Se trata del encuentro entre Don Podestá, que es el "poyo" del circo criollo y Don Segundo que es el "poyo" de "Los Poyo". Con este juego de palabras los integrantes de la banda platense generadora de un estilo propio en lo musical y en la poesía de las letras que ellos definen como "el sainete rock", presentará su segundo disco "Don Segundo" este domingo en el teatro Coliseo Podestá.
"Tocar en el Coliseo representa todo un desafío que asumimos a partir de que nos fue tan bien el año pasado cuando hicimos una serie de recitales en la sala Roberto Arlt, y además creemos que después de 12 años ya era hora de tocar en un teatro como en el Coliseo", contaron los integrantes de "Los Poyo".
El sainete rock es "una manera de contar historias de barrios y de ciudad a ritmo de rock. Las letras son bastante gráficas, ácidas, tangueras urbanas, rioplatenses, graciosas, románticas, nostálgicas...y la música siempre está dando vueltas sobre los ritmos argentinos y latinos pero con rock. Por eso decimos que es una indefinición de géneros que si se escuchan en conjunto constituyen un todo pero por separado no se pueden clasificar".
Cada canción cuenta una historia como esta: "En una noche cercana/domingo de caravana/dos sueños con brillo propio/ dos cronopios o dos famas/ por un lado Don Segundo/ con un poyo en la mochila/ y un compacto en el ojal/ por el otro haciendo fila/ en la cola del sainete/ Don Podestá que se mete/ saludando a las muchachas...". El grupo encara el tango desde el humor, la ironía y plantea temas de viajes como "Cabaret" un clásico de 1991, que ahora fue incluido en el nuevo compacto, "La comisión", un paso doble, pero también "Piñonel", de Marcelo Bendel, un tradicional ritmo araucano en versión "Poyo".
El grupo, integrado por Ariel Pozas en batería, Guillermo Mazzuca en bajo, Adrián Lachowicz en guitarra, Pablo Schvartzman en piano y saxo y todos en voces, se formó el 2 de abril de 1989, y en sus comienzos realizaron música instrumental. Como todos estudiaban música en Avellaneda "teníamos la posibilidad de realizar música experimental, no convencional. No sonábamos como grupo rock, y empezamos a fusionar el candombe, el tango que en esa época no era muy común, como tampoco hacer recitados en los conciertos. Siempre nos ingeniamos para hacer dos o tres espectáculos por año porque preferimos tocar en teatros y no en bares. Antes también trabajamos con actores y mezclábamos lo musical con lo teatral pero eso quedó en la historia", contaron.
"Para el disco, que grabamos de manera independiente y con el que estamos más que conformes, contamos con la valiosa colaboración de Pablo Lobato que creo la gráfica del primer disco también; Amancio Martínez, que diseñó la gráfica del disco, con dibujos extraídos de revistas antiguas y Luis Aceto que nos ayudó con la masterización", puntualizaron.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20010629/espectaculos10.asp
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