Cantante, compositora, poetisa, actriz y punta de lanza de la femineidad en una escena predominantemente masculina, Fernanda López Camelo nos hizo el honor de regalarnos su tiempo para responder al manojo de torpes preguntas con que inundé su casilla de mensajes.
Ahora bien, cualquier hijo de vecino empieza a reconstruir la suma de sus días alegando que ‘cuando yo era chico tal cosa’, o ‘resulta que de pibe esto otro’… pero Fernanda, pequeña usina de frases aladas, prefiere empezar diciendo que “La punta del ovillo para tejer este ‘poncho de notas con flecos de sol’ comienza en mi casa de niña…”, y este que escribe comprende de inmediato que, por más que machuque el teclado y las ideas, jamás estará a la altura de las circunstancias.
‘El que me enseña los primeros acordes de guitarra es mi hermano. El tenía una banda, ensayaban en casa…yo tenía 6 años, ellos 16….y me había enamorado del guitarrista… jaja!!…me quedaba todo el ensayo escuchando y así de pequeñita me subían al escenario como parte del show para que bailara…Lo mío, más que nada, era expresar la sensación de la música en mi cuerpo’.
Desde aquellos primeros lances a esta parte Fer ha fatigado incontables escenarios, sola o acompañada, unas veces devenida en actriz, otras en cantante, a menudo hibridando ambas disciplinas. Desde finales de la década del ochenta hasta mediados del menemato la suya fue una de las voces que se sumaron al coro del grupo de candombe La Murgandita, y en 2001 –después de un parate de acción y reflección- empezó a coquetear con el formato banda participando en Gato Negro y Ambrosía, con las que cosechó sendos discos. Pero al mismo tiempo despuntaba su carrera como solista “con la ‘guitarrita’, en La Fabriquera, en lo que se llamaba “Letras de Media noche”… Mientras participaba de dos obras de teatro en ese mismo lugar… ’Noche cerrada’ y ‘Expulsados Vodevil’. Esos primeros arrumacos con ‘la guitarrita’ se cristalizaron en un álbum debut, ‘Entender a la Luna’ (2006), apenas la puntita de lo que terminó convirtiéndose en una discografía hecha y derecha: ‘Cícada’ (2008), ‘Desierto’ (2009), ‘Suspendida’ (2010), y el inédito ‘En lo Profundo’, que se muerde las uñas de tantas ganas salir a la calle… ‘Lo que pasa es que no hay un mango!!’.
También está la otra López Camelo, la que se enfunda en purpúreos portaligas para capitanear a la horda de amazonas musiqueras que son las Dirty Diamonds, paroxismo almizclado y vocinglero en formato big band, once mujeres haciéndole pito catalán a los prejuicios misóginos con un swing sacado de las casillas. “No se si hoy, hay tanto contraste entre Las Dirtys y lo que hago como solista…digo en el ‘sentir’… ambas músicas me elevan, y lo pequeño y suave ligado a lo ‘suspendido’, al aire, quedó atrás…’En lo profundo’ es una música más descarnada, habla del buceo en las profundidades de una mujer…
Por supuesto que en la forma son muy distintas: Las Dirtys es pura alegría. La otra, es todo lo contrario. Y si, es el yin y el yang, la luz y la sombra…”. Porfía Fernanda con que, aunque la escena está dominada por los varones, ella sigue convencida y dispuesta a dar batalla. “Uno no puede detener las cabezas de los ‘bobos’… un tipo alegre, es sólo un tipo alegre, pero una mina alegre se convierte una mina ‘facil’, aún todavía…Un bajón!!”
A la pregunta de cómo congenia tamaña actividad con la vida mundana, la de los que tienen una familia constituida, hijos, trabajo, perro y crédito hipotecario, Fernanda responde: “Creo que cuando uno está en tránsito parece todo muy costoso de sobrellevar, pero a la distancia contemplás que cuantas más cosas vividas, cuando uno fue capáz de dar vida y construir, donde uno ya no es el agujero del mundo, hablo del ‘ombligo’, por supuesto…Quiero decir, que no está más ‘sólo’ en el mundo y tuvo que ser generoso… Aquí comienza la posibilidad real ‘de hacer’, con uno mismo y con los demás. No digo que haya que ser padre o madre para eso: podemos gestar y generar infinidad de vida en el camino del arte, pero, si también, tenemos una vida real, que sustente la metáfora”.
Cuatro músicos respaldan el proyecto solista de Fernanda: Germán Giulidoro en guitarra, Maximiliano Mazzuchi en batería, y Ariel ‘El Plumero’ Salinas en bajo. “El papel de ellos es primordial. Creo que yo “soy” con ellos…sin la guitarra de Germán (para mi, uno de los mejores guitarristas que conocí) mi música no tendría el sentido que yo busco, como así la bata del Machu, como también ahora, la incorporación de Ariel le dio cuerpo cierta gravedad que faltaba”. Esta es la formación con la que Fer planea presentarse el próximo sábado 24 de marzo en la Estación Provincial de 17 y 71, junto al trío bonaerense Acorazado Potemkin. Una fecha ecléctica, la oportunidad perfecta para dejarse sugestionar por la atmósfera hipnótica que suelen destilar las presentaciones en vivo de la Fernanda López Camelo solista.
http://www.ferlopezcamelo.com.ar
Fuente: http://www.twitrock.com.ar/musica/informes/fernanda-lopez-camelo-la-musica-en-el-cuerpo.html
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