Habla su director, Roberto Conte20-10-2008 / El enfermo imaginario se despide a lo grande. Esta misma noche a las 21, subirá a escena por última vez y lo hará en el Teatro Municipal Coliseo Podestá.
Allí el grupo de teatro del Colegio de abogados ofrecerá la más popular obra de Molière, que ya presentaron en distintas salas de la ciudad de La Plata por más de 4 mil espectadores.
El elenco está integrado por Juan Annese, Dalila Correia, Elisabeth Correia, Graciela Cris, Pablo Espinosa, Miguel Lo Balbo, Pepe Manso, Alberto Paiz, Oscar Rondita, Héctor Servín, Oscar Sierra, Elisa Vallejo, Mónica Wlasiuk y Luis Zonaro, bajo la dirección del reconocido actor y director, Roberto Conte.
El objeto de esta burlesca sátira es la medicina, tal como se la ejercía y enseñaba en las retrógradas facultades de la época. A 335 años de haber sido escrita, sigue siendo el ejemplo más evidente de supervivencia artística por su humanístico humor y sus indiscutibles méritos literarios.
Aunque Roberto Conte es ingeniero químico, la pasión por el teatro se impuso a su profesión. Luego de algunos años de experiencia, primero en su provincia natal, Santa Fe, y luego en Resistencia (Chaco), llegó a Buenos Aires. Hoy es el director del grupo de teatro del Colegio de Abogados al que comanda desde hace más de 23 años. En una charla con Diagonales, Conte se refirió a esta obra, un suceso que inundó la ciudad durante los últimos dos años.
–¿Por qué Molière?
–Para mí es como una especie de ídolo. Junto con un gran escenógrafo de La Plata al que le vamos a rendir un homenaje en el Coliseo, Otelo Bejero. Igualmente este año es la última función, cerramos el ciclo acá. La obra no se ha modificado sustancialmente, sólo una pequeña adaptación que es lo que siempre pidió Moliére cuando dijo: Todos los que hagan mi obra, hagan lo que quieran con tal de que el público esté conforme, entretenido, que es el objetivo del teatro. Y respetamos su mandato.
–¿Están preparando otras obras?
–Sí, estamos preparando El herrero y el diablo, otra de Juan Carlos Gené y vamos a hacer la reposición de La cantante calva, una obra clásica.
–¿Cómo se conformó el grupo de teatro?
–El teatro tiene esas características donde la gente se junta por un impulso en común. En general no son abogados lo que conforman este grupo, pero se requiere de un soporte institucional para que nos apoyen. Nosotros estamos en una zona cultural que es difícil de pelearla en esta realidad, porque muchas veces no interesa. A nosotros nos interesa el público y no importa dónde la presentamos, por eso la hemos hecho en el Colegio de Abogados, de Martilleros, ahora en el Coliseo, donde se encuentre un espacio para presentarla.
–¿Cómo fue su acercamiento hacia el teatro?
–Yo soy de Santa Fe, hacíamos teatro ahí y un día llegó un profesor que luego fue director del Teatro de la Universidad de Buenos Aires, como tenía título universitario y en este país sólo podías ser profesor de la universidad si tenías título universitario por más que fueras doctor en química, me llamaron para que fuera a Buenos Aires a trabajar como profesor de teatro, y de ahí no paré nunca más. Fui director de la escuela de teatro de Resistencia, y vine a La Plata como director de Comedia de la Provincia y director de la escuela de Teatro. Formé en La Plata mi segundo lugar, nunca más otro lado que no sea La Plata. Estoy como director de teatro del colegio de Abogados desde hace 23 años y se formó dos años antes.
–¿Se puede vivir del teatro en esta ciudad?
–No, mal vivo del teatro. Soy ingeniero químico porque no terminé la carrera de medicina por problemas políticos. Por mandato paterno terminé ingeniería, porque mi papá me decía o estudiás o trabajás. Trabajé tres o cuatro meses como químico, muy poquito porque yo ya estaba sumergido en el mundo del teatro. Y después de tantos años, acá me ves.
Fuente: http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=11395
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