Desde que Milena Salmanca fue distinguida como la revelación de Cosquín a comienzos del 2012 “la gente dice que nunca se había hecho tanto alboroto con esto, y aunque no es nada menor, no soy tan consciente de lo valioso que es”, dice la joven Salamanca, al dialogar con Hoy luego de la distinción que le entregó el Consejo Deliberante de La Plata y ante el cual entonó algunas estrofas de Duerme negrito.
La menor de una familia dedicada a la música siempre vivió en un mundo de arte (la peña La Salamanca) que la llevó a escuchar de manera cotidiana a grandes intérpretes del folclore. Por eso su vida estuvo orientada a la música: en sus comienzos, las danzas, el piano, y, desde hace un tiempo, con la voz esta artista se autodescubrió. Como ella dice: “Resultó que el canto me era fácil de ejecutar y, aunque es lo último que apareció, es por lo que más me reconocen”. Será porque es una herramienta que la atraviesa, porque “el canto surge del corazón y es la voz de uno en relación con el espíritu. Cuando uno canta está exponiendo su ser, y a través de él logras transmitir muchas cosas de tu vida”, dice.
Milena Salamanca se ve “cumpliendo con mi deber y mis sueño” y por eso ahora debió dejar por unos días sus clases en el Bachillerato de Bellas Artes para girar por el Sur acompañando a los consagrados Illapu y con quienes estará el 27 de mayo en el Teatro Opera presentando todas sus creaciones al público platense.
Fuente: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-191059
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