Ernesto Roque Sábato, nació el 24 de Junio de 1911 en la localidad de Rojas, Provincia de Buenos Aires. Fue el décimo de once hijos varones. Le habrían puesto Ernesto por el hermano anterior también llamado Ernesto, que había muerto días antes de nacer él, siendo una criatura. Roque se lo pusieron porque su padre simpatizaba con Roque Sáenz Peña.
"Aquel nombre, aquella tumba, siempre tuvieron para mí algo de nocturno, y tal vez haya sido la causa de mi existencia tan dificultosa, al haber sido marcado por esa tragedia", escribió Sábato en "Antes del fin" (1999).
Sus padres, Giovannina Ferraro y Francesco María Sábato –en la Argentina adoptaron los nombres de Juana María Ferrari y Francisco Sábato– nacieron en Calabria, Italia. En la Argentina se establecieron en Rojas.
Desde chico escribía y pintaba -pasiones que lo acompañarán toda su vida-, pasaba horas mirando el cielo y dibujando las estrellas.
En 1923 termina los estudios primarios en la Escuela N° 1 de Rojas.
"Recuerdo sobre todo, a la señorita Ozán, enérgica, inteligente, que me daría la mejor base para todo lo que hice después”, dijo alguna vez Sábato al recordar a una de sus maestras del colegio primario.
Al año siguiente sus padres lo envían a La Plata, en donde su hermano Juan cursaba ingeniería, y comienza el secundario en el Colegio Nacional. Tiene como profesor de castellano a Pedro Henríquez Ureña, quien tendría una gran importancia en la vida del escritor.
"Muchas lágrimas derramé en aquel año infinito. Y sufrí muchas humillaciones por mi condición de chico de campo en medio de los que venían de la escuela primaria de la Universidad, que se conocían, que eran amigos. En mis doce años me imaginaba que se reían de mi porte payucano y me sentía absolutamente solo. [...] por primera vez en mi vida encontré consuelo y seguridad en el universo matemático.", contaría años más tarde Sábato al rememorar sus primeros pasos en nuestra ciudad.
En 1926 comenzó a vincularse con grupos comunistas y anarquistas. Estaba rodeado de compañeros comunistas, que le señalaban las fallas del anarquismo, movimiento con el que simpatizaba Ernesto en ese tiempo.
Dos años más tarde, durante el último año del bachillerato, entabló amistad con el profesor de literatura de otra división, nada menos que Ezequiel Martínez Estrada, quien compartía su pasión por el ajedrez. Ese año se jugó en nuestro país el campeonato mundial de ajedrez y allí conoció a Alekhine y a Capablanca.
Sábato -que fue campeón del colegio- llegó a dejar sus estudios por su fanatismo por este juego. Leyó libros especializados, analizó jugadas célebres, hasta que entendió que "era una enorme estupidez", dejo a un lado el ajedrez, retomo los estudios y se recibió. "Sin embargo, aquella fue la época más feliz de mi vida. Quizá la única en que fui feliz", aseguró el escritor años más tarde.
En 1929 ingresa a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de Universidad Nacional de La Plata y al año siguiente se vuelca del anarquismo al comunismo. Se incorpora a la Juventud comunista. A partir del golpe militar de Uriburu, Sábato vive en la clandestinidad. Comienza a descuidar sus estudios, que luego abandonará.
En 1933 es nombrado secretario de la Juventud Comunista de La Plata, Provincia de Buenos Aires.
En este año conoce a Matilde Kusminsky Richter –su futura esposa y compañera de toda la vida–. El encuentro fue en casa de Hilda Schiller, hija del geólogo Walter Schiller, en donde Sábato daba un curso sobre marxismo. Matilde cursaba ingeniería en La Plata y era amiga de Hilda. Ernesto dice que fue un caso de amor a primera vista. Matilde lo rocordó así: "Fue todo bastante complejo. Se combinaron muchas cosas. Era un momento de cambios cruciales en mi vida, un momento en el que se mezclaba el amor que despertaba en mí un ser tan personal, de una inteligencia que me había encandilado y que al mismo tiempo me conmovía por su apasionada sensibilidad y las ansias de remediar males ancestrales".
Por esta época abandona sus estudios, deja a la familia y se instala en Avellaneda. Es perseguido por la Sección Especial contra el Comunismo. Con nombres falsos cambia de pensión cada tanto. Recorre los frigoríficos de Berisso y Avellaneda, reparte manifiestos, participa en la organización de huelgas, viaja al interior del país.
"Esos obreros no creían en casi nadie, y tenían todo el derecho a esa desilusionada actitud. Bien recuerdo la desconfianza con que nos veían llegar a nosotros, estudiantes revolucionarios, hasta sus piezuchas de zinc, donde vivían amontonados de a cinco o de seis -padres, hijos e hijas, hermanos- entre los verdes, malolientes, mefíticos pantanos que rodeaban a los frigoríficos. Hoscos y tristes, miraban nuestras manos de estudiantes sin callos, nuestros trajes, acostumbrados como estaban a no recibir sino injusticias y castigos de la llamada gente decente. ¡Y cómo nos querían luego, cómo toda su ansia de justicia y reconocimiento la depositaban en ese cariño hacia nosotros!”, recordó Sábato años más tarde en "El otro rostro del peronismo".
Hacia 1934 comenzaron sus dudas sobre el comunismo y sobre la dictadura de Stalin. El Partido, que advirtió esta desviación en él, decidió enviarlo por dos años a las Escuelas Leninistas de Moscú –"en donde uno se curaba o terminaba en un gulag o en un hospital psiquiátrico"–. Matilde quedó oculta en la casa de Juana Ferrari, mamá de Sábato. Antes de Moscú, Ernesto tenía que ir al Congreso contra el Fascismo y la guerra, en Bruselas. Allí cometió el error de comentarle sus dudas a un compañero de cuarto que era dirigente del Comité Central de la Juventud Francesa. Supo de los "procesos" de Moscú, comprendió que si iba no volvería más y se escapó a París. Así se alejó del comunismo. De regreso al país, se dedica de lleno a sus estudios.
"En conversaciones con camaradas íntimos yo sostuve que la dialéctica era aplicable a los hechos del espíritu, pero no a los de la naturaleza, de modo que el "materialismo dialéctico" era toda una contradicción." "...muchos años más tarde, en un encuentro teórico realizado en la Mutualité de París, se debatió ese problema entre grandes filósofos como Sartre y otros, en el que sostuvo precisamente lo mismo.”, reflexionó más tarde Sábato en "Antes del fin".
En 1936 se casó con Matilde Kusminsky Richter por civil, con autorización de un juez de menores y en 1937 obtuvo su doctorado en Ciencias Físico-matemáticas.
La Revista Astronómica, de la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía publica "Como construí un telescopio de 8 pulgadas de abertura", en separata de la revista. Este sería su primer trabajo publicado en formato de libro.
El 25 de Mayo de 1938 nació en La Plata Jorge Federico, primer hijo de Ernesto y Matilde. La Asociación Argentina para el progreso de las Ciencias, mediante intervención del Dr. Houssay le otorga una beca para trabajar en el laboratorio Jolliot-Curie de París. Viaja a la Ciudad Luz con Matilde y su hijo Jorge. Allí se vincula con artistas surrealistas, como Domínguez, Breton, Matta, Lam, Francés, entre otros. Comienza a escribir su novela "La fuente muda", título tomado de un verso de Antonio Machado.
Finalmente, Matilde y Jorge regresaron a La Plata, donde vivieron con la madre de Ernesto.
"En el Laboratorio Curie, en una de las más altas metas a las que podía aspirar un físico, me encontré vacío de sentido. Golpeado por el descreimiento, seguí avanzando por una fuerte inercia que mi alma rechazaba”, reflexionaría Sábato en "Antes del fín" sobre aquellos años.
En esta época (1940-1945), rompió finalmente con la ciencia, para dedicarse por completo a la literatura. Luego de su crisis en París, en donde comienza a descreer de la ciencia, continúa debido a compromisos con sus amistades y a la necesidad de trabajar. A la par comienza sus actividades literarias.
En 1940 regresó a Buenos Aires, con la decisión de abandonar la ciencia, pero por cumplir con quienes le habían dado la beca enseña en la Universidad de La Plata, en la cátedra de ingreso a Ingeniería y en un postgrado sobre Relatividad y Mecánica Cuántica. Tuvo como alumnos, entre otros, a Balzeiro y Mario Bunge.
En 1941 aparece lo que según Sábato sería su primer "trabajito literario", un artículo sobre "La invención de Morel" de Adolfo Bioy Casares, en la revista Teseo de La Plata. Publica su primer colaboración en la revista Sur, por la intervención de Pedro Henríquez Ureña, su antiguo profesor, quién luego de leer el trabajo sobre Bioy, le ofrece llevarle algún escrito a Sur. Luego José Bianco, del comité de colaboración de la revista, sita a Ernesto y a parte de ofrecerle seguir publicando, le encarga la sección "Calendario". También sale en revista Conducta un artículo sobre el filme de Orson Wells "El ciudadano Kane" y en la revista Movimiento sobre la traducción científica.
Comienza su relación con la gente del "Grupo Sur". Conoce entre tantos otros a Victoria Ocampo, directora de la revista, Adolfo Bioy Casares y en casa de este a Jorge Luis Borges. "Sur" fue como una segunda universidad para Sábato, siempre recordará en notas y charlas las reuniones en su casa, en la de Victoria, Bioy y Borges, en donde podían estar tardes y noches enteras hablando de literatura, filosofía, etc.
En 1942 la editorial Teseo de La Plata publica la Plaquette Tres glosas, que reúne los tres artículos publicados en 1941. Colabora en la revista Sur con reseñas de libros, se encarga de la sección "Calendario" y participa del "Desagravio a Borges" en el Nº 94 de Sur. Publica artículos en el Diario La Nación y se publica su traducción de "Nacimiento y muerte del sol" de George Gamow.
En 1943, Sábato ya se había mudado a un departamento que alquilaba en el barrio porteño de Palermo y poco tiempo después, tras una breve estadía en Córdoba donde terminó la redacción de su primer libro, se instaló definitivamente en Santos Lugares. A pesar de ello, sus padres continuaban viviendo en La Plata y su relación con la ciudad continuaría tanto en su aspecto familiar como por sus ocupaciones docentes en la Universidad hasta que abandonó definitivamente la ciencia.
Ernesto Sábato 1911-2011 Hasta siempre Maestro
La Universidad Nacional de La Plata manifiesta su hondo pesar por el deceso del maestro Ernesto Sábato.
El gran escritor y ensayista argentino forjó su ideas en las aulas de esta Universidad; primero como estudiante en el Colegio Nacional y luego en la antigua Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, convirtiéndose así en uno de nuestros graduados más ilustres.
En el año 1992, Ernesto Sábato fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Plata.
La comunidad de la UNLP lamenta profundamente su partida. Por ello, la Presidencia de la Universidad resuelve declarar jornada de duelo –sin interrupción de las actividades académicas y administrativas- hasta el lunes 2 de mayo, en todas sus dependencias.
Hubo minuto de silencio por el fallecimiento de Ernesto Sábato
A los 99 años, el escritor de “El Tunel”, “Sobre héroes y tumbas”, entre otros, falleció en Buenos Aires, luego de varios años donde su salud se vio desmejorada.
Sábato quien nació en Rojas, Provincia de Buenos Aires, se crió en la ciudad de La Plata, donde estudió en el colegio Nacional para luego inscribirse en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata.
Muy ligado al fútbol jugó en su adolescencia en la divisiones inferiores de Estudiantes y a la hora de describirse como jugador marcó que “no era un virtuoso, hay que aclararlo y aceptarlo, pero iba y volvía y no daba pelota por perdida”.
El 5 de diciembre de 2004 se hizo presente por última vez en el estadio de 1 y 57 a ver un partido de su querido equipo. Homenajeado recibió una casaca del Pincha con su nombre, y el saludo de los hinchas presentes, en la derrota por 2 a 0 ante Vélez.
Con el recuerdo y la ovación, los hinchas albirrojos le rindieron tributo al presitigioso escritor, ligado a los colores del León.
http://www.cielosports.com/index.php?ver_nota=30996
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20110501/ernesto-sabato-plata-20110501101903.htm
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