Luego de once años, vuelve la ópera que supo ser... “la tarjeta de presentación del Teatro Argentino en los años ´78, ´79, ´80”, junto a su producción del Barbero de Sevilla”.
La decimosexta ópera de Giuseppe Verdi fue estrenada en el Teatro La Fenice de Venecia el 11 de marzo de 1851. Surge como una adaptación que Francesco Maria Piave realiza de “El rey se divierte”, novela del famoso dramaturgo francés Víctor Hugo. Esta ópera es considerada un importante hito en la creación de Verdi en tanto que evidencia un alto grado de su madurez artística. Quizá esto explique porqué Rigoletto sea una de las óperas que más representaciones tuvo en la ciudad de La Plata. Desde 1890 -año en que se inaugura el Teatro Argentino- hasta la actualidad fueron entre 35 y 40 las temporadas en que formó parte de la programación del Teatro.
El próximo domingo 27 de junio se estrena una nueva temporada de la ópera Rigoletto en el Teatro Argentino de La Plata, con Guillermo Brizzio como director musical y Pablo Maritano como director de escena. Aquí La Plata los entrevistó en el ínterin de uno de los ensayos que se desarrollaba en la Sala de Orquesta del Teatro Argentino. Quisimos indagarlos acerca de su particular impronta para esta puesta.
Una vida signada por el fracaso de la dualidad
El argumento de este melodrama verdiano nos sitúa en el Ducado de Mantua, lugar en el que reina un clima de danza y alegría al mismo tiempo que una atmósfera viciada
y sensual protagonizada por el duque
y los cortesanos que lo circundan.
Un duque atravesado por una ley que
ubica en la variedad el encanto de la
vida. Hay un aria dentro de la ópera
que descubre claramente este
pensamiento “Questa o quella”:
una obra maestra que expresa l
a actitud frívola, el carácter
despreocupado, el inescrupuloso
juego con los destinos ajenos, su fama de conquistador irresistible de las mujeres y aventurero, basado en su juventud, en su posición, su poder y viril apostura”*.
Rigoletto es el bufón de la corte, un personaje fuertemente escindido entre su rol de pícaro burlón y cómplice de las fechorías del duque, en la esfera pública, y de padre tierno y amoroso, en la esfera privada. Rigoletto se ha burlado por años de todos los cortesanos al mismo tiempo que ha mantenido en secreto la existencia de una hija, Gilda: el único ser amado que posee en el mundo y quien a su vez desconoce por completo el oficio de su padre.
Pero no es Rigoletto el único personaje escindido dentro de este mundo, también el duque, para conquistar a la joven Gilda -sin saber en principio que se trata de la hija de su bufón- se hace pasar por un pobre estudiante con el falso nombre de Gualtier Maldè hasta seducirla y lograr su conquista.
Hasta aquí, Rigoletto nos sitúa en un mundo que en apariencias sólo tiene posibilidad de existencia a fuerza de dobleces. Algo de esto nos describe Pablo Maritano: a mí me interesa mucho este aspecto de lo dual de Rigoletto, el tema de la contracara. La doble vida que está constantemente repitiéndose en la obra. Para mí la obra entera es la cabeza de Rigoletto. Ese mundo que se está hundiendo en la obra, ese mundo que preda es la cabeza de Rigoletto que no puede conllevar esas dos facetas de su mundo: su vida pública, procaz, por un lado, y esa vida privada, afectuosa por el otro. Esto está muy presente en la puesta. Se puede ver que toda la vida de Rigoletto está signada por el fracaso de este mundo.
Una fuerza que desboca el corazón
Al momento de la entrevista para Aquí La Plata Rigoletto llevaba una semana de ensayos. Se sabe que el proceso de preparación de una ópera, en un Teatro Profesional como lo es el Argentino, necesita aproximadamente un mes de trabajo. Esto nos lo explica Guillermo Brizzio, el director de orquesta de la nueva temporada de Rigoletto.
También nos reseña que esta es una de las obras más populares de Giuseppe Verdi y que contrariamente a las otras dos que también integran esta trilogía de obras populares - La Traviata y El Trovador- en Rigoletto la orquesta tuvo un protagonismo diferente ya que subraya los sentimientos de los personajes de una manera muy especial: “Muchas veces los acompaña y muchas veces dialoga con ellos. Y muchas veces expresa las pasiones y los contenidos de las emociones de cada uno de los personajes en el transcurso de la obra. Es remarcable sobre todo en los temas del protagonista, de Rigoletto, con un tema que se va repitiendo, una especie de leitmotiv - como se diría en las obras de Wagner- que repite obsesivamente la nota do, como una especie de nota primigenia. Esto es una interpretación mía. La nota primera de la escala, la nota primera de la música, la nota primera de un drama, la nota primera de un conflicto que no tiene resolución sino hasta la muerte de su hija. Una tragedia.
En este sentido, otra de las particularidades que Brizzio subraya en Rigoletto es la aparición de un nuevo personaje: “La música es un personaje más que toma características personales. La orquesta es como la fuerza que sale y expone cómo se desboca el corazón de Rigoletto. Tiene una furia muy grande. O cuando se va quedando sin aliento, con una angustia muy grande. Todo eso lo marca mucho la orquesta”, nos explica.
Rigoletto va a sufrir el destino de un padre desesperado, herido en lo más profundo de su ser cuando descubra que su hija fue raptado por quiénes han sido objeto de sus constantes burlas. En venganza, contratará a un asesino a sueldo, Sparafucile, con el objetivo de asesinar al duque. Pero el tercer acto nos devuelve una joven que se interpone -quizá por primera vez- frente al imperativo de su padre y decide sacrificar su vida por la de su amado duque. Es Gilda quien, disfrazada de hombre, recibirá la estocada mortal de Sparafucile. Su muerte corporiza la famosa maldición con la cual se abre el relato.
Sin posibilidad de existir
Este fatal desenlace junto a la relación que Rigoletto mantiene con su hija es tomado por Maritano como uno de los aspectos más negros de la ópera: Más allá de que uno podría presuponer que para la época la hija de Rigoletto representa el carácter blando, lo puro, la imagen de la mujer cautiva, también podría pensarse en viceversa: que Gilda no tiene espacio para existir en este mundo. No puede ser amante del duque ni puede seguir eternamente escondida. De alguna manera sí funciona como un tema de marcar la irresponsabilidad de Rigoletto frente a su condición de padre. Rigoletto no puede asumir por completo una horizontalidad del afecto. Puede tener a su hija pero a condición de que esté cautiva. La puede tener encerrada”, concluye.
Cabe destacar que si bien en Rigoletto se conserva mucho de lo “operístico”, hay también escenas de una auténtica compenetración dramático musical del texto y la música. En este sentido, Pablo nos señala que “una de las ideas que tuvimos con Guillermo fue la de sacarle el jugo al buen teatro que está escrito no solamente en Piave sino también en Verdi”.
Tarjeta de Presentación
Rigoletto supo ser “la tarjeta de presentación del Teatro Argentino en los años ´78, ´79, ´80”, junto a su producción del Barbero de Sevilla”, en palabras de Brizzio. Con esas dos obras se giraba por el interior de la provincia llegando inclusive hasta Tucumán. También estuvo presente en 1999, año de la reinauguración del Teatro luego del incendio.
En este 2010, y tras once años de ausencia de los escenarios platenses, Rigoletto vuelve a estrenarse en el Teatro Argentino de La Plata, el próximo jueves 27 de junio a las 17hs. t
Nota: Lic. Florencia Zubieta.
EN LA FOTO: Guillermo Brizzio y Pablo Maritano
Fotos: Guillermo Genitti.
*Fuentes: Archivo Histórico Artístico del Teatro Argentino.
Gráfica para la ópera Rigoletto (2010),
realizada por el área de Diseño del Teatro Argentino; gentileza del Departamento de Prensa.
Más información: Tel. 0800-666-5151
www.teatroargentino.ic.gba.gov.ar
Rigoletto
Subirá a escena el domingo 27 de junio a las 17, en la Sala “Alberto Ginastera” del Teatro Argentino de La Plata, con música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco Maria Piave (basado en el drama “Le Roi s´amuse” de Víctor Hugo).
Habrá nuevas funciones el jueves 1° de julio, a las 20.30; el domingo 4, a las 17 y el jueves 8 y sábado 10, a las 20.30.
La dirección musical estará a cargo de Guillermo Brizzio y la puesta en escena de Pablo Maritano. La escenografía es de Daniel Feijóo, el vestuario a Sofía Di Nunzio y la iluminación a Gabriel Lorenti. El Coro Estable contará con la preparación de Miguel Martínez.
El reparto estará integrado por Lisandro Guinis (27, 4 y 8) y Fabián Veloz (1 y 10) como Rigoletto; Sabina Puertolas (27, 4 y 8) y Eleonora Sancho (1 y 10) como Gilda; Darío Schmunk (27, 4 y 8) y Leonardo Pastore (1 y 10) como el Duque de Mantua; Christian Peregrino (27, 4 y 8) y Ariel Cazes (1 y 10) como Sparafucile; Florencia Machado (27, 4 y 8) y Mónica Sardi (1 y 10) como Maddalena; Ernesto Bauer (27, 4 y 8) y Gustavo Feulién (1 y 10) como el Conde Monterone; Luis Alberto Jáuregui Lorda (27, 4 y 8) y Víctor Castells (1 y 10) como el Conde Ceprano; Sergio Spina (27, 4 y 8) y Emanuel Esteban (1 y 10) como Borsa; Emiliano Bulacios (27, 4 y 8) y Ricardo Crampton (1 y 10) como Marullo; Matilde Isnardi (27, 4 y 8) y Susana Paladino (1 y 10) como Giovanna; Oriana Favaro (27, 4 y 8) y Ximena Ibarrolaza (1 y 10) como la Condesa Ceprano; Cecilia Pastawski (27, 4 y 8) y Victoria Gaeta (1 y 10) como Paje y Juan Fernández Mendy (27, 4 y 8) y Jorge Koszarek (1 y 10) como Ujie.
Fuente: http://aquilaplata.com/destacados/rigoletto.html
La decimosexta ópera de Giuseppe Verdi fue estrenada en el Teatro La Fenice de Venecia el 11 de marzo de 1851. Surge como una adaptación que Francesco Maria Piave realiza de “El rey se divierte”, novela del famoso dramaturgo francés Víctor Hugo. Esta ópera es considerada un importante hito en la creación de Verdi en tanto que evidencia un alto grado de su madurez artística. Quizá esto explique porqué Rigoletto sea una de las óperas que más representaciones tuvo en la ciudad de La Plata. Desde 1890 -año en que se inaugura el Teatro Argentino- hasta la actualidad fueron entre 35 y 40 las temporadas en que formó parte de la programación del Teatro.
El próximo domingo 27 de junio se estrena una nueva temporada de la ópera Rigoletto en el Teatro Argentino de La Plata, con Guillermo Brizzio como director musical y Pablo Maritano como director de escena. Aquí La Plata los entrevistó en el ínterin de uno de los ensayos que se desarrollaba en la Sala de Orquesta del Teatro Argentino. Quisimos indagarlos acerca de su particular impronta para esta puesta.
Una vida signada por el fracaso de la dualidad
El argumento de este melodrama verdiano nos sitúa en el Ducado de Mantua, lugar en el que reina un clima de danza y alegría al mismo tiempo que una atmósfera viciada
y sensual protagonizada por el duque
y los cortesanos que lo circundan.
Un duque atravesado por una ley que
ubica en la variedad el encanto de la
vida. Hay un aria dentro de la ópera
que descubre claramente este
pensamiento “Questa o quella”:
una obra maestra que expresa l
a actitud frívola, el carácter
despreocupado, el inescrupuloso
juego con los destinos ajenos, su fama de conquistador irresistible de las mujeres y aventurero, basado en su juventud, en su posición, su poder y viril apostura”*.
Rigoletto es el bufón de la corte, un personaje fuertemente escindido entre su rol de pícaro burlón y cómplice de las fechorías del duque, en la esfera pública, y de padre tierno y amoroso, en la esfera privada. Rigoletto se ha burlado por años de todos los cortesanos al mismo tiempo que ha mantenido en secreto la existencia de una hija, Gilda: el único ser amado que posee en el mundo y quien a su vez desconoce por completo el oficio de su padre.
Pero no es Rigoletto el único personaje escindido dentro de este mundo, también el duque, para conquistar a la joven Gilda -sin saber en principio que se trata de la hija de su bufón- se hace pasar por un pobre estudiante con el falso nombre de Gualtier Maldè hasta seducirla y lograr su conquista.
Hasta aquí, Rigoletto nos sitúa en un mundo que en apariencias sólo tiene posibilidad de existencia a fuerza de dobleces. Algo de esto nos describe Pablo Maritano: a mí me interesa mucho este aspecto de lo dual de Rigoletto, el tema de la contracara. La doble vida que está constantemente repitiéndose en la obra. Para mí la obra entera es la cabeza de Rigoletto. Ese mundo que se está hundiendo en la obra, ese mundo que preda es la cabeza de Rigoletto que no puede conllevar esas dos facetas de su mundo: su vida pública, procaz, por un lado, y esa vida privada, afectuosa por el otro. Esto está muy presente en la puesta. Se puede ver que toda la vida de Rigoletto está signada por el fracaso de este mundo.
Una fuerza que desboca el corazón
Al momento de la entrevista para Aquí La Plata Rigoletto llevaba una semana de ensayos. Se sabe que el proceso de preparación de una ópera, en un Teatro Profesional como lo es el Argentino, necesita aproximadamente un mes de trabajo. Esto nos lo explica Guillermo Brizzio, el director de orquesta de la nueva temporada de Rigoletto.
También nos reseña que esta es una de las obras más populares de Giuseppe Verdi y que contrariamente a las otras dos que también integran esta trilogía de obras populares - La Traviata y El Trovador- en Rigoletto la orquesta tuvo un protagonismo diferente ya que subraya los sentimientos de los personajes de una manera muy especial: “Muchas veces los acompaña y muchas veces dialoga con ellos. Y muchas veces expresa las pasiones y los contenidos de las emociones de cada uno de los personajes en el transcurso de la obra. Es remarcable sobre todo en los temas del protagonista, de Rigoletto, con un tema que se va repitiendo, una especie de leitmotiv - como se diría en las obras de Wagner- que repite obsesivamente la nota do, como una especie de nota primigenia. Esto es una interpretación mía. La nota primera de la escala, la nota primera de la música, la nota primera de un drama, la nota primera de un conflicto que no tiene resolución sino hasta la muerte de su hija. Una tragedia.
En este sentido, otra de las particularidades que Brizzio subraya en Rigoletto es la aparición de un nuevo personaje: “La música es un personaje más que toma características personales. La orquesta es como la fuerza que sale y expone cómo se desboca el corazón de Rigoletto. Tiene una furia muy grande. O cuando se va quedando sin aliento, con una angustia muy grande. Todo eso lo marca mucho la orquesta”, nos explica.
Rigoletto va a sufrir el destino de un padre desesperado, herido en lo más profundo de su ser cuando descubra que su hija fue raptado por quiénes han sido objeto de sus constantes burlas. En venganza, contratará a un asesino a sueldo, Sparafucile, con el objetivo de asesinar al duque. Pero el tercer acto nos devuelve una joven que se interpone -quizá por primera vez- frente al imperativo de su padre y decide sacrificar su vida por la de su amado duque. Es Gilda quien, disfrazada de hombre, recibirá la estocada mortal de Sparafucile. Su muerte corporiza la famosa maldición con la cual se abre el relato.
Sin posibilidad de existir
Este fatal desenlace junto a la relación que Rigoletto mantiene con su hija es tomado por Maritano como uno de los aspectos más negros de la ópera: Más allá de que uno podría presuponer que para la época la hija de Rigoletto representa el carácter blando, lo puro, la imagen de la mujer cautiva, también podría pensarse en viceversa: que Gilda no tiene espacio para existir en este mundo. No puede ser amante del duque ni puede seguir eternamente escondida. De alguna manera sí funciona como un tema de marcar la irresponsabilidad de Rigoletto frente a su condición de padre. Rigoletto no puede asumir por completo una horizontalidad del afecto. Puede tener a su hija pero a condición de que esté cautiva. La puede tener encerrada”, concluye.
Cabe destacar que si bien en Rigoletto se conserva mucho de lo “operístico”, hay también escenas de una auténtica compenetración dramático musical del texto y la música. En este sentido, Pablo nos señala que “una de las ideas que tuvimos con Guillermo fue la de sacarle el jugo al buen teatro que está escrito no solamente en Piave sino también en Verdi”.
Tarjeta de Presentación
Rigoletto supo ser “la tarjeta de presentación del Teatro Argentino en los años ´78, ´79, ´80”, junto a su producción del Barbero de Sevilla”, en palabras de Brizzio. Con esas dos obras se giraba por el interior de la provincia llegando inclusive hasta Tucumán. También estuvo presente en 1999, año de la reinauguración del Teatro luego del incendio.
En este 2010, y tras once años de ausencia de los escenarios platenses, Rigoletto vuelve a estrenarse en el Teatro Argentino de La Plata, el próximo jueves 27 de junio a las 17hs. t
Nota: Lic. Florencia Zubieta.
EN LA FOTO: Guillermo Brizzio y Pablo Maritano
Fotos: Guillermo Genitti.
*Fuentes: Archivo Histórico Artístico del Teatro Argentino.
Gráfica para la ópera Rigoletto (2010),
realizada por el área de Diseño del Teatro Argentino; gentileza del Departamento de Prensa.
Más información: Tel. 0800-666-5151
www.teatroargentino.ic.gba.gov.ar
Rigoletto
Subirá a escena el domingo 27 de junio a las 17, en la Sala “Alberto Ginastera” del Teatro Argentino de La Plata, con música de Giuseppe Verdi y libreto de Francesco Maria Piave (basado en el drama “Le Roi s´amuse” de Víctor Hugo).
Habrá nuevas funciones el jueves 1° de julio, a las 20.30; el domingo 4, a las 17 y el jueves 8 y sábado 10, a las 20.30.
La dirección musical estará a cargo de Guillermo Brizzio y la puesta en escena de Pablo Maritano. La escenografía es de Daniel Feijóo, el vestuario a Sofía Di Nunzio y la iluminación a Gabriel Lorenti. El Coro Estable contará con la preparación de Miguel Martínez.
El reparto estará integrado por Lisandro Guinis (27, 4 y 8) y Fabián Veloz (1 y 10) como Rigoletto; Sabina Puertolas (27, 4 y 8) y Eleonora Sancho (1 y 10) como Gilda; Darío Schmunk (27, 4 y 8) y Leonardo Pastore (1 y 10) como el Duque de Mantua; Christian Peregrino (27, 4 y 8) y Ariel Cazes (1 y 10) como Sparafucile; Florencia Machado (27, 4 y 8) y Mónica Sardi (1 y 10) como Maddalena; Ernesto Bauer (27, 4 y 8) y Gustavo Feulién (1 y 10) como el Conde Monterone; Luis Alberto Jáuregui Lorda (27, 4 y 8) y Víctor Castells (1 y 10) como el Conde Ceprano; Sergio Spina (27, 4 y 8) y Emanuel Esteban (1 y 10) como Borsa; Emiliano Bulacios (27, 4 y 8) y Ricardo Crampton (1 y 10) como Marullo; Matilde Isnardi (27, 4 y 8) y Susana Paladino (1 y 10) como Giovanna; Oriana Favaro (27, 4 y 8) y Ximena Ibarrolaza (1 y 10) como la Condesa Ceprano; Cecilia Pastawski (27, 4 y 8) y Victoria Gaeta (1 y 10) como Paje y Juan Fernández Mendy (27, 4 y 8) y Jorge Koszarek (1 y 10) como Ujie.
Fuente: http://aquilaplata.com/destacados/rigoletto.html
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