08.05.2014 | Fiesta Nacional del Teatro.
Hasta el domingo se desarrolla una intensa actividad en la capital de provincia. Ayer hubo homenajes especiales.
Por:
Mercedes Méndez
Osqui Guzmán |
En una tierra rodeada de montañas, donde las flores amarillas y las plantas de lavanda crecen como un yuyo y los pájaros y los grillos son el único sonido permanente, Norman Briski cantó una copla. Lo hizo ayer en el teatro Mitre de Jujuy, cuando recibió el premio nacional a la trayectoria, entregado por el Instituto Nacional del Teatro, que hasta el domingo organiza en esta provincia la 29ª edición de la Fiesta Nacional del Teatro.
No fue el único homenajeado. Este año también se distinguió a los artistas jujeños Néstor "Yiyi" Maidana, un director y actor que todos los días trabaja en el Servicio Penitenciario de Jujuy, en talleres de teatro que comparten guardias y presos, y al dramaturgo Jorge Accame, autor de la pieza Venecia, escrita hace 16 años y que es hasta el momento la obra más representada en todo el país. Además, se reconoció la trayectoria del actor Osqui Guzmán, quien a pesar de su juventud, tiene una prolífica carrera distinguida por la fusión de distintas disciplinas teatrales que lo vuelven un artista fuera de lo común.
"Antes de ser artista, soy militante, porque pienso que el teatro es un instrumento para pensar la realidad", dijo Briski, cuando fue a recibir su premio a la trayectoria, y desplegó en el escenario una mezcla entre discurso de agradecimiento y actuaciones improvisadas, que incluyeron pantomima, cantos y la representación de una escena de la primera obra que hizo como actor profesional.
Fiel a su explícito compromiso político, Briski aprovechó cada momento del acto para plantear sus ideas sociales. "¿Mitre se llama este teatro? ¡Pero era un hijo de…! ¿Por qué no ponen el nombre de alguno de todos estos genios jujeños que están vivitos y coleando?", le preguntó al público. Después, hizo la pantomima de un cowboy, interactuó con el público e interpretó a un mimo que recibe tantos premios, que queda aplastado por las estatuillas.
"Mi primera actuación fue en Santa Fe, cuando tenía cinco años. Había una torta y yo tenía que entrar y meter un dedo en el pastel. Yo metí dos, porque estaba muy rica", contó. Para el final, emocionado, el actor recordó los diez años que estuvo exiliado y dijo que ahora llegaba "la zamba del agradecido", y cantó una copla sobre la alegría de ese reconocimiento. La gente lo aplaudió de pie.
Para el cierre de los homenajes que se realizaron en Jujuy, se reconoció el trabajo de Osqui Guzmán. Este actor, que egresó del Conservatorio de Arte Dramático, se destaca en cada lenguaje que utiliza: desde el teatro infantil, a la improvisación, los textos en verso y costumbristas, hasta las interpretaciones más realistas que hace para la televisión. Dijo en un video el dramaturgo Mauricio Kartun: "Osqui es un realizador integral, un actor poeta que no trabaja en la búsqueda de la verdad, sino que se vale de la verdad para hacernos creer una mentira enorme."
Agradecido, Osqui hizo lo que mejor le sale: interpretó una escena de El Bululú, la obra de Vilches que lleva como un viajante desde hace más de cuatro años por todo el país. También hizo un emotivo monólogo de El niño argentino, la pieza de Mauricio Kartun y, al final, realizó una desopilante improvisación con palabras que le pedía a la gente. Versátil, trabajador incansable y muy querido por sus colegas, se fue del teatro con el público en la mano. Una vez más. «
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