viernes, 8 de junio de 2001

Con todo respeto, Gardel



De una partieron desde un lugar desprejuiciado. Sin llanto, para diferenciarse de los machos tangueros y estableciendo una comparación que a priori puede herir susceptibilidades: "Nuestro Gardel es Charly García". Afirman que tiran abajo para construir porque con esos mismos ladrillos hacen un tango desacartonado y lo hacen irrespetuosamente respetuoso.

De eso se trata Demoliendo tangos, que, a puro bandoneón y piano, nació en París en 1998, ciudad en la que sus autores, Federico Mizrahi y Luis Longhi presentaban "Tango chejoviano". Habían pasado antes por "Brecht Tango", otra creación de ellos y de Daniel Suárez Marzal y por "Borges Brecht Tango", estrenado en 1999 en el teatro La Mestranza de la ciudad de Sevilla.

El espectáculo -que mañana se presentará en el Galpón de la Comedia en la calle 49 entre 3 y 4-, también su CD. "El disco se grabó íntegramente en La Plata con la colaboración de Saverio de Ponti y Manzana Ibarrart. En uno de los temas, 'Adiós Nonino', participaron veinticinco músicos, también de acá, grupo al que se denominó 'la orquesta inestable'", señaló el actor platense Luis Longhi que tiene tantas actuaciones en su haber ("Las alegres mujeres de Shakespeare", "Tato, la leyenda continúa", "Cosecharás tu siembra", "Peor es nada" y "Buenos vecinos" entre otras) como alma y virtuosismo para el bandoneón. Longhi es además el responsable de la puesta en escena y de los textos de "Demoliendo tangos".

En tanto, Federico Mizrahi, arreglador de los clásicos que se interpretan y autor de la mayoría de los temas, realizó innumerables trabajos como arreglador e intérprete, entre ellos del espectáculo "Arrancame la vida", con Chico Novarro, del disco "Andrea Tenuta" y de "Lo que me costó el amor de Laura", de Alejandro Dolina registrado en dos CD.

"Demoliendo tangos es una manera muy personal de acercarse a un género tan vasto como manoseado; sin amagues ni estridencias, sin estereotipos ni vanos sufrimientos", argumenta el dúo de intérpretes para quienes además "Demoliendo..." recurre a un lenguaje muy fílmico, con mucha imagen y evocaciones.

Desde su generación -uno tiene 35 y el otro 36-, Longhi y Mizrahi estallan hacia el tango y hacen un "big bang" de todo lo que mamaron: rock y Charly García a quien le rinden culto y homenaje.

"'Demoliendo tangos' es una explosión de todo lo que sentimos por el tango. Durante muchos años los tangueros se apropiaron del tango y no dejaron entrar a nadie. Nosotros somos tangueros y no lo somos y tenemos un target muy amplio, porque entran los jóvenes y los ortodoxos también. Los tangos clásicos los tocamos clásicos y entonces finalmente nos aceptan. Demoliendo Tangos ulcera las raíces y las regenera invocando traslúcidos duendes de raros peinados devenidos ángeles prostribularios. Demoliendo tangos estalla nuestras fuentes en superficies de placer donde nuestro amor real es como dormir y estar despiertos", concluyen. Sin pedir permiso y con mucho talento para colarse.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20010608/espectaculos6.asp

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