lombardi es mi amigo y Mauricio Macri es buenísima onda y yo valoro mucho que apoyen el festival.
-¿Te estás viendo con Fernando de la Rúa?
-Sí. Hablo por teléfono, nos vimos en el verano. Lo estimo mucho. Pero, volviendo a lo que me preguntabas, te diría que tengo otro tipo de vida y otro tipo de actividad por fuera del FIBA que quiero preservar. No me gusta más la gestión cultural, me aburre. Mi interés está en el arte y estoy muy lejos, intelectualmente, de la política argentina.
Alejandro CruzFuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1310710
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