Edición 1294 | Desde el 25 al 31.05.12
ZARAGOZA, ACTRIZ Y DOCENTE
Como imponiéndole un designio, se la llamó Linet, nombre apropiado para una actriz. Si el destino es el que decide entre bambalinas, su prematura inclinación por el arte escénico no sonará extraña.
Con apenas poco más de 25 años, Linet Zaragoza combina una sólida formación académica con el instinto que desarrolló al sumar horas de escenario. También se licenció de hecho en el oficio de la simultaneidad, combinando actuaciones para la platea infantil con el dictado de clases para adultos mayores, sin desatender su precepto de entrenamiento continuo ni la participación en espectáculos para diferentes públicos.
El 2012, no obstante, la encuentra pendiente de oportunidades que se abren en el campo del cine y la televisión. Es que a su participación de inicios de año en la coproducción ítalo-argentina “Ballate D’Amore”, se suma el inminente comienzo de rodaje de la tira “Ida y Vuelta” en escenarios argentinos y uruguayos. Para noviembre/diciembre, además, está agendado el inicio en Italia del rodaje de “Génesis, el tiempo no importa”, proyecto cinematográfico que ronda por la cabeza del realizador Roberto Garay desde hace al menos cinco años.
Feeling
Sus proyectos presentes tienen bastante que ver con el resultado de un cásting del que participó en Buenos Aires hace tres años. Más de doscientas chicas se convocaron allí para intentar ser parte de “Génesis…”, proyecto del citado director del film “La Loma.. no todo es lo que aparenta”, antes involucrado con varios éxitos de la televisión argentina.
“No se sabía demasiado del cásting, sí que era para un largometraje en co-producción con una productora italiana. Al final quedé y pegué mucha onda con Roberto, descubriendo que es alguien que le da oportunidades a actores nuevos”, comenta Zaragoza.
Ya involucrada con la iniciativa fílmica y a la espera del inicio del rodaje, advierte que la película tendrá un importante nivel de despliegue en cuanto a producción y que en su elenco habrá varias figuras relevantes de la escena argentina.
“Es la típica lucha entre el bien y el mal, pero en un escenario contemporáneo, en el que además se mezclan varias culturas, algo que siempre trabaja mucho Roberto”, describe en relación a la propuesta argumental. En un elenco de varias mujeres-demonio, será ni más ni menos que Lilith, mitológica patrona del averno, abonada al pecado capital de la lujuria.
Camino a su debut cinematográfico, Zaragoza tuvo la oportunidad de participar de otro proyecto de Garay: la miniserie de 13 capítulos “Ballate D’Amore” (La danza entre dos continentes), co-producción de la que participan TF20 Producciones (Argentina) y Sintesi Cinematografica (Italia).
“Es un docu-fiction que habla de la inmigración y del cruce de culturas entre Sicilia y Argentina. Siendo Berisso tierra de inmigrantes y viendo que se iba a hacer un cásting, le pregunté a Roberto si no le interesaba hacer la prueba en nuestra escuelita, en donde tengo alumnos a los que veo con condiciones. Accedió y finalmente algunos quedaron con roles y otros como extras, pero todos vivieron una experiencia importante”, describe.
Fue aquí, más precisamente en la sede de la Sociedad Italiana, en donde hace un par de meses se rodaron escenas del tragicómico capítulo doble “Il Morto”, que cierra el ciclo. Mientras en estos días se ultiman detalles de edición, se esperan confirmaciones con respecto a cuál será la pantalla de estreno. Aparece en primera instancia la posibilidad que ofrece la señal Antenna Sicilia, aunque continúan las conversaciones para que también pueda verse a través de la TV Pública argentina y la RAI italiana.
“Vengo asistiendo a infinidad de cástings y sé lo difícil que resulta acceder al medio, de modo que no tengo más que agradecer esta oportunidad”, menciona Zaragoza, al tiempo que advierte que la inclusión de varios de sus alumnos en el proyecto constituye otra satisfacción nada menor. “Para mí también era una prueba. De alguna forma, verlos laburar es ver un reflejo del trabajo que venimos haciendo. Me conmueve verlos en acción en los avances de Ballate…”, señala al respecto.
Esta vez, fueron de la partida sus alumnos Laureano Viera (el más joven del grupo, con ocho años); Candela Privitea; Sofía Ahonaty; Elías Álvarez; Juan Ricci; Belén Ludueña; Micaela Ramírez; Agustín Delcurto; María Ester Pérez; Luz Gonzáles e Irina Villalba, a quienes se sumaron como colaboradores Giselle Bagalá y Diego Cancelier.
Esa primera incursión, dejó abierta la puerta para que algunos de ellos se sumen a Zaragoza en las grabaciones de “Ida y Vuelta”, tira concebida para el público teenager cuyos primeros capítulos comenzarían a rodarse en breve, bajo dirección de Garay, en diferentes locaciones de Uruguay y Argentina.
Maestra aprendiz
Si bien no encuentra registro de antecedentes actorales en la familia, Zaragoza asegura que su madre es una ‘artista encubierta’, con quien suele transformar en juegos actorales algunas pequeñas escenas de la vida cotidiana.
Es que el Teatro irrumpió en la familia cuando, con seis años, la pequeña Linet daba sus primeros pasos en “La Lechuza” de La Plata, en donde conoció a quien sería su gran maestra iniciadora, Laura Clide. La gratitud a aquel impulso inicial hace que siga ligada a las propuestas de la sala, integrando aún hoy el elenco de alguno de los infantiles que ofrece, sobre todo en época de vacaciones.
Ya cursando el secundario, se nutrió de numerosos talleres de formación y entrenamiento teatral, entre ellos y por citar un par, los dictados por Norma Aleandro y Antonio Ugo. En plan universitario, inició estudios en Derecho, pero sin dejar de asistir en Buenos Aires a talleres y seminarios de grandes maestros-actores. Sin embargo, no estaría lejos el trascendental punto de inflexión: su ingreso en el IUNA (Instituto Universitario Nacional del Arte).
“Me anoté en el Conservatorio. Es muy difícil entrar, porque de unos 1.500 inscriptos apenas entran 150. Son dos semanas de pruebas que te matan y una instancia en la que hay que tomar grandes decisiones”, explica, feliz de haberse mantenido fiel, en esa coyuntura, a su vocación más profunda.
“Fueron cinco años geniales. Viví en Buenos Aires y mientras cursaba en el IUNA hacía cursos complementarios para conocer diferentes tipos de propuesta y sobre todo nutrirme de herramientas que me permitieran luego encarar con solidez diversos roles”, asegura por estos días, en los que continúa asistiendo a una serie de encuentros de entrenamiento actoral que ofrece Julio Chávez.
El amor a la actuación se conjuga ahora con el amor a la enseñanza. De ahí su participación como docente en los cursos que ofrece el PEPAM (Programa de Educación Permanente de Adultos Mayores), iniciativa de la Facultad de Humanidades de la UNLP. De ahí también la decisión de sostener su escuelita en Berisso, en donde ofrece clases de teatro para niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, además de cursos de psicodrama y rítmica corporal y clases de análisis y dramatización de textos dramáticos y de abordaje de la Mitología Griega.
“Intento trabajar con varias líneas, con un eje importante en la expresión corporal y el trabajo sensorial, sin descuidar aspectos psicológicos y la canalización de energías. A eso presto especial atención; yo preparo cada clase siguiendo algunos ejes, pero a veces el grupo entra y exhibe una energía especial, que exige cambiar sobre la marcha. Ése ida y vuelta es muy enriquecedor”, argumenta. “Puedo vivir de esto y es lo más lindo que me pasa”, reflexiona en tiempos en los que los proyectos florecen y las semillas de la nueva siembra parecen hundirse en tierra fértil.
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