La bella historia del joven internado en un neuropsiquiátrico que se muestra convencido de ser un extraterrestre y que fue llevada al cine hace 25 años por Eliseo Subiela en el convocante filme Hombre mirando al sudeste, regresa ahora en formato teatral y se estrena este viernes 8 de junio a las 21,30 en el Teatro Coliseo Podestá.
También será la primera experiencia teatral de Subiela que, además de la dirección, realizó la adaptación de la obra que es llevada a las tablas por un elenco integrado por Alejo Ortiz que se pondrá en la piel del entrañable Rantés, Lito Cruz tendrá a su cargo el rol del Doctor Julio Denis, Marina Glezer será la Santa y Pablo Drigo encarnará al suicida frustrado del comienzo de la trama.
Como atractivo adicional, la bella música original está a cargo de Pedro Aznar.
En relación a las características de la obra, Cruz comenta que “la convicción que hay algo más allá de este mundo, la sensibilidad de los actores y el tratamiento de la luz son componentes esenciales en esta puesta. Además los textos evocan en uno cosas que son imposibles de analizar”.
El notable interprete, orgulloso oriundo de Berisso, asegura que “la puede venir a ver alguien que no haya visto la película porque viene casi virgen, sin el elemento de la comparación”.
“Nosotros vamos a estar solos en el escenario y tenemos que dar la emoción prescindiendo de los elementos técnicos”, amplía en relación al desafío que le toca enfrentar.
Por su parte Ortiz, comentando el desafiante rol que le toca sobrellevar, manifiesta que “es una satisfacción muy grande para mi. Se trata de un gran desafío y me puso muy contento la convocatoria. Me llamaron y me dicen que Eliseo quiere ver actores pero que estaba particularmente interesado en mí. En cuanto a la prueba, me comentan que no hay escenas que realizar, es solo una charla. Voy con toda la ansiedad, charlamos y él no me decía nada. Pero a la noche me llama y me dice que el elegido era yo”.
En referencia al camino transitado por Subiela en la dirección, comenta que “es la primera vez que dirige teatro y está descubriendo una mirada distinta a la del cine. Se trata de respetar la película pero sin hacer lo mismo y deja puertas abiertas para que el armado quede a cargo del espectador”.
“Cada actor activa sus mecanismos internos y lo bueno de este personaje es que
ofrece varias direcciones”, agrega.
Consultado sobre su experiencia personal en relación al filme, afirma que “lo ví muchísimo cuando era adolescente y me encantaba. Lo que nos propusimos es mantener ciertas cosas de la película pero somos otros actores y le damos nuestro sello”.
En cuanto al rol de la Santa que le toca en suerte a Glezer, la actriz anticipa que “viene con toda la estética que Subiela le pone a los personajes femeninos. Se trata de la persona que desencadena el conflicto. Es ambigua, misteriosa y tiene algo etéreo, es como ángel y demonio, tiene esa ambigüedad. No se sabe cual es su rol: podría ser hermana, amiga o el amor de Rantés. Pero en la obra empieza de una manera y por suerte se va modificando”.
“El actor tiene que tener una línea dramática a transitar y el director quiere que sea ambigua pero tengo que trabajar para darle color, un matiz”, agrega Glezer.
Además manifestó su entusiasmo ante este desafío ya que “tengo 30 años y en este momento quiero hacer teatro y al llegar esta propuesta me encantó. Trabajé en 15 películas, hice unitarios pero ahora este proyecto me tiene muy entusiasmada”.
“Cualquier ser humano tiene la intuición que hay algo mas allá del mundo en el cual vivimos, hay un mundo distinto a este. No todo puede terminar todo cuando se para el corazón”, es la conclusión de Cruz invitando a pensar y dejando una invitación para este esperado estreno nacional que seguramente volverá a emocionar tanto como la película.
Fuente: http://www.miradorplatense.com/articulo.php?id_nota=127
No hay comentarios.:
Publicar un comentario