Espectáculos / La obra de danza Fierro, inspirada en el libro de José Hernández, se presenta hoy a las 22, en el Pasaje Dardo Rocha (50 e/ 6 y 7, 2° piso, sala A).
11.05.2012 | 16.36
Por Lucía Zapata
Las protagonistas de Fierro en plena escena
Con “muchísima entrega” trabajó el equipo que reunió la coreógrafa Diana Rogovsky para crear Fierro, una pieza de danza contemporánea que contó con el aporte creativo de cada integrante para formar ese todo.
Para ubicarse en el origen de esta obra habrá que retrotraerse casi dos años, más precisamente a los festejos del Bicentenario de la Nación, cuando esta idea comenzó a aflorar: “estaba pensando en estas cosas de la historia y de la identidad, tan puestas en el tapete, y quería revisarlas desde la danza. Y en ese momento hubo una convocatoria del Centro Cultural de la cooperación en Buenos Aires, que se llamaba Programa de danza y política, y con una colega que es socióloga y bailarina armamos este proyecto desde una fundamentación teórica. El proyecto fue pre seleccionado, no se hizo allá y pero la idea de hacer la obra quedó”, arranca su relato la directora Rogovsky, que continuó dando precisiones acerca del armado del espectáculo y su temática:
“Tiene que ver con ese momento del Bicentenario y que yo sentía que en la lectura del Martín Fierro había un montón de imágenes que tenían que ver con el cuerpo, que estaban narradas literariamente pero empecé a verlas plásticamente y me interesó tomar esto. Y también la idea de que es un libro de lectura obligatoria en las escuelas y ver qué nos pasa con esto de lo argentino atravesado por una mirada de la escuela. Surgió desde ahí y también hay cuestiones con lo musical o lo rítmico de ese texto poético y elementos de danzas como el malambo que se sumaron a la idea”.
-¿Cómo fue trasladar esos usos del cuerpo que observó en la obra literaria a la danza?
-Lo primero que hice fue volver a leer el libro con ejes de análisis. Uno era “el cuerpo y la naturaleza” y anoté todas las relaciones más armónicas como hablar con el caballo, con el campo, mira el cielo, los momentos de armonía entre uno y la naturaleza. Después, otro eje fue “el cuerpo sojuzgado por la violencia”, que tiene que ver con los castigos corporales, las peleas, que es un tema vigente también. Y tomé algo que yo llamo “la relación con el que es amigo y con el otro”, porque el protagonista tiene una relación con Cruz, y con otros, son cosas distintas. Y otra cosa que tomé fue la “sensación de pérdida” de este personaje que pierde todo: su casa, su mundo y huye. Establecí esos cuatro ejes y desde esas ideas se empezaron a generar improvisaciones y material de movimiento con esas sensaciones. A partir de ahí se generó el material de la danza y se fue organizando.
Hay equipo. Fierro es una creación conjunta de las bailarinas Renata Cuccovillo, Mónica Menacho y Julieta Scanferla, a quienes se incorporó la voz y el canto de Gisela Magri. “Todo el material es de ellas, yo lo organizo y lo dirijo pero ellas trabajan creativamente con muchísima entrega”, repitió la coreógrafa, quien quiso aclarar que sólo por este fin de semana la obra se presenta a partir de las 22 debido a los festejos por el Día internacional de la Danza que se realizarán en el Pasaje Dardo Rocha. Los siguientes sábados del mes las funciones volverán a ser a las 20.
Continuando con el armado del grupo que llevaría adelante el proyecto, Diana Rogovsky contó que si bien había trabajado anteriormente con una de las chicas (Julieta), a las demás las conocía de otros lugares y le interesó lo que estaban haciendo y como se desempeñaban, por eso las convocó: “era gente que tenía contacto pero nos juntamos en especial para este proyecto”. Y en el caso particular de la cantante, explicó que “fue la persona ideal para el proyecto” ya que Gisela “trabaja con canto desde el cuerpo, es antropóloga e investiga, y ya había hecho trabajos de articulación entre danza y canto así que fue muy fluido todo”.
Una decisión importante en todo proceso creativo que será expuesto es el nombre que se va a elegir para que la gente lo reconozca. En este caso, el título apareció “bastante temprano” y a las artistas le interesó la vinculación de la palabra adoptada con diferentes significados: “nos parecía fuerte y creíamos que más allá de relacionarse con Martín Fierro daba para asociaciones en el castellano que nos gustaban. Los fierros son las armas, los autos. Por otro lado ser de fierro es ser alguien fuerte, que no se quebranta. Y, a la vez, es una palabra muy criolla y nos pareció un nombre que podía funcionar”, reconoció la directora. Lo que queda, ahora que se conoce el origen, es ir a descubrir qué sucede arriba del escenario y dejarse atrapar un poquito por la danza.
Fuente: http://diagonales.infonews.com/nota-180496-seccion-114&Redirect=false-De-las-paginas-al-cuerpo.html
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