20 de junio de 2000
Con la idea de integrar diferentes lenguajes, la pintura y la danza, y dentro de esta última interpretar la obra del artista con el movimiento del cuerpo, dejando que éste se adapte a las formas, es que surgió Pablo, un pincel flamenco, un espectáculo pergeñado por Alma Festa, la coreógrafa del Ballet de Arte Flamenco del Coliseo Podestá que dirige Isabel Victorero.
La obra, que se estrenó a fines del año pasado, y que recientemente se presentó en el teatro municipal Colón de la ciudad de Mar del Plata, volverá a subir a escena hoy a las 20.30 en la sala municipal de la calle 10 entre 46 y 47. Allí, dieciséis bailarines darán vida con su cuerpo a las obras más conocidas de Pablo Picasso, sin lentejuelas ni bordados; nada visual que represente al flamenco que sí estará corporizado en la esencia de la danza.
"Rompimos el molde de Lorca", reiteró entusiasmada Victorero, abierta a las nuevas formas de expresión y fusiones buscadas por su hija Alma.
Las coreografías están inspiradas en las obras "Las señoritas de Avignon" (1907); "El guitarrista" (1910); "Arlequín" (1915); "Paul vestido de Arlequín" (1924); "Familia de acróbatas" (1905); "Corrida de toros" (1934); "Toro moribundo" (1934); "Las meninas" (1857), "Guernica" (1937); "La danza" (1925).
En cuanto al elenco está integrado por Susana Aramburú, Liliana Becche, Mariel Cristóbal, Lucrecia Coronel, Marcelo Falcón, Alma Festa, Anabel Garbet, Paula Juambelz, Sabrina Llanos, Juan Ignacio Mallach, María Fernanda Mazza, Romina Pedraza, Guillermina Rivas, Gonzalo Rodrigo Souto y Martha Tettamantti.
Producto del trabajo de muchos años de taller, "Pablo, un pincel flamenco", adapta las obras a las formas, los colores y los sentidos. Sin rotular de manera alguna a esta danza flamenca, que tampoco es clásica, ni jazz, ni contemporánea, es danza; abierto a otras culturas a través de la música, por ejemplo, y con la mirada inocente hacia una obra de gran magnitud, con la intención de lograr un trabajo libre y creativo, la consigna del espectáculo es "sin ser gitanos bailamos flamenco, sin ser poetas hemos bailado a Federico. Hoy, pablo Picasso está presente en esta fusión de danza, cada vez más universal, para recordarnos como corresponde a todo gran artista que ante el dolor, la tristeza, la alegría, el azul, el blanco, el negro, la poesía, la guerra...No se puede ser indiferente".
Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000620/espectaculos4.html
Con la idea de integrar diferentes lenguajes, la pintura y la danza, y dentro de esta última interpretar la obra del artista con el movimiento del cuerpo, dejando que éste se adapte a las formas, es que surgió Pablo, un pincel flamenco, un espectáculo pergeñado por Alma Festa, la coreógrafa del Ballet de Arte Flamenco del Coliseo Podestá que dirige Isabel Victorero.
La obra, que se estrenó a fines del año pasado, y que recientemente se presentó en el teatro municipal Colón de la ciudad de Mar del Plata, volverá a subir a escena hoy a las 20.30 en la sala municipal de la calle 10 entre 46 y 47. Allí, dieciséis bailarines darán vida con su cuerpo a las obras más conocidas de Pablo Picasso, sin lentejuelas ni bordados; nada visual que represente al flamenco que sí estará corporizado en la esencia de la danza.
"Rompimos el molde de Lorca", reiteró entusiasmada Victorero, abierta a las nuevas formas de expresión y fusiones buscadas por su hija Alma.
Las coreografías están inspiradas en las obras "Las señoritas de Avignon" (1907); "El guitarrista" (1910); "Arlequín" (1915); "Paul vestido de Arlequín" (1924); "Familia de acróbatas" (1905); "Corrida de toros" (1934); "Toro moribundo" (1934); "Las meninas" (1857), "Guernica" (1937); "La danza" (1925).
En cuanto al elenco está integrado por Susana Aramburú, Liliana Becche, Mariel Cristóbal, Lucrecia Coronel, Marcelo Falcón, Alma Festa, Anabel Garbet, Paula Juambelz, Sabrina Llanos, Juan Ignacio Mallach, María Fernanda Mazza, Romina Pedraza, Guillermina Rivas, Gonzalo Rodrigo Souto y Martha Tettamantti.
Producto del trabajo de muchos años de taller, "Pablo, un pincel flamenco", adapta las obras a las formas, los colores y los sentidos. Sin rotular de manera alguna a esta danza flamenca, que tampoco es clásica, ni jazz, ni contemporánea, es danza; abierto a otras culturas a través de la música, por ejemplo, y con la mirada inocente hacia una obra de gran magnitud, con la intención de lograr un trabajo libre y creativo, la consigna del espectáculo es "sin ser gitanos bailamos flamenco, sin ser poetas hemos bailado a Federico. Hoy, pablo Picasso está presente en esta fusión de danza, cada vez más universal, para recordarnos como corresponde a todo gran artista que ante el dolor, la tristeza, la alegría, el azul, el blanco, el negro, la poesía, la guerra...No se puede ser indiferente".
Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000620/espectaculos4.html
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