sábado, 10 de marzo de 2012

Dolores Fonzi

MAGAZINE LA FUGA
Revista Nº 192 Marzo 2012






Días antes, de su vuelta a la pantalla chica y a los escenarios porteños, la actriz dialogó con La Fuga. De aspecto frágil y piel de porcelana, nada queda de aquella joven rebelde y antipática que se hizo popular en la década del 90.  Relajada durante la nota, mientras la maquillaban y peinaban, Fonzi no es de esas mujeres verborrágicas que regalan una y otra anécdota o estados de ánimo. No se niega a ninguna pregunta pero deja claro que hablar con periodistas no es lo que le produce más felicidad. Madre de Lázaro y Libertad, la actriz comparte su vida junto al actor mexicano Gael García Bernal. En breve, los espectadores podrán ver la pequeña participación que se hizo para “Graduados”. La pantalla chica también la recibirá con “En Terapia” junto a Diego Peretti. En mayo estrenará la película “El Campo”. Pero el trabajo que más entusiasmada la tiene es la obra de teatro “Isósceles”, que llegará el 30 de este mes al Chacarerean Theatre.

¿Extrañabas trabajar?

No. Y soy afortunada porque pude hacerlo. Con Lázaro, que hoy tiene 3 años, empecé a trabajar cuando el tenia 1 año y medio en la película “El Campo”. Después quede embarazada de nuevo. Y ahora es tiempo de volver.

Necesitabas volver al ruedo…

Me quise quedar en mi casa con mis hijos. Derivar la crianza es una tarea que me parece muy delicada y teniendo la suerte de no tener la obligación de trabajar lo disfruté.

¿Cómo fue la vuelta?

Obviamente, un poco estresante al principio. Esta buenísimo ponerme en acción y es divertido para todos. Yo estoy contenta y mis hijos siguen en la suya y están acompañados, son hermanos. Por suerte, se la pasan bien más allá de uno.

¿Que te decide a elegir o no un trabajo?

Que no implique mil horas. No me interesa irme de mi casa todos los días todo el día. También ayuda que haya un buen grupo de actores. Y diría que la plata esta en último lugar, ahora. Valoro irme de mi casa para algo que este buenísimo y si me pagan bien, mejor.

A la hora de elegir un proyecto, ¿le pedís opinión a tu marido?

Como todas las familias, es algo conjunto. Obvio que le cuento, es la otra mitad de la casa. Tenemos una organización de reloj como familia.

¿Las criticas de quién tenés en cuenta?

De la gente con la que estoy viviendo el proceso, de las personas que admiro y de mis amigos, que en su mayoría son actores. Las críticas están buenas si son constructivas y te permiten modificar las cosas para bien.

De niña ya sabías que querías ser actriz, ¿alguna vez pensaste en estudiar otra cosa?

En otro momento empecé a estudiar Comunicación Social. Y de grande también me hubiera gustado Asistencia Social. Mi abuela Cocó es asistente social. Y hoy pensaba que mis referentes femeninos los traigo de ahí. Mis modelos a seguir o las cosas que me pasan a grandes rasgos tienen que ver con ella.

¿Actriz se nace o se hace?

Un poco las dos cosas. Pero se hace también. Estudiar y prepararse para todo me parece bien, uno se siente mejor.

¿Y vos como te hiciste?

Empecé a estudiar teatro a los 12. Mi abuela me llevaba a escondidas. Seguí estudiando hasta que encontré a mi maestro de la vida, que es Carlos Gandolfo. Y después de él, no estudié con nadie más. Trabajé y trabaje y fue como una manera de seguir estudiando. Una vez que uno encuentra su método, todo se va desarrollando y evolucionando.

¿Qué fue lo más importante que te enseñó Gandolfo?

El tenía una frase que daba a entender que el no hacía buenos actores, sino que formaba actores particulares. Hacía hincapié en que cada uno usara su propio potencial y que nadie debía convertirse en algo o alguien que no era. Tomé su método para construir el mío. 

Leí que tenías ganas de volver a estudiar teatro…

Tengo ganas de volver a estudiar todo. Estoy subida a una ola de curiosidad. Quiero aprovechar el tiempo y la lucidez mental que aún me queda y hacer algo. Aprovechar el ímpetu.

¿Cuando un actor o actriz es bueno?

Cuando esta en función de la historia, cuando cuenta el cuento. Hay mil maneras de ser bueno. Un buen actor, en lo formal, cumple con la historia, cuenta lo que tiene que contar en función de otro y uno le cree.

¿Te sentís legitimada como actriz?

Me siento con más permiso para jugar. No pido permiso para lanzarme. Obviamente, es más fácil si estoy trabajando con un grupo de amigos o de actores que me gustan. Eso me pasa con la obra de teatro que estoy ensayando.

¿Qué podés adelantarnos de “Isósceles”?

Está espectacular. Somos tres actores: Ezequiel Díaz,  Violeta Urtizberea y yo. La directora es Mariana Chadwick, que es bárbara e hizo un montón de obras under. “Isósceles” es muy graciosa. Son tres amigos en el presente, de 20 años, estudiantes de la Universidad de Buenos Aires y después de 20 años. Estoy feliz con la obra.

¿Qué es lo mejor que tenés para ofrecer como actriz?

Me da mucha vergüenza esa parte. Hay gente que es muy buena para hacer lobby de su propia habilidad, yo no. Prefiero tomarme un vino con esa persona, seducir por otro lado, desde la naturaleza de las cosas.
Profesionalmente, te consideras inquieta?

Ahora sí, pero por momentos. Pero no es algo que me quite el sueño. Estoy activa igual, más allá del trabajo y de los niños. Ahora empecé foniatría para ampliar el campo de posibilidades de mi voz y estoy chocha. 

¿Es verdad que no volverías a hacer un programa como “Disputas”?

Estoy feliz de haberlo hecho. Pero  no estoy con esa energía ni a patadas.

Hoy no, en cinco años no sabemos…

No, porque ya lo hice.

¿Y Playboy?

Por ahí en 5 años sí. Porque son fotos, es menos trabajo.

De los trabajos realizados hasta el día de hoy, ¿hay alguno del que te sientas particularmente orgullosa?
Sí, “Salamandra” (2007). Me encanta. Es una pena que no se haya estrenado. Fue mucho trabajo prepararlo. Cuando uno trabaja y se esfuerza y después te sale más o menos bien, es algo muy gratificante. Fue de las películas que más trabajo me costó. Tuve que hacer una dieta intensa de meses, preparar unos monólogos eternos e irme sola al Bolsón tres meses.

¿Tenés ganas de volver a producir para televisión?

No.

En el último tiempo, ¿te pasó por la cabeza en dedicarte solo a tus hijos y no trabajar más?

Sí. Esta bueno tener esa libertad de poder decir “si no quiero no trabajo más”.  Me gusta actuar y me la paso increíble. Ahora estoy contenta con “Isósceles”.

Hacía mucho que no hacías teatro…

Hace mil años. Y hoy estoy fascinada con “Isósceles”. Es una comedia pura.  Acá (Buenos Aires) podes ir a ver una obra de teatro todos los días y son todas excelentes.

¿A tu hija la llamaste Libertad porque te hubiera gustado a vos llamarte así?

La amo. Empezó a caminar. Tiene 10 meses. Me encanta la palabra y su significado. Y llamarse Libertad es lo máximo, lo más anarquista del mundo. Y le queda re bien el nombre.

En el futuro, ¿la idea es quedarse en Buenos Aires o irse?

Por ahora nos quedamos acá. Y está bueno en eso del hacer y del trabajo, que para mí es acá y no en otro lado. 

Admirable que hayan estado de aquí para allá y hayan podido construir una familia…

Me parece re divertido. 

¿Cómo cuidás tu cuerpo?

Soy un desastre total. No hago nada. Sí me cuido la piel con cremas que me da la dermatóloga. 

¿Qué cosas pospones todo el tiempo?

La actividad física. Después, cuando empiezo me gusta. Las endorfinas son lo mejor.

¿Qué es lo que mejor y peor que sabés hacer?

Es que no hago nada tan mal ni nada tampoco tan excelente. Me manejo bien. Cocino más o menos, organizo la casa; tengo todo más o menos bien. Soy gauchita, en general, para todo. Soy aventurera, entonces hay algo de lanzarme a hacer las cosas.

¿Qué te gustaría que pase con estos trabajos que ya comienzan?

Me gustaría que no me de vergüenza, por ejemplo, ver “Terapia”. El programa lo grabé con Alejandro Masci, que para mí es el mejor director de televisión. Dirige actores muy bien. Es inteligente, culto y está preparado. 

Teatro, televisión y en breve se estrena la película “El Campo”, sólo te falta hacer radio…

Tengo ganas de hacer radio. Mi sueño seria tener un cuartito en mi casa y tener mi programa. Me encanta. Si me voy a vivir a cualquier otro país me voy a poner una radio en mi casa.

¿Qué es lo primero que pensás cuando te levantás cada mañana?

Pienso que soy feliz y le tiro buena onda al día.

Cine
Plata quemada 
Esperando al Mesías
Vidas privadas 
Caja negra 
Gerente en dos ciudades 
El fondo del mar
El aura
La mujer rota
Salamandra
El club de la muerte
El campo

Televisión
La nena
Ricos y famosos
Verano del ‘98
Cabecita
Tiempo final
El sodero de mi vida
Historias de no creer
Final del juego
Yo soy vos
Mujeres en rojo: Fama
Disputas
Sangre fría
Mujeres asesinas
Soy tu fan
El tiempo no para
Los Graduados

Teatro
Isósceles
El señor Bergman y Dios 
Amanda y Eduardo 
Dios Perro 
Lástima que sea una puta

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