viernes, 28 de diciembre de 2012

TODOS O NINGUNO de Pablo Rotemberg

Publicado el 28/12/2012

Dos fragmentos de la coreografía "Todos o ninguno" de Pablo Rotemberg, con Ayelén Clavín, Carla Di Grazia y Leonardo Gatto. Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, Argentina. Noviembre 2012.


Todos o ninguno – Coreografía: Pablo Rotemberg – Intérpretes: Ayelén Clavín, Carla Di Grazia y Leonardo Gatto / Del otro lado – Coreografía: Ana Garat – Intérpretes: Mariela Loza, Verónica Maseda, Lucas Díaz y Emanuel Ludueña / Todo junto – Coreografía: Juan Onofri Barbato – Intérprete: Alejandro Albarenga – Música: Santiago Torricelli

El tríptico de intervenciones en la casa de Victoria Ocampo, diseñada por Alejandro Bustillo –hoy Casa de la Cultura, del Fondo Nacional de las Artes-, conformó una muy interesante propuesta de gozosa estética. Las tres creaciones –muy distintas entre sí- usaron varios espacios de la casona, incluyendo áreas externas como terrazas, jardines y balcones.

El inicio es con Todos o ninguno, la pieza de mayor tensión emocional, ideada por Pablo Rotemberg. Los bailarines aparecen totalmente desnudos en todo momento y se expresan sin música alguna. Si bien esto impacta, sobre todo dadas las condiciones de luz natural que a media tarde entra a raudales por el amplio ventanal del simétrico salón, no es la sorpresa mayor que el perspicaz Rotemberg nos depara. El coreógrafo ha hecho del desnudo, de la ambigüedad y del sexo, una constante transgresora en sus espectáculos. Sin embargo, se anima ahora a la extrema violencia expresada en cuerpos sufrientes, alaridos angustiantes, golpes con diferentes cuotas de sadismo, miradas que claman amor e ira, castigos autoinfligidos, con una intensidad que conmociona. El trabajo de Ayelén Clavín, Carla Di Grazia y Leonardo Gatto es de una entrega pocas veces vista, con superlativa técnica, que trasciende sus cuerpos sin pudor alguno. La coreografía está signada  por los golpes y el arduo trabajo impuesto es formidable. Son artistas completos, sustanciados absolutamente en el sobrecogedor mensaje que transmiten.

El salón contiguo permite observar la acción a través de los cristales que dan a la terraza. Allí, justamente Del otro lado, de Ana Garat, parece un remanso necesario en la visión de los avatares de dos parejas cuya relación deja entrever abstractas  sugerencias. Entre melodías de Santaolalla y Pugliese, Mariela Loza, Verónica Maseda, Lucas Díaz y Emanuel Ludueña llevan a buen puerto un trabajo creativo que aprovecha el espacio y hace uso del agua expresivamente. Son idas y vueltas de amores adolescentes que adolecen de amor.

En el jardín finaliza Alejandro Albarenga con Todo junto, de  Juan Onofri Barbato,  escribiendo un “Sandro” gigante en la tierra surcada por su zapatilla. Con agilidad propia de un mono trepa luego por la pared externa para hacer su entrada en la sala donde Santiago Torricelli toca una sonata de Beethoven. Albarenga se descalza y descubre su torso, se toma del piano, mira perdido, mueve su abdomen, y todo su fibroso cuerpo comienza a moverse al son de un ritmo minimalista que suena imponente en las cuerdas percutidas. Su expresión toda se acelera, sus poros transpiran, sus movimientos parecen imposibles. Él se entrega a esta enérgica y subyugante coreografía y sólo él podrá detenerla.

Es indudable que los límites de la danza contemporánea aun pueden dar mucho cuando se los explora en profundidad y creativamente. Martin Wullich

Se dio hasta fin de noviembre 2012
Casa de la cultura – FNA
Rufino de Elizalde 2831 – Cap.
(011) 4808-0553

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