DANZA
Protagonista, y también autor, de la versión de este clásico, el bailarín lo presenta en tres funciones en el Opera.
05.12.2012
El príncipe Urlezaga será el objeto del sueño de la niña Clara.
Regresa, anticipándose un poco a las fechas navideñas, la versión del ballet Cascanueces que estrenó a fines de 2011 el bailarín, y en este caso también autor, Iñaki Urlezaga. La referencia navideña tiene sentido porque Cascanueces se transformó, a partir de los años ‘60, en un espectáculo clásico en las Fiestas, para el público infantil de los países anglosajones.
“Me interesa esta obra sobre todo en su carácter de gran ballet del repertorio clásico, más allá de que los chicos puedan disfrutarla”, decía, en cambio, Urlezaga, el año pasado. La autoría original de este ballet para el que Chaikovski creó una bella partitura, es del omnipresente Marius Petipa. El argumento es muy simple: una niña recibe como regalo de Navidad un cascanueces en forma de soldado, y desde allí la historia deriva a un mundo fantástico que puede ser o no el sueño de la protagonista. Cada revisión de Cascanueces pone el acento en diferentes aspectos de la historia; la versión de Urlezaga se atiene más a la idea de cuento de hadas, en el que él interpreta el papel del príncipe con el que sueña la niña Clara.
El Ballet Concierto, que dirigen el propio Urlezaga junto con Lilian Giovine, estará acompañado en esta ocasión por la Orquesta Académica de Buenos Aires, dirigida por Carlos Calleja, y por el Coro Kennedy. Se presenta hoy, el sábado y el domingo en el Opera Citi, (Corrientes 860).
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