Carlos Sánchez
21-10-2010 / El humorista presenta su unipersonal este domingo, a las 20, en el teatro La Nonna.
Carlos Sánchez vuelve este domingo a las 20 al teatro La Nonna (47 esquina 3) –una casa que conoce desde hace años– para presentar su unipersonal Yo Carlos Sánchez.
“La autenticidad es lo más importante que puede tener un artista”, resaltó Sánchez en una entrevista que mantuvo con Diagonales pocos días antes de su presentación en La Plata. “Yo hago lo mismo acá o en el exterior”, explicó.
El humorista, uno de los más reconocidos de la Argentina, es poseedor de un estilo de humor que llega por igual a todos los públicos y este domingo promete hacer morir de risa a todos los platenses. “Vengan todos, así mis hijos pueden comer un fin de semana más”, dice primero, para enseguida largar su particular e inconfundible carcajada.
–¿En qué consiste este espectáculo?
–Normalmente, lo que yo hago mucho es humor político, humor regional e internacional. Voy mezclando humor y música, pero fundamentalmente tocando temas que nos dan este país y el mundo para reírnos.
–¿Cuál es el tema o el personaje político fuerte para hacer humor hoy en día?
–En nuestra política tenemos un montón de personajes, hay a rabiar. Lo que pasa es que este gobierno, precisamente, no tiene mucho sentido del humor, hay que tener mucho cuidado.
–¿Alguna vez tuvo un problema por sus chistes políticos?
–No por los chistes políticos, pero tuve problemas porque sufrí un acto de inseguridad hace dos años: trataron de asaltarme en la puerta de mi casa, me martillaron tres veces con un revólver y terminé a las trompadas sacándoles el revólver, después tuve unas palabras contra la "sensación de inseguridad" y eso me costó algunos problemas…
–Usted hace sus espectáculos por todo el país. ¿Hace alguna modificación del repertorio de chistes dependiendo del lugar al que va?
–Son muchos años que llevo en esto y los que me conocen, saben que hago lo mismo aquí o en Santiago del Estero o en Salta. La autenticidad es lo más importante que puede tener un artista, sin tener que estar mezclando las cosas. Y no sólo acá, lo he hecho en el exterior también, como en el Festival del Humor de Colombia. A Uruguay voy mucho, antes iba muy seguido a la televisión chilena, y en el año 2004 estuve trabajando en Barcelona, en todo Cataluña y Andorra, e hice lo mismo que acá y cuando veía que no entendían un cuento, lo volvía a decir explicándolo… (risas). Fue muy divertido, una experiencia muy linda.
–¿Cuál es la diferencia, a la hora de armar un espectáculo, entre un unipersonal o una obra colectiva?
–Recién casualmente hablaba con Eduardo Rivero (representante) que no sólo donde hay mujeres hay despelote. Este verano hicimos una obra hermosa de Daniel Dátola, que se llama Dejame hablar amor, es un stand up de hombres cansados de callar con el que nos fue maravillosamente bien, hicimos una gira por el interior del país donde varias veces colgamos el cartel de "no hay más localidades", y se pudrió todo por los despelotes que hubo entre los integrantes de un cuarteto.
–Cuestiones de "vedetismo"…
–Es que algunos son más vedetes que las minas y si aplauden más a uno que a otro empieza el puterío. Y es muy triste porque casi todos los que lo vieron salieron maravillados y la gente se impactaba de vernos hacer cosas que no nos veían hacer normalmente. Lamentablemente, este verano esperábamos hacer la segunda parte y finalmente Javier Faroni dijo que no la iba a producir.
–¿Cuáles son las ventajas y las desventajas del unipersonal?
–La ventaja es que con el que te podés pelear es con el productor o el sonidista… (risas). Yo en realidad trato de evitar todos los despelotes y divertirme con las vicisitudes, me ha pasado que se corte el micrófono en pleno espectáculo o que se ha saltado un CD y hacerlo apagar y seguir cantando a capela, trato de minimizar esas cosas porque todos somos seres humanos y estamos expuestos a cometer un error. La vida es muy fácil para complicarla con pelotudeces.
–Usted tiene muchos años trabajando como humorista. ¿Cuál es la fórmula para mantenerse, sin ser repetitivo pero a la vez conservando el estilo que lo caracteriza?
–Yo creo que la mejor fórmula para mantenerse en este ambiente es ser buena persona. Hay excelentes artistas que desvirtúan todo por su forma de ser, su trato a los demás y la manera en que se manejan. Yo tengo una anécdota: hace años que yo no estoy en el programa de Susana Giménez, pero hace poco iba con mi hijo más chico por la calle y una señora me dice, “ay, lo veo siempre con Susana”. Mi hijo me dice, “pero papá, vos ya no estás con Susana”. Algo bueno debo haber hecho para que la gente todavía se acuerde.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-111113-La-autenticidad-es-lo-mas-importante-que-puede-tener-un-artista.html
21-10-2010 / El humorista presenta su unipersonal este domingo, a las 20, en el teatro La Nonna.
Carlos Sánchez vuelve este domingo a las 20 al teatro La Nonna (47 esquina 3) –una casa que conoce desde hace años– para presentar su unipersonal Yo Carlos Sánchez.
“La autenticidad es lo más importante que puede tener un artista”, resaltó Sánchez en una entrevista que mantuvo con Diagonales pocos días antes de su presentación en La Plata. “Yo hago lo mismo acá o en el exterior”, explicó.
El humorista, uno de los más reconocidos de la Argentina, es poseedor de un estilo de humor que llega por igual a todos los públicos y este domingo promete hacer morir de risa a todos los platenses. “Vengan todos, así mis hijos pueden comer un fin de semana más”, dice primero, para enseguida largar su particular e inconfundible carcajada.
–¿En qué consiste este espectáculo?
–Normalmente, lo que yo hago mucho es humor político, humor regional e internacional. Voy mezclando humor y música, pero fundamentalmente tocando temas que nos dan este país y el mundo para reírnos.
–¿Cuál es el tema o el personaje político fuerte para hacer humor hoy en día?
–En nuestra política tenemos un montón de personajes, hay a rabiar. Lo que pasa es que este gobierno, precisamente, no tiene mucho sentido del humor, hay que tener mucho cuidado.
–¿Alguna vez tuvo un problema por sus chistes políticos?
–No por los chistes políticos, pero tuve problemas porque sufrí un acto de inseguridad hace dos años: trataron de asaltarme en la puerta de mi casa, me martillaron tres veces con un revólver y terminé a las trompadas sacándoles el revólver, después tuve unas palabras contra la "sensación de inseguridad" y eso me costó algunos problemas…
–Usted hace sus espectáculos por todo el país. ¿Hace alguna modificación del repertorio de chistes dependiendo del lugar al que va?
–Son muchos años que llevo en esto y los que me conocen, saben que hago lo mismo aquí o en Santiago del Estero o en Salta. La autenticidad es lo más importante que puede tener un artista, sin tener que estar mezclando las cosas. Y no sólo acá, lo he hecho en el exterior también, como en el Festival del Humor de Colombia. A Uruguay voy mucho, antes iba muy seguido a la televisión chilena, y en el año 2004 estuve trabajando en Barcelona, en todo Cataluña y Andorra, e hice lo mismo que acá y cuando veía que no entendían un cuento, lo volvía a decir explicándolo… (risas). Fue muy divertido, una experiencia muy linda.
–¿Cuál es la diferencia, a la hora de armar un espectáculo, entre un unipersonal o una obra colectiva?
–Recién casualmente hablaba con Eduardo Rivero (representante) que no sólo donde hay mujeres hay despelote. Este verano hicimos una obra hermosa de Daniel Dátola, que se llama Dejame hablar amor, es un stand up de hombres cansados de callar con el que nos fue maravillosamente bien, hicimos una gira por el interior del país donde varias veces colgamos el cartel de "no hay más localidades", y se pudrió todo por los despelotes que hubo entre los integrantes de un cuarteto.
–Cuestiones de "vedetismo"…
–Es que algunos son más vedetes que las minas y si aplauden más a uno que a otro empieza el puterío. Y es muy triste porque casi todos los que lo vieron salieron maravillados y la gente se impactaba de vernos hacer cosas que no nos veían hacer normalmente. Lamentablemente, este verano esperábamos hacer la segunda parte y finalmente Javier Faroni dijo que no la iba a producir.
–¿Cuáles son las ventajas y las desventajas del unipersonal?
–La ventaja es que con el que te podés pelear es con el productor o el sonidista… (risas). Yo en realidad trato de evitar todos los despelotes y divertirme con las vicisitudes, me ha pasado que se corte el micrófono en pleno espectáculo o que se ha saltado un CD y hacerlo apagar y seguir cantando a capela, trato de minimizar esas cosas porque todos somos seres humanos y estamos expuestos a cometer un error. La vida es muy fácil para complicarla con pelotudeces.
–Usted tiene muchos años trabajando como humorista. ¿Cuál es la fórmula para mantenerse, sin ser repetitivo pero a la vez conservando el estilo que lo caracteriza?
–Yo creo que la mejor fórmula para mantenerse en este ambiente es ser buena persona. Hay excelentes artistas que desvirtúan todo por su forma de ser, su trato a los demás y la manera en que se manejan. Yo tengo una anécdota: hace años que yo no estoy en el programa de Susana Giménez, pero hace poco iba con mi hijo más chico por la calle y una señora me dice, “ay, lo veo siempre con Susana”. Mi hijo me dice, “pero papá, vos ya no estás con Susana”. Algo bueno debo haber hecho para que la gente todavía se acuerde.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-111113-La-autenticidad-es-lo-mas-importante-que-puede-tener-un-artista.html
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