Museo Emilio Azzarini
Alberga instrumentos musicales prehispánicos. Patrimonio de la ciudad, se mantiene por el esfuerzo de la gente
Atesora instrumentos de tiempos prehispánicos, rarezas y reliquias que el médico veterinario Emilio Azzarini recogió de sus viajes por el mundo. Una valiha, una lira zulu, un charango, una xitar y una balaika. También una flauta traversa modelo Hotteterre, un órgano de paloma utilizado en los palacios imperiales chinos, trompetas tibetanas usadas por los lamas en sus ceremonias litúrgicas, instrumentos musicales mecánicos, y reproductores de sonido.
El Museo Dr. Emilio Azzarini es único en el país y es custodio de alrededor de 800 instrumentos musicales representativos de cada continente, pero sus empleados y amigos hacen esfuerzos descomunales para mantenerlo.
“Es la triste historia de los museos en Argentina. Sin la Asociación de Amigos, no existiríamos”, aseguran desde el Museo. Y aunque cueste creerlo, esta es una dura realidad por la que atraviesa un sitio que cuida una parte importante de nuestro patrimonio cultural. En primer lugar, necesitan el mantenimiento y la reparación de la antigua casona en la que se alberga la colección.
“Es una casa muy antigua, hay mucha humedad, algo terrible para los instrumentos”.
Además, aseguran que hacen esfuerzos para la conservación de los instrumentos.
“El Museo se mantiene por subsidios que hacemos lo posible por ganar, la entrada que cuesta 3 pesos, y la ayuda de la Asociación de Amigos, pero las autoridades no se interesan por él”, precisan.
La colección
Ubicado en pleno centro platense, el Museo se sitúa en una antigua casona que perteneció a Alfredo Calcagno. “Cuando Calcagno murió, su familia le vendió la casa a la Universidad Nacional de La Plata; y a su vez, ésta la cedió para que allí se conserven la colección de Azzarini. Lo curioso de esto es que Calcagno y Azzarini se conocían, eran amigos”, precisa a Hoy, Elida Reissig, coordinadora del Museo.
Los instrumentos están agrupados de acuerdo a su división, por lo que hay una sala con membranófonos, ideófonos, aerófonos. También hay curiosidades como antiguas cajas de música y una Resonator Guitar Dobro.
El Dobro fue inventado en 1925 por John Dopyera, que fundó en 1929 una empresa junto con sus hermanos para su fabricación en serie llamada Dopyera Brothers, y abreviada como Do.Bros. Esta marca comercial que aparecía en el clavijero de los instrumentos acabó por dar nombre al instrumento. Las Resonator han sido adoptadas por ejecutantes de blues y country, sumándose luego grandes estrellas del rock como Elvis Presley.
“Otra de las rarezas del Museo es un violín pachete, que los profesores de música utilizaban para enseñar y que por su tamaño se podía guardar en el bolsillo”, agrega la coordinadora.
Otra curiosidad es un violón corneta, característico de las orquestas de tango de los años 20 y 30.
Por otro lado, alberga un archivo cultural compuesto por una biblioteca especializada con más de 3.600 ejemplares. Guarda el Boletín Musical de Ybarra (1837), la Missa Solemnis de Beethoven (1827).
Además tiene una colección de discos de Pathé y cilindros para fonógrafos patentados por Edison, entre otros tesoros que vale la pena conocer, y cuidar.
Un veterinario apasionado de la música
Emilio Azzarini nació en Punta Alta, provincia de Buenos Aires, el 24 de mayo de 1903. Si bien no era músico, su aficción por la música lo llevó a coleccionar instrumentos, libros y partituras entre otras curiosidades.
Hombre de su tiempo y dueño de una inquieta personalidad, se graduó como médico veterinario en la Universidad Nacional de La Plata. Colaboró como secretario de comunicaciones de la Universidad y fue miembro del grupo fundador del Coro de la Facultad de Ingeniería y del Coro Universitario.
Falleció en 1963 y dejó su colección en manos de la Universidad. Colección que desde 1985 constituye el Museo de Instrumentos Musicales que lleva su nombre, y que se ha acrecentado en el tiempo gracias a varias donaciones.
El Museo Azzarini abre sus puertas al público los lunes y jueves de 15 a 18, (martes está cerrado), miércoles y viernes de 9 a 18 y sábados de 15 a 17. El próximo 9 de diciembre festeja 25 años de vida.
Fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-108916
Alberga instrumentos musicales prehispánicos. Patrimonio de la ciudad, se mantiene por el esfuerzo de la gente
Atesora instrumentos de tiempos prehispánicos, rarezas y reliquias que el médico veterinario Emilio Azzarini recogió de sus viajes por el mundo. Una valiha, una lira zulu, un charango, una xitar y una balaika. También una flauta traversa modelo Hotteterre, un órgano de paloma utilizado en los palacios imperiales chinos, trompetas tibetanas usadas por los lamas en sus ceremonias litúrgicas, instrumentos musicales mecánicos, y reproductores de sonido.
El Museo Dr. Emilio Azzarini es único en el país y es custodio de alrededor de 800 instrumentos musicales representativos de cada continente, pero sus empleados y amigos hacen esfuerzos descomunales para mantenerlo.
“Es la triste historia de los museos en Argentina. Sin la Asociación de Amigos, no existiríamos”, aseguran desde el Museo. Y aunque cueste creerlo, esta es una dura realidad por la que atraviesa un sitio que cuida una parte importante de nuestro patrimonio cultural. En primer lugar, necesitan el mantenimiento y la reparación de la antigua casona en la que se alberga la colección.
“Es una casa muy antigua, hay mucha humedad, algo terrible para los instrumentos”.
Además, aseguran que hacen esfuerzos para la conservación de los instrumentos.
“El Museo se mantiene por subsidios que hacemos lo posible por ganar, la entrada que cuesta 3 pesos, y la ayuda de la Asociación de Amigos, pero las autoridades no se interesan por él”, precisan.
La colección
Ubicado en pleno centro platense, el Museo se sitúa en una antigua casona que perteneció a Alfredo Calcagno. “Cuando Calcagno murió, su familia le vendió la casa a la Universidad Nacional de La Plata; y a su vez, ésta la cedió para que allí se conserven la colección de Azzarini. Lo curioso de esto es que Calcagno y Azzarini se conocían, eran amigos”, precisa a Hoy, Elida Reissig, coordinadora del Museo.
Los instrumentos están agrupados de acuerdo a su división, por lo que hay una sala con membranófonos, ideófonos, aerófonos. También hay curiosidades como antiguas cajas de música y una Resonator Guitar Dobro.
El Dobro fue inventado en 1925 por John Dopyera, que fundó en 1929 una empresa junto con sus hermanos para su fabricación en serie llamada Dopyera Brothers, y abreviada como Do.Bros. Esta marca comercial que aparecía en el clavijero de los instrumentos acabó por dar nombre al instrumento. Las Resonator han sido adoptadas por ejecutantes de blues y country, sumándose luego grandes estrellas del rock como Elvis Presley.
“Otra de las rarezas del Museo es un violín pachete, que los profesores de música utilizaban para enseñar y que por su tamaño se podía guardar en el bolsillo”, agrega la coordinadora.
Otra curiosidad es un violón corneta, característico de las orquestas de tango de los años 20 y 30.
Por otro lado, alberga un archivo cultural compuesto por una biblioteca especializada con más de 3.600 ejemplares. Guarda el Boletín Musical de Ybarra (1837), la Missa Solemnis de Beethoven (1827).
Además tiene una colección de discos de Pathé y cilindros para fonógrafos patentados por Edison, entre otros tesoros que vale la pena conocer, y cuidar.
Un veterinario apasionado de la música
Emilio Azzarini nació en Punta Alta, provincia de Buenos Aires, el 24 de mayo de 1903. Si bien no era músico, su aficción por la música lo llevó a coleccionar instrumentos, libros y partituras entre otras curiosidades.
Hombre de su tiempo y dueño de una inquieta personalidad, se graduó como médico veterinario en la Universidad Nacional de La Plata. Colaboró como secretario de comunicaciones de la Universidad y fue miembro del grupo fundador del Coro de la Facultad de Ingeniería y del Coro Universitario.
Falleció en 1963 y dejó su colección en manos de la Universidad. Colección que desde 1985 constituye el Museo de Instrumentos Musicales que lleva su nombre, y que se ha acrecentado en el tiempo gracias a varias donaciones.
El Museo Azzarini abre sus puertas al público los lunes y jueves de 15 a 18, (martes está cerrado), miércoles y viernes de 9 a 18 y sábados de 15 a 17. El próximo 9 de diciembre festeja 25 años de vida.
Fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-108916
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