"Temporada de caza": una obra “para sentir”

Hoy a las 21, en El Núcleo

16-10-2010 / Una propuesta local con “diversidad de lenguajes artísticos” para ver los domingos

Partiendo de una idea original relacionada con la utilización de un único elemento es que nació Temporada de caza, un espectáculo con diversidad de lenguajes artísticos que subirá a escena hoy las 21, en el Centro Cultural El Núcleo (6 Nº 420 e/ 40 y 41), al igual que todos los domingos que restan de octubre.

Sus ideólogos, intérpretes y directores: Rocío Rôo e Ignacio Plaza hablaron con Diagonales sobre la pieza a pesar de que su intención primera es que los espectadores se sorprendan con la propuesta, sin tener demasiados datos acerca de la misma. "En el proceso de cómo compusimos la obra, dijimos que no queríamos que se espere lo que se espera de una obra que uno sabe de qué se trata, quisimos que sea un elemento sorpresa. Que el espectador pueda hacer un viaje personal y subjetivo", dijo ella y él concordó: "lo más importante de los lenguajes artísticos no es el entendimiento racional de recepcionar, sino poner al servicio de la obra y a modo personal el abrir los sentidos y vivir la situación, estar presentes, tener un cuerpo permeable a lo que sucede y las cosas van ingresando a través de los sentidos".

Temporada de caza se estrenó el día 2 del mes corriente, y empezó a gestarse hace aproximadamente un año: "fue un proceso largo y muy productivo porque al haber tenido tanto tiempo, no nos pusimos un tope para estrenar, fue al revés, trabajamos con los tiempos que necesitamos", recordó Ignacio Plaza. Su compañera de escena agregó que fue "un proceso de investigación, utilizando lo científico de manera más lúdica pero con las herramientas de nuestro lenguaje: recolectamos información, elementos físicos y teóricos siempre con la intención de abrir, de darle más dimensiones a la obra".

–¿La idea original fue reunirse para contar qué cosa?

Roció Rôo: –Partimos de una idea original que tenía que ver con la utilización de un elemento, que es un pato inflable amarillo para la pileta. Nació de un juego de amigos y compañeros que somos. Empezamos a hablar de este pato, ver las relaciones que podíamos tener y el sentido se dio después, pero inicialmente no había una historia. Después salió el tema de los opuestos, estamos en una sociedad que tiene un pensamiento binario, que es una cosa u otra. Fue mucho experimento, mucho ensayo y error, y preguntarnos cuáles son los límites de esos opuestos, de lo que está bien o mal, incluso de lo que es danza y no, de lo que es teatro y no. Fue jugar con los límites de los leguajes artísticos y no decirle al espectador que es lo que va a ver, que vayan con la cabeza abierta a conocer lo que es la obra.

Ignacio Plaza: –Empezamos a tejer redes de relaciones a partir del elemento, y las asociaciones fueron posteriores a la decisión del elemento. Esas asociaciones las trabajamos con otro tipo de lenguaje, el audiovisual, musical, teatral, lumínico, que cumplen un rol muy importante, y el lenguaje de la danza, que es desde el que partimos. Es una obra que se construye a partir de muchos lenguajes.

¿Sólo dos? En determinado momento, los creadores necesitaron "el ojo de afuera", ya que únicamente ellos dos se dedicaban a pensar todo lo relacionado con la pieza y querían tener una visión "más amplia". Fue par ese momento que convocaron a Martín Petti, que se encargó de la música original, a Josefina Pibout, que realizó el vestuario y también a Paula Dreyer que se ocupó de la Comunicación visual. Por otra parte, Antonio Zucherino es el autor de las proyecciones y Juliana Alessandro es la asistente de dirección.

La propuesta está hecha, para ver Temporada de caza, según sus creadores, no es necesario entender algo sino "sentir: abrirse y poder vivir eso que pasa, que cada uno construya su viaje y su historia, que interprete lo que le parezca".

Fuente: http://www.elargentino.com/nota-110563-medios-122-Temporada-de-caza-una-obra-para-sentir.html