martes, 10 de mayo de 2011

Madama Butterfly en el Teatro Argentino, bajo la mirada de su regisseuse


TEATRO: “MADAME BUTTERFLY” De Giacomo Puccini

Rita Cosentino a cargo de la puesta en escena de esta conocida ópera, habla de su búsqueda y de las tenciones dramáticas que subyacen en las profundidades del argumento.

Rita Cosentino es porteña y hace seis años que vive en Madrid. Lo que no quita para que nos diga, con espontaneidad sincera, “Me encanta La Plata”. En esta oportunidad, el desembarco en nuestra ciudad se debe a su trabajo como regisseuse de una ópera que, para muchos y durante mucho tiempo, significó una bella obra sobre un amor desdichado. Sin embargo, Rita Cosentino redescubrió matices, facetas y comportamientos que profundizan aquél significado. Lo mejor es dejar que hable ella, porque al tomar conocimiento del amplio recorrido de su carrera, sus estudios y lo abarcativo de su mirada artística -como le dije en la charla que mantuvimos- se podrá conocer la solidez de esta nueva puesta en escena.



El recorrido de una creadora singular

Realizó estudios y cursos de danzas con nombres de la talla de Ana Kamien, Alejandro Cervera, Alberto Agüero (que su físico de bailarina demuestra), actuación con David Antín, puesta en escena con Rubén Szumacher, música con Esteban Collado, entre otras actividades dentro de sus múltiples antecedentes. En 1996, egresó con el título de Regisseur de Opera del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.

Rita nos recibió en descanso de uno de los ensayos de Madama Butterly en el Teatro Argentino, aquí nuestra charla.


-Me llamó la atención ver que algunos de tus trabajos están basados en textos de Alejandra Pizarnik, Bertolt Brecht y Samuel Beckett, por eso me referí a tu mirada artística amplia.

-Mi recorrido artístico empieza con la danza y con el teatro donde hice actuación muchos años. Después aparece la música y mis comienzos en Bellas Artes. Llegó todo y todo junto al mismo tiempo: música, teatro, dirección de escena y la danza. Es un poco lo que venía haciendo. Con la dirección de ópera pude reunir esa totalidad. Fue como la pieza faltante (y fundamental) que permite completar un rompecabezas.

-Quiere decir que tu mundo artístico no es solamente la dirección de ópera, que tus fuentes de inspiración son muchas.

-Sí, como sabés hice un espectáculo con textos de Alejandra Pizarnik, también con textos de Brecht. Estrené obras pertenecientes al teatro de la nueva dramaturgia, al teatro contemporáneo. Lo que sucede con la ópera es que tiene tantos planos y son tantas las partes que intervienen que allí pude reunir muchas de las cosas con las que ya venía.


Y ahora, Madame Butterfly

-Y con esta ópera, ¿también tu mirada tan abarcadora influyó para que su argumento pueda tener una lectura actual?

-Cada vez que uno pone en escena un texto, ya sea de teatro o una ópera, como en este caso, está pensando. Es decir, que está volviendo a querer decir algo sobre esa obra. Y ese algo decirlo desde la actualidad.

-Es decir, proponés una mirada desde el presente.

- Exactamente. Además, al texto lo podés llevar al l700 si querés. Lo que sucede es que siempre vas a tener esa mirada desde el presente. Entonces, por más que no sea la época presente en la que transcurre la obra, siempre quiero ver qué me propone, qué es lo que quiero resaltar de sus temáticas, que a veces son muchas, y de todo eso qué es lo que me interesa poner de relieve. Me ubico, ilumino determinada parte, la destaco y a partir de ahí empiezo a ver el concepto de la obra. Actualizo, resignifico de alguna manera una o varias temáticas que ya contiene la obra.

-Y en “Madame Butterfly”, donde no solamente se trata de un amor desengañado sino también hay un personaje, Pinkerton, que es un militar norteamericano, con una psicología que responde a los esquemas de su país, con otra cultura, con otra religión.

-Muy cierto, porque no es un amor no correspondido el de Madame Butterfly, es un amor desengañado. Principalmente, intento plasmar, no sólo a los personajes principales, sino a todo el ambiente y al contexto en que se movían.

Lo que estoy tratando de hacer es focalizar determinadas temáticas que son: el tema de la diferencia, el tema del poderoso por sobre el oriental quien pareciera estar por debajo de ese poderoso que a su vez es el colonialista, el imperialista. A ver qué pasa cuando el otro es diferente. En la obra, este tema está circulando todo el tiempo y se ve en las relaciones de poder.

En el primer acto ubico a Madame Butterfly por primera vez. Ella dice que es geisha, que baila pero nunca la vemos. De hecho, en el segundo acto ella dice “… antes de volver a bailar me prefiero muerta …”. Siempre me he pre guntado qué es lo tremendo de eso, qué es lo que está mostrando si eso fuera simplemente bailar. Entonces, a partir de ahí arranco con esa idea, ver cómo son las relaciones entre las geishas y los niveles de poder entre ellas.

-Imagino todo lo que deben haber significado las interrelaciones entre los distintos niveles jerárquicos en la época en que situaste la acción.

-Es cierto, eran diferencias entre ellas muy marcadas. A Madame Butterfly hay que mostrarla en ese lugar, en un Japón de la posguerra, finalizada la Segunda Guerra Mundial. Hay un adelanto de casi cuarenta años con respecto a la versión original que fue estrenada en 1904, antes de la Primera Guerra Mundial.

En este escenario actual existen vencedores y vencidos. Donde los vencedores se toman más libertades y los vencidos están más sometidos. Porque yo estoy ubicando la acción en la época que va desde 1947 a 1952, durante la ocupación militar. Hay un gobierno de coalición liderado por los americanos en Japón. Cuando el propósito, en apariencia, era reestructurar un país devastado por la guerra.

En ese contexto histórico, es cuando en el primer acto vemos a un teatro japonés, donde las geishas bailan. Y allí es la entrada de ella para el ensayo general de lo que hacen todas las noches. Lo que me permite mostrar en ese ambiente un poco oscuro, no sólo las relaciones entre los personajes sino los juegos de poder.

No olvidemos que en ese país devastado, muerto de hambre, existían las “mujeres de placer” que eran las prostitutas, que atendían a quienes habían ido a instalarse en allí. Esto, en acuerdo entre los japoneses y las tropas del país vencedor.

Es el personaje de Goro el que lleva al teatro, a ese ambiente oscuro, a Pinkerton. Ahí le vende a Butterfly y también negocia el alquiler o la venta de una casa.

No hay que olvidar que la prostitución era ilegal, por lo que Goro transforma la venta en un casamiento, dentro del teatro, para ocultar esa

ilegalidad.

Rita Cosentino habla y relata, con apasionamiento, cómo en un país como Japón las escalas de valores se habían deteriorado en ese contexto de la posguerra. Incluso Pinkerton, en su carácter de diplomático norteamericano siente, en algún momento, la voz de la conciencia.

-En el tercer acto, prosigue, vemos la casa sobre una colina, situada en una zona portuaria, donde abajo está el puerto. La casa es muy precaria porque está dentro de una zona de pobreza.

La obra pasa, entonces, de la irrealidad de lo que sucede en el primer acto a la realidad pura. La relación de Madame Butterfly con Pinkerton está retratada a través del fuerte contraste entre los sentimientos de ambos personajes.

Como Rita Cosentino debe retornar a los en sayos de la ópera, con su puesta en escena concebida a través de nuevas miradas, finalizamos la charla que mantuvo con Aquí La Plata. Aunque al escuchar a esta creadora se puede comprender cómo en el presente el tema de esta “Madame Butterfly” imaginada por ella, o sea la venta de la geisha al poderoso, con sus variantes aún tiene vigencia.

Rita Cosentino regresa a Madrid el 23 de mayo. Más adelante, la esperan en el Uruguay para la puesta en escena, en noviembre, de “Werther”, la obra de Jules Massenet, en el Sodre de Montevideo. Por lo que estará cerca -apenas cruzando el río- de su ciudad natal y de su amado barrio de San Telmo.


Entrevista: Pampi Curuchaga

Fotos: Guillermo Genitti - Teatro Argentino


Madama Butterfly

La ópera de Puccini en el Argentino

Esta nueva producción del primer coliseo bonaerense de la gran ópera de Puccini cuenta con la dirección musical de Tulio Gagliardo Varas, la régie de Rita Cosentino y la participación de un notable elenco de cantantes.

El domingo 15 de mayo 2011 próximo, a las 17, en la Sala “Alberto Ginastera” del Teatro Argentino de La Plata, dependiente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, subirá a escena la ópera “Madama Butterfly”, con música de Giacomo Puccini y libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa.

Fuente: http://www.aquilaplata.com/destacados/48419.html

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