Un mes a puro Circo Servian en La Plata

Debut a las 21

07-10-2010 / De la mano de Flavio Mendoza, llega una puesta tradicional con toques modernos

Con ganas de mantener la esencia tradicional pero combinándola con un estilo moderno, el Circo Servian se trasladó a nuestra ciudad y desplegará todo su brillo esta noche a partir de las 21, en la gran carpa que se instaló en Wal-Mart (Camino Centenario e/ 513 y 514).

Cristian Servian, el hijo del fundador Jorge - que desde hace 17 años inició este proyecto- le presentó a Diagonales lo que es, según su visión, el Circo Servian: "Es un circo que tiene estilo propio. Porque los artistas y la gente de circo siempre trata de imitar lo mejor, de ver circos europeos, de Estados Unidos, de ver el Circo du Soleil y el circo Servian fusionó varias cosas que hacen que tenga un estilo propio". Y comentó que entre las filas de este espectáculo hay artistas del Circo du Soleil, como Gastón Elle, “que fue el trapecista de Alegría durante 12 años y recorrió el mundo, que sigue trabajando para Soleil pero insistimos tanto para que esté con nosotros en esta temporada que va a estar y es quien abre el show”. También, y siempre con el intento de mantener la esencia tradicional, está el número de los “motociclistas en el globo de la muerte, la cama elástica, el acto de trapecio y los payasos, que no son los típicos que hablaban, estos son mudos y hacen participar al público. Pero no son vulgares, no caen en eso ni en el doble sentido que se está viendo en la televisión y en todos lados en la actualidad”.

Lo “más importante” y lo que conserva este circo es la idea de “reunir y divertir a toda la familia”. Como ha logrado ese objetivo, gracias a “un espectáculo moderno y una instalación increíble”, todos los integrantes del Servian se sienten orgullosos de poder presentar en Argentina “un circo a nivel de los mejores circos del mundo: porque recorremos, conocemos y poder presentar un circo así en el país sorprende al espectador. En Puerto Madero (N. de R.: donde debutó el espectáculo en el mes de julio y estuvo en cartel durante tres meses) que el público se ponga de pie y pida que salgamos dos o tres veces a saludar fue algo emocionante e increíble. Lo valoramos muchos y eso nos da mucha fuerza para seguir progresando y seguir modernizándonos para presentar un show de buena calidad”.

–Entonces, ¿por qué diría que se caracteriza ese estilo propio?

–Yo creo que es un estilo moderno pero conservando lo tradicional. Los actos son antiguos de circo, pero no dejan de sorprender, incluso a nosotros mismos. Porque a veces nos da miedo cuando entran 5 motociclistas al globo, con un chico de 14 años y eso que son motociclistas profesionales, ellos estuvieron en el Circo Ringling de Estados Unidos durante 6 años de gira y pudimos traerlos. Al igual que ellos, los trapecistas, el número de acrobacia Fast track, que es una cama elástica larga, donde suben más de 20 personas. Otra cosa que se ha perdido son los números de truco de los circos, y nosotros los conservamos. La puesta es fuerte en cuanto al vestuario y a los números de acrobacia que le gustan al público, también hay número de cintas, el show de Gastón Elle es una poesía, es increíble. Yo estoy a cargo del show de magia, que son 15 minutos de grandes ilusiones que no es particular verlo ni en circos ni en teatros, es fuerte porque hacer la sierra de David Copperfield o grandes juegos que se hacen en Las Vegas, hacerlo uno tras otro a una velocidad increíble es sorprendente, el show en sí es sorprendente. Es dinámico, divertido, es para toda la familia.

La historia. Como suele decirse, es importante conocer el pasado para comprender el presente y enfrentarse mejor a lo que vendrá. Y este caso no es la excepción, ya que la familia Servian es una generación que está relacionada al circo desde hace décadas. Según relató Cristian, su bisabuelo Jorge se fue desde la antigua Yugoslavia hasta Canadá, desde allí recorrió toda América y desembarcó en Argentina: “como acá nacieron los últimos 3 hijos, por eso decidieron radicarse en el país. Mi bisabuelo cuando llegó trabajaba en la calle, era de los antiguos Saltimbanqui, trabajaba con animales, payasos, malabares y pasaba el sombrero, hasta que pudo crear su circo”. Más tarde, su abuelo Miguel se “desprendió” de su familia y a los 40 años empezó a trabajar también en circo, por eso Cristian afirmó “mi abuelo repite la historia, se separa a los 40 años y forma su circo con sus 4 hijos, entre ellos mi padre Jorge. Y a los 40 años se vuelve a repetir la historia: mi padre se separa (ya hace 17 años) con el circo Servian, un circo chiquito recorriendo todo el interior y pasando por muchísimas cosas: buenas y malas”.

En un tiempo que para este integrante de la familia es “corto”, porque “17 años de empresa es poco” se pudo llegar a ser “el circo número uno del país y creo yo uno de los número uno de Sudamérica”, lo que resulta “un orgullo”. Y agregó que “poder presentarlo en La Plata es un placer, una emoción. Venimos confiados pero muy emocionados de presentar un show de esta magnitud”.

El toque. La mención especial estuvo dirigida a una figura del espectáculo, que en la actualidad se relaciona con Circo Servian, ya que además de ser el director artístico fue quien le dio “el toque” que necesitaba. Este hombre es el coreógrafo Flavio Mendoza, quien con su “mano” le aportó “el toque de glamour y de detalles, en cuanto a coreografía, vestuario, puesta en escena, porque él es muy futurista, es muy bueno”, indicó Cristian Servian, que además resaltó que “lo importante de Flavio es que no es alguien que viene de afuera a querer imponer un estilo, él es de circo, nació en circo y nos ayudó mucho y le dio el toque fuerte”.

Desde su nacimiento hace 17 años, el circo trató de ofrecer “un espectáculo tradicional, que antes era con el animador, el payaso que hacía sus chistes, los animales, todo lo que requería un circo tradicional, todo para la familia. Y ahora también está dirigido a ellos, pero renovado”.

Una vida. Si algo no puede faltar a la hora de hablar de circo es el estilo de vida que caracteriza a las personas que forman parte de él. Y, como no podía faltar, Cristian también tocó ese tópico y aseguró que “la vida de circo es lo máximo”. Él nació y se crió en un circo, por eso cree que “hay gente que viene de afuera, se integra y se hace más cirqueros que nosotros, no pueden estar estables, como nosotros que no podemos estar estables una o dos semanas y nos agarra la desesperación. Y están los otros que creen que es todo color y espectáculo y no aguantan: están tres días y se van, porque esto es sacrificado, peleamos contra el viento, la lluvia, el calor”.

Como en casi todo, en el circo también hubo avances y ahora “tenemos otras comodidades que antes no estaban y lo hacía más sacrificado todo. Ahora tenemos casillas americanas equipadas con microondas, lavarropas, calefacción, aire y eso lo hace más ameno”. Y algo que quiso remarcar es que “la vida de circo en sí es muy sana, acá no se ve alcohol, drogas, y el chico de circo desde que nace, el anhelo es querer ser como el papá, el tío, imitar a los pares. Yo creo que esa es una linda filosofía de vida, porque es muy sano dentro de lo que se está viviendo en la actualidad. El cirquero anhela ser un gran artista, recorrer el mundo y recibir aplausos de todos. Tiene un sueño y su meta es luchar por ese sueño”.

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-109501-medios-122-Un-mes-a-puro-Circo-Servian-en-La-Plata.html