Archivo virtual destinado a difundir la Actividad Teatral de la Ciudad de La Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires, República Argentina
miércoles, 30 de junio de 2010
Calu Rivero: Belleza en estado puro
¿Por qué es un clásico? I | Esperando a Godot
"Para no morir": Muñeca sin dueño
“Para no morir”, de Nelson Mallach. Actuación: Nora Oneto. Escenografía y vestuario: Cristina Pineda. Iluminación: Federico Genovés. Asistente de dirección: Jorgelina Pérez. Dirección: Nelson Mallach. Espacio 44, Avda. 44 Nº 496, entre 4 y 5. Sábados 20 hs.
En el programa de mano de "Para no morir", su autor, Nelson Mallach, señala haberse inspirado en la cosmogonía del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti (1909-1994), y menciona puntualmente dos de sus novelas: "La Vida breve" (1950) y "El astillero" (1961).
Onetti es considerado por muchos analistas (entre ellos, Luis Harss en "Los Nuestros"), como el lobo estepario de las letras uruguayas. Al igual que su admirado Roberto Arlt y su maestro William Faulkner, que descubrían abismos insospechados en la vida cotidiana, Onetti fue un pintor y buceador del alma humana, rastreando lo metafísico en lo miscroscópico. Nihilista y kafkiano a ultranza, como la mayoría de los escritores de su generación, sus personajes son parias espirituales, desterrados morales. Hay en ellos una desesperada nostalgia por la juventud, la inocencia y la pureza desvanecidas y una obsesión por el sentimiento de culpa.
Al referirse a su obra maestra, "La vida breve", el propio Onetti dijo: "Yo quería hablar de varias vidas breves, decir que varias personas podían llevar varias vidas breves. Compartirlas, transferírselas mutuamente. Al terminar una, empezaba la otra, sin principio ni fin. Claro que las "varias" vidas breves son en realidad una, multiplicada por relevos, muchas veces. Se turnan, a intervalos irregulares, en los que cierta configuración de personas regresa, se transforma en otra parecida, y muere para renacer."
En la pieza escrita y dirigida por Nelson Mallach, la protagonista es una mujer y todas las mujeres. Una adolescente (como tantas adolescentes seudovirginales de Onetti), y a la vez su sirvienta y su profesora. La trama es mínima, como lo es la secuencia cronológica: todo parece acontecer simultáneamente, en un eterno presente. La eternidad es ahora.
El lugar: una fábrica de ladrillos abandonada, cuyo dueño está preso o muerto. Un dormitorio oscuro y decrépito, casi una celda, y atrás la alta chimenea del horno que invita al suicidio. El personaje: una "niña vieja" que muta una y otra vez, como un ritual necesario para mantenerse viva; juega al gato y al ratón; recuerda, fabula, sueña con una vida mejor que nunca llegará. Tal vez, con suerte, el agua del pozo o foso que circunda su palafito, la tape y la libere de una vez para siempre.
En medio de tanta sordidez, un toque de humor: la excitante clase de geografía reproductiva. Oportuno quiebre en el tono general de la puesta.
Nora Oneto da vida a los personajes de la obra de modo tal que el espectador puede ver y distinguir a estas tres mujeres, como así también al padre ausente (gran titiritero) y al viejo pretendiente. Su voz, sus gestos, su cuerpo, todos instrumentos idóneos puestos al servicio de la metamorfosis. Notable labor.
Ningún elemento está puesto al azar. Esa papa (¿papá?) húmeda, como la mano sudorosa de la niña en el entierro de su madre; el calzado embarrado de la profesora; el balde-foso de la sirvienta, su cuchillo, la medallita-cotillón de la jovencita, el bastón fálico de la profesora. El vestuario y la peluca: lograda economía de recursos para la transformación. La puesta de luces: precisa y sugerente.
"Para no morir": el juego de las máscaras. Teatro en estado puro.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/edis/20100630/espectaculos39.htm
Revista de Teatro Funámbulos N° 32
En este nuevo número de la Revista Funámbulos dedicada a pensar el teatro de la ciudad de Buenos Aires intenta determinar qué es y cómo funciona una sala independiente en términos concretos (ubicación geográfica, sistema de subsidios, cantidad de butacas o posibilidades de legitimación). El circuito teatral hoy. También se pregunta ¿para qué y para quién se sigue haciendo teatro? Su forma de concebirlo y pensarlo.
El teatro no es lo que era, insistimos, pero no por una cuestión nostálgica (no porque todo tiempo pasado sea mejor), sino porque todas las reglas del juego o cambiaron o ya no significan lo mismo, ni en el teatro, ni en las artes, ni en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana. Por eso nos invitamos y los invitamos a pensar esta época mientras preparamos el próximo número en el que les prometemos (y nos prometemos) hacer un recconto crítico de los últimos diez años del teatro de la ciudad.
Índice:
Editorial. Ana Durán y Federico Irazábal.
Teatro sin sombra. Federico Irazábal.
El sujeto espectador. Ana Durán y Sonia Jaroslavsky.
El público. Marcelo Urresti.
Del off al comercial. Malala González.
El off. primera parte. Mónica Berman.
El off. segunda parte. Lucho Bordegaray.
La actuación como obra de arte. Karina Mauro.
Lo que vendrá. Malala González, Mónica Berman y Sonia Jaroslavsky.
Serenidad del lenguaje. Ignacio Apolo.
Suerte que está por venir. Isabel Sala.
Datos de la revista:
Funámbulos
Año: 12
N° 32
Otoño 2010
Dirección: Ana Durán y Federico Irazábal
Producción: Andrea Hanna
Marketing y publicidad: Leticia Hernando
Diseño: Hugo Salas
Colaboradores: Mónica Berman, Lucho Bordegaray, Malala González, Sonia Jaroslavsky, Karina Mauro, Marcelo Urresti.
Se consigue en:
C.C. de la Cooperación (librería). Av. Corrientes 1543.
ElKafka. Lambaré 866.
Salort. Librería teatral. (Teatro San Martín). Av. Corrientes 1531.
En los kioskos de diarios y revistas de la Avenida Corrientes.
http://funambulosteatro.blogspot.com/
Fuente: http://www.alternativateatral.com/nota480-funambulos-n-32
martes, 29 de junio de 2010
Rigoletto estuvo presente en el Teatro Argentino
El Teatro Argentino presentó "Rigoletto" de Giuseppe Verdi el pasado 27 de junio con una nueva puesta escénica que contó con la mayoría de artistas de su elenco estable. Salvo la soprano española Sabina Puértolas, el resto esta emparentado de una manera u otra al coliseo platense, orgullo de nuestro país y un bravo tras otro aplaudiendo de pie hasta que las palmas de ambas manos ya no se sientan... Increíble, soberbia, exquisita y perfecta representación de la ópera del genial compositor italiano Giuseppe Verdi con libreto de Francesco Maria Piave.
Por Alejandro Villarreal
Un elenco que guiados por un Rigoletto caracterizado de manera impecable por el barítono Lisandro Guinis realizó una puesta inolvidable de la historia del bufón del Duque de Mantua.
Cuando la mano viene bien barajada el resultado final ya se conoce, y eso se sentía con solo observar el primer acto. Ya se sabía que nada iba a fallar y esa seguridad se vio con creces premiada según pasaban los actos. Feliz y orgulloso me sentí de presenciar tan soberbio acto de trabajo en conjunto, profesionales realizando su labor por un resultado común, cada cosa en su lugar y una escenografía efectiva y simple, digna de una mente que sabe encontrar en lo sencillo, lo ideal. Un aplauso interminable para todos los que hicieron posible semejante obra de arte sobre el arte mismo. El Teatro Argentino con esta puesta de la ópera "Rigoletto" se recibe de columna vertebral del arte lírico en nuestro país y en toda Latinoamérica, todo lo hecho hasta ahora desde su reinauguración fue magnífico, pero lo del domingo 27 de junio pasado fue soberbio. Digno de un diez y un aprobación indiscutible para un Teatro que sin duda se encuentra a la altura del gran Teatro Colón. Obviamente sacando la historia del medio y dejando solo el presente como punto de evaluación, el Colón y el Argentino están a la par. Ya no entiendo aquello que titula al Argentino como el segundo coliseo de nuestro país. En vistas de lo hecho en la actualidad, el Argentino tiene entidad e identidad propia y eso hoy es innegable.
Una velada inolvidable
Pasadas las 18:30 comenzaron a sonar los primeros acordes del preludio de la ópera "Rigoletto" de Giuseppe Verdi, esos casi tres minutos sirvieron de marco para intuir lo que venía. Sí claro que el objetivo del preludio es ese pero en este caso fue a telón abierto. A la vista, una escenografía muy lograda con una iluminación que marcaba lo lúgubre de la puesta y una figura que asomaba dejando tras de sí un halo de misterio, con un andar sigiloso y movimientos extraños. Era el barítono Lisandro Guinis en la piel de Rigoletto, el bufón jorobado y deforme del Duque de Mantua. Sin temor a equivocarme, en nuestro país no hubo un Rigoletto tan bien logrado en todas sus facetas desde aquella presentación de Leo Nucci (un experto en el rol) en el año 1997 en nuestro Teatro Colón. Claro está que es el papel para que todo barítono se luzca y Lisandro Guinis lo sabe y lo hizo, brillante interpretación vocal, con un caudal de voz importante y sin altibajos. Cínico y tierno, mordaz y emotivo a la vez, Guinis no tuvo fallas en su interpretación que acompañó con una actuación increíble, estudiada, pensada de principio a fin. Su andar fue parejo, dueño del escenario Guinis supo conjugar voz, actuación y acción de manera impecable. Un bravo y de pie para Lisandro Guinis que nos dejó una interpretación del bufón que se recordará en el tiempo.
La soprano española Sabina Puértolas construyó una Gilda descarnada y sentimental. La hija de Rigoletto es en esencia un ser tierno, dócil e inocente; Puértolas fue todo eso y más. Nos entregó una Gilda con presencia propia, le dio una entidad única al rol. Gilda no solo es aquella niña inocente enamorada sino que también es esa mujer de carácter que sufre y se enoja ante el amor no correspondido. Una voz importante para un papel difícil en lo técnico, salvo dos pequeñas fallas en el aria "Caro nome" Puértolas dejó una interpretación perfecta. Por su parte el tenor internacional Darío Schmunck fue un Duque de Mantua correcto, buen caudal de voz y excelente técnica. Schmunck que sabe de desafíos importantes, actuó en la Royal Opera House de Londres, tenía con esta presencia en el Argentino una especie de deseo cumplido, una cuenta saldada y vaya si lo hizo.
Todos cumplieron de manera perfecta con su rol, insisto fue una puesta inolvidable para nuestro país y siento con gran orgullo el ser testigo presente de lo que allí sucedió. A grandes rasgos; el Coro Estable con la preparación de Miguel Martínez fue brillante, gran presencia y gran dominio de la acción. Christian Peregrino como Sparafucile y Mónica Sardi como Maddalena no faltaron a la cita y estuvieron a la altura de lo que iba sucediendo, sumando el profesionalismo y la técnica que los caracteriza como artistas.
La puesta en escena de Pablo Maritano y la escenografía de Daniel Feijóo más el vestuario de Sofía Di Nunzio y la iluminación de Gabriel Lorenti hicieron de cada escena una fotografía, de cada acto un regocijo lleno de credibilidad y presencia artística. Una escenografía muy bien lograda y pensada que se adecua de manera ágil a la acción que allí sucede. La Orquesta a cargo de Guillermo Brizzio sonó correcta y la unión con el escenario fue excelente. Para finalizar, reitero: cuando todos cumplen con su labor, cuando esta cuidado hasta el mínimo detalle, cuando la suma de profesionalismo da como resultado que todo sea sencillo, la vida va naturalmente y eso fue lo que sucedió en el Teatro Argentino ese domingo por la tarde noche en que asistimos a un momento de la vida de Rigoletto, el bufón jorobado del duque de Mantua… nada más, nada menos.
Alejandro Villarreal
Director de hagaselamusica.com
Fuente: http://www.hagaselamusica.com/notas/editoriales-hlm/rigoletto-estuvo-presente-en-el-teatro-argentino/
La regla del juego del amor es sufrir
29/06/10
Crítica Rigoletto. La ópera de Verdi, en manos de Pablo Maritano, obtiene óptimos resultados dramáticos.
Por Sandra De La Fuente. Especial Para Clarín
La historia cuenta que Verdi, apremiado por su obsesión dramática, gritaba y soltaba las más espantosas crueldades a su elenco hasta que lograba lo que buscaba. Se asegura también que con su insatisfacción y perfeccionismo cambió el modo de concebir la ópera, que hasta ese momento sólo atendía la más correcta interpretación de la música.
Según dejan ver las numerosas fotos que ilustran el programa de mano, el director de escena Pablo Maritano no necesitó perder el humor para obtener óptimos resultados dramáticos en esta nueva producción de Rigoletto que subió al escenario del Teatro Argentino en La Plata.
Afortunadamente, Maritano parece haber seguido a Verdi en espíritu, pero no en carácter. Fue directamente al asunto y sin obertura se zambulló directamente en la tragedia.
Sin medias tintas, el palacio del Duque es oscuro y sórdido. Escaleras arriba apenas los cuerpos desnudos en bacanales orgías y la seda de los vestuarios dan color, brillo y calor. Escaleras abajo, es el pálido rosado de la ingenua Gilda el que ilumina la escena. El resto es drama exquisitamente interpretado por el cuerpo de cantantes e instrumentistas dirigidos por la batuta de Guillermo Brizzio.
Aunque no es fácil asegurarlo, es probable que la poca proyección de las voces en las escenas del palacio -apartadas de la boca de escenario-- se deba antes a fallas acústicas del teatro que a la pericia de los cantantes. En más de un pasaje la orquesta reducía al mínimo su rango dinámico para dar más aire al canto y es necesario apuntar que en algunas ocasiones, al menos desde la platea baja donde estaba esta cronista, el objetivo se cumplía a medias.
Pero más allá de este asunto al que el oído termina habituándose, el desempeño musical fue extraordinario. Las voces siguen los rasgos de su personaje. En la de Lisandro Guinis, el genial Rigoletto de esta puesta, se filtran las rugosidades del atormentado antihéroe. Y en la de la española Sabina Puértolas, Gilda, el tono cándido de una adolescente enamorada.
Darío Schmunck, el Duque de Mantua, parecía lidiar con los cambios de registro y sin duda su emisión fue la más afectada. Sin embargo, su Duque brilló endurecido en la lujuria y pareció rendirse ante la incondicionalidad de un amor.
La entrega dramática alcanzó también a las figuras comprimarias tanto a Christian Peregrino --en la piel de un implacable Sparfucile-- y a Mónica Sardi --la audaz y embriagadora Maddalena- como al resto del elenco. El coro también tuvo un desempeño magnífico.
lunes, 28 de junio de 2010
Una notable producción y elenco de Rigoletto en el Teatro Argentino
En cuanto a lo espectacular, desde la apertura del telón el diseño escenográfico de Daniel Feijóo y la iluminación de de Gabriel Lorenti crearon un clima que captó el interés de lo que sucedió en escena. Con una escenografía funcional que permitió un cambio visual cinematográfico por la rapidez en lograrlo. Vuelven a ser muy sugestivos los efectos logrados en el último acto y la significación simbólica que alcanza el puente levadizo. El diseño del vestuario a cargo de Sofía Di Nunzio también llamó la atención por la prestancia y originalidad que me parece es la marca de lo logrado. La puesta en escena en sí de Pablo Maritano también se hace acreedora a los mismos adjetivos por el interés suscitado.
El reparto estará integrado por Lisandro Guinis (27, 4 y 8) y Fabián Veloz (1 y 10) como Rigoletto; Sabina Puertolas (27, 4 y 8) y Eleonora Sancho (1 y 10) como Gilda; Darío Schmunck (27, 4 y 8) y Leonardo Pastore (1 y 10) como el Duque de Mantua; Christian Peregrino (27, 4 y 8) y Ariel Cazes (1 y 10) como Sparafucile; Florencia Machado (27, 4 y 8) y Mónica Sardi (1 y 10) como Maddalena; Ernesto Bauer (27, 4 y 8) y Gustavo Feulién (1 y 10) como el Conde Monterone; Luis Alberto Jáuregui Lorda (27, 4 y 8) y Víctor Castells (1 y 10) como el Conde Ceprano; Sergio Spina (27, 4 y 8) y Emanuel Esteban (1 y 10) como Borsa; Emiliano Bulacios (27, 4 y 8) y Ricardo Crampton (1 y 10) como Marullo; Matilde Isnardi (27, 4 y 8) y Susana Paladino (1 y 10) como Giovanna; Oriana Favaro (27, 4 y 8) y Ximena Ibarrolaza (1 y 10) como la Condesa Ceprano; Cecilia Pastawski (27, 4 y 8) y Victoria Gaeta (1 y 10) como Paje y Juan Fernández Mendy (27, 4 y 8) y Jorge Koszarek (1 y 10) como Ujier. La dirección musical estará a cargo de Guillermo Brizzio y la puesta en escena de Pablo Maritano. La escenografía le corresponde a Daniel Feijóo, el vestuario a Sofía Di Nunzio y la iluminación a Gabriel Lorenti. El Coro Estable contará con la preparación de Miguel Martínez. Habrá nuevas funciones el jueves 1° de julio, a las 20.30; el domingo 4, a las 17 y el jueves 8 y sábado 10, a las 20.30. Hay entradas desde $ 15, con descuento para jubilados y pensionados, disponibles en las boleterías del Teatro, de martes a domingos, de 10 a 20, o a través de Ticketek, a los teléfonos 4477200 (La Plata) y 52377200 (Capital Federal). Quienes se encuentren en Capital Federal o sus cercanías disponen de un servicio de ómnibus que parten desde la Casa de la Provincia de Buenos Aires, Callao 237, dos horas y media antes del horario del espectáculo, y regresan al mismo sitio luego de la función. Los pasajes de ida y vuelta tienen un valor de $ 40 y pueden ser adquiridos con anticipación por medio de Ticketek. Para más detalles, consultar el sitio WEB www.teatroargentino.gba.gov.ar o comunicarse gratuitamente al Tel. 0800-666-5151.
Fuente: http://operadesdehoy.blogspot.com/2010/06/una-notable-produccion-y-elenco-de.html
Entradas para la ópera Rigoletto de Verdi
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
El área de Discursos Musicales pone a disposición entradas para la función del jueves 1° de julio en el Teatro Argentino de La Plata.
La función será a las 20:30 hs. en la Sala "Alberto Ginastera" del Teatro Argentino. Dicha presentación cuenta con la dirección musical de Guillermo Brizzio, dirección de escena de Pablo Maritano y la presencia del Coro y Orquesta Estables del Teatro Argentino.
Los interesados deberán inscribirse en Preceptoría hasta el día 29 de junio.
Más información:
http://www.teatroargentino.ic.gba.gov.ar/2010/opera_rigoletto.html
Email de contacto: ra.ude.plnu.abb@noicacinumoc
Fuente: http://www.bba.unlp.edu.ar/articulo/2010/6/27/entradas_rigoletto_1julio2010
Darío Schmunck
28/06/10
Volver al Argentino. El tenor que deseaba cantar en Londres, triunfó allí e hizo el camino de regreso para ser profeta en su tierra.
PorEduardo Slusarczuk
Cuando decidió volar hacia Europa, Darío Schmunck llevaba en su equipaje un par de ilusiones inmediatas, y el pasaje de regreso en mente para un par de años después. “Nunca fui un tipo de proyectarme a largo plazo, de soñar con cantar en La Scala de Milán, o en lugares así. Porque si no dormís soñando cosas así, podés llegar a frustrarte. Y eso es algo que pasa mucho en este tipo de actividad, en este mundo”, argumenta.
El tipo de actividad del que habla Schmunck es el canto lírico, y su mundo es, en gran medida, el de la ópera, al que llegó desde el rock hace poco más de dos décadas, empujado por el “sueño principal de vivir de la música”. “Nunca pensé que iba a cantar ópera. Yo cantaba rock, y empecé a estudiar para llegar a cantar en el coro del Argentino de la Plata y punto. Pero apareció la ópera, y elegí cambiar de rumbo”, recuerda.
Cuenta el tenor que a partir de entonces fue haciendo “los pasos naturales”. Primero un rol, después otro, una Flauta mágica en el Teatro Colón, una propuesta de audición en Alemania, un contrato, un pedido de licencia en el teatro platense, un vuelo directo a Essen, y los sueños más urgentes en marcha.
Sin embargo, la decisión de subirse al avión abrió las puertas de un mapa que no tenía fronteras a la vista. El cambio de planes llegó en 1999, de la mano de una Maria Stuarda, de Gaetano Donizetti. “Llamé, pedí la renuncia, devolví el pasaje, y ya no volví más”, resume.
“Sin darme cuenta, los sueños se iban cumpliendo”, dice. Y, aunque intenta poner en su justa medida cada paso dado – “Lo de La Scala, como vino también pasó, como sucedió con el Colón, y con otros grandes teatros”, comenta-, el tono cambia cuando aparece Londres en el itinerario que recorre con la memoria. “Siempre pensaba lo lindo que sería cantar allí, en gran medida porque los grupos de rock que más me gustan vienen de Inglaterra. Deep Purple, Black Sabbath... Además, es una cultura tan distinta. Es una ciudad impresionante. La más grossa que hay en Europa, en cuanto a la variedad de lo que se puede ver. Tiene una apertura enorme, al mismo tiempo que una gran personalidad. Ahí conviven el punk con el tipo del bombín al lado”, explica Schmunck.
“La primera vez que canté en Londres fue un cover que hice en un Dom Sébastiem, de Donizetti. Se hacía en concierto, para Opera Rara, en 2005 o 2006. Un año más tarde, canté La Juive, de Jacques Halevy; con la orquesta de la Royal Opera House, grabamos La Straniera, de Vincenzo Bellini. Y el año pasado hice I Capuleti e i Montecchi, del mismo autor”, puntea Schmunck.
Y sigue: “Entrar en el Royal Opera House, en el Covent Garden, fue impresionante. Recuerdo que lo primero que hice cuando llegué fue recorrer los pasillos y los rincones del teatro. Y que mientras miraba las fotos de la gente que cantó allí, desde 1800 y pico hasta ahora, en la sala que precede a la principal, pensaba: ‘Puta, éste cantó acá. Este otro también’, sintiendo que todo eso queda impregnado en los muros, en el lugar. Imaginate que son 2000 personas que vibran con los cantantes que pasan por ahí. Y algo de eso queda. Me pasa en todos los teatros. Pero estar allí era como una graduación.”
Entonces, Schmunck, el recientemente nombrado ciudadano ilustre del municipio de San Martín, por donde paseaba sus sueños adolescentes de cantante, desempolva sus anécdotas del Covent Garden, y en el relato toma forma un seleccionado de la lírica. “El barítono Dmitri Hvorostovsky, el tenor Roberto Alagna, la soprano Anna Netrebko, la mezzo Elina Garanca”, enumera el cantante, y se ríe cuando rescata el momento de su espadeo con la mezzo letona: “Ella tenía que golpear con toda su fuerza, para que se escuchara el golpe metálico. Pero puse mal la mano, y lo que se escuchó fue el toc de su espada contra mi dedo, que todavía está insensible. Eso sí –aclara-: la escena quedó bárbara.”
Y, aunque la consigna está cumplida, Schmunck elige cerrar con un sueño que alimenta desde el mismo día que anulaba su reserva Essen – Ezeiza, poco más de una década atrás, y que se está cumpliendo mientras lo cuenta. “Volver al Argentino siempre fue una cuenta pendiente, una especie de sueño. Canté ahí, cuando aún no existía la sala nueva, en el Teatro Rocha, justo antes de irme, 13 años atrás. Y a pesar de que siempre hubo propuestas, desde hace dos o tres años, se iban frustrando, porque sentía que el rol no era apropiado para mi voz, porque tenía algún compromiso establecido para la misma fecha. Sin embargo, esta vez fue distinto”, concluye, antes de despedirse rumbo al Teatro Argentino de La Plata para interpretar al Duque de Mantua en el ensayo general del Rigoletto que estrenó anoche.
Fuente: http://www.clarin.com/espectaculos/musica/Dario-Schmunck_0_288571265.html
"BARAKA" (amigos) de María Goos
Trata sobre el paso de la amistad en cuatro hombres adultos y lo que permanece en común entre ellos cuando la vida y los compromisos asumidos los lleva a encontrarse en posturas de vida diferentes. BARAKA examina con humor y emoción el goce y los obstáculos de la amistad masculina, así como también como los hombres pueden poner en riesgo su salud emocional por la búsqueda constante de dinero, poder y reputación.
Darío Grandinetti es Pedro, un funcionario público del área cultural con veintidós años de servicio que vive una vida solitaria y cuyo placer principal es atesorar pinturas descartadas por los museos que gestiona el Ministerio. Enfrentado ante un sorpresivo llamado telefónico que le informe que esas pinturas han adquirido un inesperado valor de mercado, y al hecho de tener que devolverlas en forma sumisa, Pedro entra en crisis; y es donde sus amigos de la infancia acuden en su ayuda. Juan Leyrado es Juan, un político ambicioso, permanentemente a la espera de un cargo acorde con su ego, envuelto a su vez en un matrimonio en caída libre; y quien al informarse de las desdichas de su amigo, genera un encuentro con Tomás - Jorge Marrale - otro de los amigos; un abogado desequilibrado que a duras penas logra mantener cierto sentido de noción de la realidad en su vida, para que se encargue del caso. El cuarteto se completa con Martín - Hugo Arana - un adorable, arrogante y levemente perverso director teatral de vanguardia, que carga tanto con un record de suceso por sus primeros años creativos así como un record posterior de considerables episodios personales comprometedores.
Fuente: http://www.coliseopodesta.laplata.gov.ar/htmlyswf/CarDes-Baraka.html
domingo, 27 de junio de 2010
Juana Viale: Chica mala
A solas con la protagonista de Malparida , la telenovela del momento
Hechiceros de la noche en el Teatro Municipal Coliseo Podestá
“Hechiceros de la noche” es un grupo teatral compuesto por un conjunto de actores conformados en el seno de un curso teatral y actores invitados que desde hace años se conjugan para poner en la escena del ámbito teatral independiente obras de diferentes generos. Siempre bajo el ala de sus directores Paola Ponferrada y Daniel Sosa quienes son los encargados no solo de la dirección actoral y de la puesta en escena , sino, de mantener encendida la llama de la teatralidad en este que dicen considerar como un grupo de profesionales de todas las edades sólidamente conformado.
El grupo teatral "Hechiceros de la noche" se presenta en escena con “ Y por que no esta noche" una pieza catalogada para todo público en la que un autor explicita una deuda con sentido; escribir la obra que lo consagre; pasando por diferentes géneros teatrales y junto con la revelación de sus personajes , la aparición de los fantasmas de su vida que lo llevaran o no a la tan buscada obra. Con las actuaciones de Hernán Oyarzabal, Lorena Lopez, Diego Brasich, Susana Tarragona, Florencia Ponferrada, Alicia Liporace y Ana Maria Alonso y la Dirección teatral de Paola Ponferrada y la puesta en escena de Daniel Sosa
Boletería del teatro de Martes a Domingos de 15 a 20 hs.
Fuente: http://alexia32.blogspot.com/
La Plata recibe a Rigoletto
Esta tarde, a las 18.30, subirá a escena -en el Teatro Argentino de La Plata- Rigoletto , de Giuseppe Verdi, con dirección musical de Guillermo Brizzio y régie de Pablo Maritano. Este título lírico le da oportunidad de debutar en la Argentina a la soprano española Sabina Puértolas con un rol -Gilda- que conoce y que ha llevado a importantes escenarios del mundo. Así, junto con Lisandro Guinis y Darío Schmunck en los personajes masculinos centrales, la soprano que compartió escenario con Plácido Domingo y con José Carreras intentará ponerse al hombro esta historia basada en el drama Le Roi s´amuse ( El rey se divierte ), de Víctor Hugo.
Si bien Verdi se enamoró de la obra ni bien la conoció, le costó un buen tiempo poder concretar su sueño de convertirla en una obra de teatro musical. Finalmente, el estreno de Rigoletto se produjo en La Fenice de Venecia en 1851 y, junto con La Traviata e Il Trovatore , pasó a formar parte de la denominada trilogía verdiana, que le otorgó al genial músico su consagración definitiva. El drama del desdichado bufón fue acompañado por el éxito desde su misma première y se convirtió, desde entonces, en una de las óperas más populares de todo el repertorio lírico.
En el Teatro Argentino (Av. 51, entre 9 y 10, La Plata) se podrá disfrutar en cuatro funciones después de la de hoy (el jueves 1°, a las 20.30; el domingo 4, a las 17; el jueves 8 y el sábado 10, a las 20.30), con entradas desde 15 pesos.
Precios
Platea baja $ 140.-/ $ 160.-
Palco bajo $ 110.-
Platea alta $ 160.-
Palco alto $ 120.-
Horario de la boleteria.
Martes a domingo de 10 a 20 hs
Juana Azurduy, en los escenarios del país
Domingo 27 de junio de 2010 | Publicado en edición impresa LA NACION
En La Plata y en Salta
En la ciudad de La Plata, desde el año pasado, se recrea a Juan Azurduy a través de una dramaturgia de Omar Musa, que se denomina Ensueños . Con dirección de Nina Rapp e interpretación de Ana Haramboure y Carlos Aprea, muestra el último día en la vida de la heroína, el 25 de mayo de 1862. En un miserable cuarto de un barrio de Chuquisaca, Juana recibe la muerte y se reencuentra con su pasado. En el último abril, en Salta, se estrenó Juana Azurduy (una revolución inconclusa) . El texto pertenece a Violeta Herrero y la dirección es responsabilidad de Mario Cura. Se trata de un unipersonal interpretado por Marisa Ruiz, en el que el personaje ya mayor repasa aspectos de su vida y, fundamentalmente, de su lucha. Se vio en Buenos Aires hace algunas semanas.
Hay versiones de todo tipo, en distintos puntos del país, realizadas en montajes convencionales, así como en puestas atípicas
La figura de Juana Azurduy parece dimensionarse en el año del Bicentenario y desde el mundo del teatro. Mientras en Buenos Aires tres experiencias la rescatan; en Mendoza, Córdoba, Salta y La Plata, la historia de esa mujer también se coloca en el centro de la escena, con la intención de reconocer algunos aspectos de nuestra historia pasada. Los ideales de Juana, que hasta perdió a su familia luchando por la independencia de los territorios dominados por los españoles, se reconocen hoy y se confrontan con el presente.
La obra que Andrés Lizarraga escribió en 1960, Santa Juana de América , es el punto de partida de algunas de estas producciones. En otras, la biografía personal de Azurduy ha provocado unas dramaturgias que buscan homenajear su figura.
En Buenos Aires, terminan las funciones de Santa Juana de América , en versión y dirección de Hugo Alvarez en el Regio, y se acaba de estrenar Proceso a Juana Azurduy , una versión para dos personajes que escribiera el mismo Lizarraga, en 1974, a partir de su pieza mayor. Las funciones se realizan en la Casa del Bicentenario (Riobamba 985, los sábados, a las 20) y sus protagonistas son Laura Bove y Fernando Sayago. La dirección corresponde a Néstor Romero, el mismo creador que en la década del 80 alcanzó un destacado éxito con la pieza, que por entonces interpretaban Alba Castellanos y Daniel Miglioranza.
También hay una versión musical: Juana Azurduy , con dramaturgia de Marisé Monteiro y Manuel González Gil y música de Martín Bianchedi, se presenta los fines de semana en diferentes centros culturales de la ciudad. Son sus protagonistas Ana María Cores y Pepe Monje.
A su vez, en Córdoba, el director Luis Moya realizó una versión de la pieza de Lizarraga, también para dos personajes -Una mujer, una revolución. El olvido (Juana Azurduy)- y la montó en un ámbito particular, el Archivo Provincial de la Memoria, con actores de la comedia local: Clara Weller y Giovanni Quiroga.
Laura Bove se muestra muy entusiasmada con la posibilidad de recrear a Juan Azurduy. No conocía el texto de Lizarraga, pero muchas veces le habían dicho que ese personaje era justo para ella. "Después de muchos años de carrera -comenta-, puedo afirmar que varios personajes me han interesado. Pero al final de la lectura de Proceso a Juana Azurduy, no me puedo despegar de esta obra. Creo que realmente me faltaba conocer a Juana. Un personaje impresionante que continuamente me asombra por su sabiduría. «Si salvamos la tierra, salvamos un país entero», dice en un momento, y hasta hoy estamos en esa pelea. Construyó su vida desde la pasión y, verdaderamente, no podés construirla si no ponés pasión."
La dupla Monteiro-González Gil estrenó Juana Azurduy en 1993 e inauguró la sala de la Biblioteca Nacional. Ana María Picchio y José Angel Trelles fueron los primeros protagonistas del espectáculo. En 2008 el proyecto se recuperó para presentarlo en plazas de la ciudad y ahora se retoma con funciones en diversos centros culturales.
"La idea fue hacer una versión nuestra y nueva sobre Juana Azurduy -explica Marisé Monteiro-. Consultamos mucho material bibliográfico y, sobre todo, reparamos en una biografía de Joaquín Gautier, publicada por la Fundación Universitaria de La Paz, Bolivia. Elegimos a Juana porque es una gran heroína. El conflicto de su vida y hasta los acontecimientos que rodean su muerte merecen recuperarse, divulgarse. Estamos mostrando a un ser que fue capaz de sacrificarse en pos de nada. Murió en la miseria, un 25 de mayo, mientras la ciudad festejaba un nuevo aniversario de la revolución. Su propia vida obliga a una reflexión profunda dentro de nuestra sociedad actual."
El director cordobés Luis Moya tiene 26 años, e introducirse en el mundo de Juana Azurduy ha sido una experiencia más que enriquecedora. El mismo explica lo que ha descubierto, revisando la historia: "Hay otras cosas para contar y eso no aparece en los manuales de la escuela. Allí, los próceres y los ideales de país se ven de una manera muy chata. Investigando, descubrís que hay algunas verdades que se han ocultado".
Por eso, cuando decidió poner el espectáculo en un espacio no convencional optó por el Ex D2, un centro clandestino de detención en la última dictadura militar, hoy convertido en Archivo para la Memoria. "No conocía ese lugar; fui un día y hablé con los empleados y sentí que estaba bien recuperar a Juana allí. Esa mujer que en 1800 había peleado por una Argentina libre aparece hoy en un espacio en el que estuvieron encerrados otros hombres y mujeres que lucharon por lo mismo, pero en la década del 70."
Otro ámbito no convencional, la calle, es utilizado por Pinty Saba, para la Comedia Municipal de Mendoza, estrenada en un ámbito histórico, el Paseo de la Alameda, con María Godoy y David Maya. Actores y extras que no son más que vecinos dispuestos a hacer teatro, reconstruyen la historia de Juana recreando el ámbito ideal con proyecciones que registran las escenas de interiores de la pieza de Lizarraga. "Cuando terminé de montar la obra, me di cuenta de que eso era lo que quería decir yo, en la calle, un lugar muy particular al que asisten espectadores que por ahí no están acostumbrados a ir a una sala. Qué bueno que en este momento particular del país pueda decirles esto a 500 espectadores por función que escuchan en profundo silencio a Juana."
Esta experiencia que comenzó a realizar funciones en distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires (en Lincoln, General Pintos y Los Toldos), en el último mes, hace también mucho hincapié en valores como los derechos de la gente, la relación con la tierra, y busca desentrañar cuestiones como el lugar en que se ubican el poder y la justicia. "Juana sigue reclamando cosas que, al cabo del tiempo, no hemos recuperado como país y nos pertenecen", destaca Saba.
A la directora no le interesa poner la mira en cuestiones feministas a la hora de valorizar a Juana. "No me parece que eso sea lo importante -aclara-. Yo soy mujer y soy escuchada desde hace mucho. Si analizamos a esta mujer desde la cuestión de género, es escalofriante lo que ella hace. Pierde al marido y a cuatro hijos por la lucha, por seguir una idea y a un hombre."
Juana Azurduy de Padilla nació el 12 de julio de 1780 y falleció el 25 de mayo de 1862 en la pobreza y reclamando un subsidio del gobierno que le había sido quitado. Luchó por la independencia en tiempos del Virreinato del Río de la Plata. El general Martín de Güemes la designó teniente coronel y la autorizó a usar uniforme militar. A mediados del año pasado, el gobierno de Cristina Fernández le otorgó un ascenso de grado post mórtem, nombrándola generala. Las distintas versiones resaltan la claridad de su pensamiento y su profundo valor.
Carlos Pacheco
Un autor en problemas
Con la dirección de Paola Ponferrada y Daniel Sosa. Hoy a las 20 en el Teatro Coliseo Podestá.
El teatro independiente recupera lugar. Recupera escenario. Con una brillante obra de Laura Clide que aborda las peripecias de un autor que atraviesa el fatídico karma de la página en blanco. De la falta de inspiración o de musas para desarrollar la obra que tanto anhela. Intenta desesperadamente escribir su obra, encontrar una historia, pero no lo consigue a pesar de sus intentos.
Todos los personajes que imagina se le aparecen como fantasmas de su pasado y presente, desafiándolo. Todas sus historias se revelan ante él. ¿Y por qué no esta noche?, es una obra que será representada por el grupo de teatro "Hechiceros de la noche" y atraviesa casi todos los géneros teatrales, proponiendo a los espectadores historias ágiles e inesperadas, que serán todas ellas las que finalmente hagan que este autor descubra su obra completa.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2010/06/27/pdf/tiempos.pdf
La ópera Rigoletto brilla en el Argentino
26-06-2010 / Una entrevista con la soprano española protagonista de este drama verdiano
“Gilda es un personaje delicioso, tiene un área maravillosa, súper dulce y me encantan los personajes dramáticos, y Gilda al final muere trágicamente. Así que es muy interesante no sólo desde el punto de vista vocal sino como personaje como actriz. Es muy interesante”, aclara a Diagonales la soprano española Sabina Puértolas, en uno de los tantos recovecos que ofrece el Teatro Argentino (51 entre 9 y 10), y que esta tarde, a las 18.30, la tendrá sobre el escenario de la Sala Alberto Ginastera para meterse en piel del principal personaje femenino de la ópera Rigoletto, que cuenta con la música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco Maria Piave (basado en el drama Le Roi s’amuse de Víctor Hugo). En esta oportunidad la dirección musical estará a cargo de Guillermo Brizzio, la puesta en escena de Pablo Maritano y la escenografía le corresponde a Daniel Feijóo.
Puértolas que comenzó en el “conservatorio a los 15 años” y a los 20 se fue a estudiar a Italia a la Academia Verdiana de Busseto, tuvo la oportunidad de trabajar con los tenores Plácido Domingo y José Carreras: “ Una experiencia maravillosa, es gente humilde, son buenos compañeros. Solamente verles como se enfrentan a la ópera o los conciertos te ayuda, aprendes sólo de verlos. Súper interesante y muy buena gente”.
–Muchas veces al hablar con figuras de la lírica o el ballet, la mayoría de ellas remarca el sacrificio que significa llevar una carrera adelante, ¿cómo se da en su casa?
–Yo estoy en este mundo y hago este trabajo porque me gusta. No sufro, no tengo los nervios de salir a escena desde pequeñita. Me gusta que me pinten, que me disfracen. Salgo y te canto, y me gusta actuar. Disfruto muchísimo por lo que implica esa adrenalina, después compensa el hecho que estás afuera y dejas al niño, al marido, tienes que programar las cosas de tu casa. A la vez estas aquí cantando y tienes tus propios problemas o que el musical no funciona, o estoy cansada, o estoy constipada y tengo que cantar, cosas de esas que siempre suceden. Solamente con la adrenalina de salir a escena todo eso se te pasa. Es cuestión de no hacer planes de aquí a un mes, sino hacer planes de mañana ¿qué tengo que hacer con el niño? No hacer planes a largo plazo, la agenda de artista sí es a largo plazo. Estoy satisfecha, y no quiero pensar que es sacrificio.
–¿Tiene alguna ópera que le guste más por sobre las otras?
–No, es que me la paso muy bien cantando todo. Ahora estoy haciendo bastante barroco que es una cosa que no hacía. Empecé hace tres años y ahora estoy haciendo mucho y es un tipo de música que te abre mucho la mente. Al menos en España los cantantes de Barroco eran especializados en ese género y nada más, y los de ópera para ópera. Creo que es interesante cantar todo, porque puedes tomar un poco de aquí pasarlo allí. Ahora estoy cantando de todo y me encuentro muy completa como cantante.
No sólo se trata de la primera experiencia de la soprano a La Plata: "Es la primera vez que he venido a la Argentina. Vine aquí de casualidad, me había llamado Marcelo Lombardero (NdR.: director del Teatro Argentino) hace dos o tres años para hacer La Traviata en el Colón cuando era el director, pero no pudo ser porque tenía trabajo y era a último momento y no pudo ser, y me trajo aquí. La verdad es que estoy muy contenta. Conocer un país nuevo, una cultura nueva, es súper interesante. No solamente desde el punto de vista del teatro sino eso de abrir fronteras, y de conocer a gente nueva es muy enriquecedor"
–Antes de llegar, ¿qué referencias tenía del Teatro Argentino de La Plata?
–No tenía ninguna referencia. Sí sabía que el Teatro se quemó, que lo rehicieron, que era un teatro nuevo, moderno. Y lo que he encontrado es un teatro con una acústica excepcional, súper grande para la ciudad que es La Plata y que tiene un montón de posibilidades. Aquí se puede trabajar súper bien. Cuando Marcelo me enseñó desde el escenario lo que se ve la platea, impresionante. Sólo recordaba esa impresión la primera vez la Scala, en el primer musical que vi a Mutti ahí en el fondo y una mole enorme, pues esa sensación de ¿qué es esto?
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-96410-medios-122-La-opera-Rigoletto-brilla-en-el-Argentino.html
sábado, 26 de junio de 2010
La ópera "Rigoletto" se proyectará en el Cine Garibaldi de Patagones
La ópera "Rigoletto", con música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco María Piave -basado en el drama "Le Roi s´amuse" de Víctor Hugo- se transmitirá mañana, desde las 18.30, en el Teatro Garibaldi.
La Municipalidad de Patagones a través de la Dirección de Cultura invita a la comunidad a la presentación de la ópera "Rigoletto" que se proyectará el día domingo 27 de junio, a las 18.30, en el Cine - Teatro Garibaldi, España 205 de Carmen de Patagones en directo desde la Sala "Alberto Ginastera" del Teatro Argentino de La Plata.
La ópera "Rigoletto", con música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco María Piave (basado en el drama "Le Roi s´amuse" de Víctor Hugo) y con dirección musical estará a cargo de Guillermo Brizzio y la puesta en escena de Pablo Maritano, es un drama de pasión, engaño, amor y venganza.
El argumento cuenta que el licencioso Duque de Mantua goza de los placeres de la vida junto a sus amigos, con quienes planea osadas conquistas y sádicas bromas y venganzas contra sus enemigos. Rigoletto, el bufón de la corte, se burla de todos los que pasan a su lado y mantiene en absoluto secreto la existencia de su amada hija, la dulce Gilda. Pero el Duque ya la ha descubierto y, presentándose con un nombre falso, la conquista. También la han encontrado miembros de la corte, quienes, creyendo que se trata de la amante de Rigoletto, la raptan como parte de sus bromas.
Sediento de venganza, el bufón contratará a Sparafucile para que mate al Duque, quien será finalmente salvado por Maddalena, la hermana del asesino a sueldo, y por la propia Gilda, quien dará su vida por amor al cínico noble.
Fuente: http://www.noticiasnet.com.ar/?se=13&id=75839
Fast food o la velocidad de la muerte
de Diana Raznovich
Destacamos que el “Grupo Layave” se enfrenta a un gran desafío con “Fast Food o la velocidad de la muerte” ya que esta obra no se ha estrenado en ningún escenario mundial.
La célebre diva Alicia Bonafé vende su suicidio a la popular Monina Monet -una famosa periodista televisiva- buscando levantar aún más el rating que su figura dispara.
Además de la entrevistada y la entrevistadora (respectivamente), se verá en escena, por pantalla gigante, una suerte de reconstrucción de enredos sentimentales que disparan en Alicia la decisión de quitarse la vida. Desde esa pantalla dialogan con ella distintos personajes: amantes, familiares, reconocidas figuras del espectáculo y de distintos ámbitos profesionales, que le dan emoción y golpes de efecto a un suicidio prefabricado.
Un verdadero duelo para dos actrices. Una obra cruel y negra que, en tono de comedia irónica, reedita la relación de la audiencia con los medios (ya trabajada por la autora en Jardín de Otoño y otras obras) pero esta vez de manera más extrema y sarcástica.
La obra trabaja con la ambivalencia de dos personajes que se admiran y se odian pero se necesitan mutuamente, adoran la muerte y juegan con ella, creen ser felices pero no lo son porque buscan siempre algo más. Desean el éxito a costa de todo, incluso si el precio involucra a la muerte. La presencia de la muerte como algo atractivo a los ojos del espectador, por ser algo que nadie conoce del todo pero despierta unánime curiosidad, es el elemento que sirve a estas dos mujeres para desarrollar un juego perverso y peligroso pero, aparentemente, sumamente ventajoso para ambas.
En definitiva, Alicia y Monina resultan dos caras de una misma moneda aunque no lo sospechen o lo admitan.
La obra muestra la cruda realidad en que vive la sociedad actual donde lo mas importante es, sin importar que sea cierto o no, la exposición de una situación limite y extrema para lograr captar la atención de quienes consumen y conforman el éxito mediático, de quienes roen lo excéntrico, lo superficial, lo lamentablemente atípico y hasta incluso utópico y anhelable para muchos.
Querer ser quien uno no es realmente es intentar dibujar una realidad para ser aceptado por quienes hacen del otro alguien superior. Alicia Bonafé es un personaje, en esos términos, superior. Eso es, al menos, lo que ella ha creado y alimentado en su propia cosmogonía y lo que la gente ha hecho de ella. Entonces ¿qué mejor, además de conocer su vida íntegramente, que saber cómo se despide de su público y ser partícipe de esa espectacular despedida?. Más aún: ¿Cómo no verla morir frente a ese público que la admira, la venera e intenta ser como ella?
Monina no es otra cosa que un fiel reflejo de aquel espectador que, no habiendo tenido la posibilidad de lograr ser tan bella y admirada como Alicia, intenta, de alguna manera, ser ella. Su método consiste en saber qué hace ella de su vida y mostrar al público que puede incluso decidir sobre la muerte de quien ella tanto admira. Después de todo Alicia es quien es gracias a ella y a su publicidad. Monina le ha dado de alguna manera la vida. ¿Porqué no creerse autorizada para decidir y planear su muerte?
Pero Alicia y Monina encuentran un escollo. No pueden imitar a la muerte. No pueden burlarla. Necesitan, entonces, un plan exitoso, falso y preproducido. Mientras tanto, piensan a futuro el modo de superar el rating que seguramente atraerá esta muerte, pero no a costa de ella.
No tienen a nadie. Se tienen a ellas. Ni siquiera el público es de ellas. El público es de quienes ellas inventaron. La realidad es que se necesitan mutua y simbióticamente para crear un mundo irreal que las haga felices, porque fuera de ese mundo mágico, lleno de éxito y superficialidades, les acecha la soledad, el horror, la angustia, la hipocresía, el dolor y la frustración de no ser ni saber quienes son
Toda revolución trae aparejadas consecuencias positivas y negativas. Algunas absolutas, otras relativas según la moral imperante. El desarrollo tecnológico y, dentro suyo, la revolución mediática arrastra secuelas que, indudablemente, en numerosas oportunidades contribuyen a transgredir las normas. La realidad se mezcla con la ficción sin definir donde se asienta el límite de cada una. La televisión profundiza esta zona borrosa en donde lo público y lo privado se fusionan desconociéndose donde termina uno y empieza el otro. La violencia, la corrupción, el horror son naturalizados, estandarizados y expuestos como la inevitable realidad en la que debemos vivir. El crimen, el sometimiento, el abuso son reproducidos en serie y convidados al espectador en pequeñas o grandes dosis; un espectador previamente segmentado en franjas horarias, niveles socioculturales o rangos etéreos en una sociedad fragmentada e incomunicada. O lo que es aún peor: mal comunicada.
No olvidamos en este complejo entramado a ese espectador. Él es parte activa y constitutiva del andamio sobre el cual se erige este fenómeno comunicacional en el cual la realidad se fracciona, para luego decidir qué parte es conveniente mostrar según los fines perseguidos. La paleta de acciones y el rumbo a seguir se fundamentan en esta desintegración del entorno. Las opciones se exhiben como variadas, pero son esencialmente similares. El prisma mediante el cual se evalúan las condiciones imperantes es el mismo que las recorta y es habitualmente aceptado y negociado por el público quien ve en esta farsa el contraste con su propia experiencia y siente la necesidad de pertenecer a ese circuito. Se ve impelido a formar parte de esto porque está siendo constantemente invitado a hacerlo y son pulsadas desde esta arista sus cuerdas más básicas y profanas mediante la seducción y la promesa de ser un poco más dichoso, pero alguien quien en definitiva no es.
Esa es la plataforma sobre la cual basamos nuestra apuesta. La premisa es invitar al espectador a ser testigo de la producción de este entramado, experimentando sensorialmente la percepción mediante no uno, sino varios prismas, a través de los cuales apreciar la misma realidad, seguramente acotados también, pero seleccionados cuidadosamente desde la composición dramatúrgica, la dirección actoral, la distribución del espacio y el soporte tecnológico. Intentamos estimular la lectura crítica y sensata de lo que nos es ofrecido desde los medios, no para rechazarlo de plano sino para desmenuzarlo,
constituirlo, mejorarlo y hacerlo útil.
Es en el juego dicotómico sobre el cual se funda la acción dramática, la elección estética y la frondosa textura dramatúrgica que la obra nos ha
ofrecido el lugar desde el cual el público configurará un mensaje abierto y polívoco, capaz de resignificarse según la perspectiva desde la cual sea alumbrado.
Es, en definitiva, la reacción del espectador la que termina de conformar esta obra y en ellos está plasmado nuestro desafío. En la capacidad de comprender que es cada uno el que construye su propia verdad y, a partir de allí, la realidad común.
Aspectos técnicos de la obra
Por las características de la obra que hemos relatado al inicio, los aspectos técnicos de la misma conforman la estructura es decir los cimientos donde se apoya y modifica el lenguaje hiperrealista del texto.
Se apoya porque creemos que la técnica es por un lado el medio mismo para llegar rápido, claro y a todos por igual. Por otro lado modifica porque utilizamos básicamente la imagen como producto de esta técnica para mostrar las aristas hiperrealistas del texto. En este sentido rescatamos la superficialidad, el poner todo en el mismo plano de la imagen para poder resaltar la crudeza de lo dicho.
De comienzo a fin de la obra se utilizará este criterio. Como elementos técnicos habrá un tele
visor color, una cámara de video digital sobre un trípode, un proyector, un reproductor de DVD y una pantalla que ocupa todo el fondo del escenario. Cada uno de estos objetos ocupan una función y lugar específicos.
La autora de la obra ha logrado en su escrito darle valor funcional, a demás de contextual, a la imagen. Desde los aspectos técnicos sostenemos esta idea, recortando las imágenes (tipos de planos utilizados, espacios físicos, modo de presentar los personajes, luz, material de archivo, etc.) para exponer la trama que muestra la preproducción e intencionalidad de todo producto mediático.
Para poder conformar la idea de atemporalidad y linealidad de la imagen, algunas de las escenas las realizamos en exteriores y en espacios neutrales.
El guión cuenta con dos personajes masculinos, Gerardo y Miguel. Solo aparecerán como objetos y en función al complot entre los personajes femeninos. La elección de remarcar el hombre como hombre mismo sin identidad derivo en que todos los personajes sean realizados por un solo actor. Un mismo actor es todos los personajes que la autora pone sobre la pantalla: Miguel, Gerardo, un psicólogo, una actriz, el productor y un político.
En este recorte también es importante rescatar la idea de poder y éste en relación a los medios, a la fama, a la belleza, a que es importante y que vale en el mundo actual globalizado. En el final de la obra, ante la necesidad de un mejor reiting estos conceptos se reformulan y cobran nuevo sentido.
La propuesta nuestra espera ser la posibilidad de “mirar” otro de los distintos lados de la realidad.
Vestuario
El vestuario resalta las características físicas de las actrices protagonistas por oposición y similitud a partir de las formas y los colores.
Lo que se pretende es darle forma a la personificación de cada actriz.
Alicia Bonafé es una actriz glamorosa. Monina Monet, una periodista mediática especialista en la vida y figura de Alicia Bonafe.
En el caso de los personajes que aparecen solo en pantalla marcamos las características mínimas de cada uno (en relación al objeto), manteniendo los colores rojo y negro.
En el caso de los apuntadores de tv (personajes secundarios no incluidos en el texto de la obra) se destacan por jardineros color naranja fluo con remeras negras
Escenografía
Recrea dos espacios que se alternan , la casa de Alicia y el set televisivo, con objetos polifuncionales, tales como dos sillas altas, una mesa baja, armas, cajas de bombones, almohadones, copas, un televisor, una cámara filmadora sostenida por un trípode y una tela blanca de fondo para la proyección.
Lo que pretendemos es resaltar la imagen y el texto.
“FAST FOOD O LA VELOCIDAD DE LA MUERTE”
de Diana Raznovich
Actores: Graciela Alegre, Valería Soibelzón, Ariel Solá.
Vestuario: Analía Seghezza.
Asistente de vestuario: Agustina Pascual.
Dirección de escenas filmadas: Cristian Schmidt.
Comunicación: Constanza Giacobone y Bárbara Ponce Figliozzi.
Asistencia de dirección: Ariel Solá.
Dirección: Lorena Velazquez.
Producción: Grupo Layave
Funciones los Sábados de Junio en el Centro Cultural Viejo Almacén “El Obrero” Calle 13 esq. 71 La Plata
Reserva tus entradas al 4519497 o 155034789.
Fuente: http://aquilaplata.com/destacados/fast-food-o-la-velocidad-de-la-muerte.html
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