sábado, 12 de diciembre de 2009

Un juego de acciones plagado de intensidad

Los intérpretes demuestran de cuántos pequeños valores, gestos, actos, palabras o simples señales puede conformarse una historia Foto: Teatro Argentino

Movilizador trabajo de la coreógrafa Diana Szeinblum

Sábado 12 de diciembre de 2009 | Publicado en edición impresa LA NACION

La mesa es un pedazo de madera. Idea y dirección: Diana Szeinblum. Creación: Diana Szeinblum, Luis Biasotto, Edgardo Castro y Florencia Vecino. Intérpretes: Biasotto, Castro, Vecino. Música original: Ulises Conti y Mariano Malamud. Músicos: Ulises Conti, Mariano Malamud, Fernando Pereyra y Lapsteel, David Fernández, Andrés Ravioli. Diseño escenográfico: Mariana Tirante. Diseño de iluminación: Gonzalo Córdova. Asistente de dirección: Mora Verón. En el Teatro Argentino de La Plata. Centro de Experimentación y Creación (Calle 51, entre 10 y 11). Hoy y mañana, a las 21. Duración: 70 minutos.
Nuestra opinión: muy buena.

Dentro de una cava los intérpretes construyen y deconstruyen acciones. En un plano superior, músicos y espectadores seguimos esos movimientos. La actividad de los músicos es intensa, no sólo guían con sus composiciones ese mundo que se arma y desarma en el espacio escénico sino que, además, participan de él cuando resultan necesarios.

El público, en cambio, comenzará dejándose llevar por lo que acontece, se cargará de imágenes que siempre habrán ingresado a sus cuerpos acompañadas por la magnífica música creada por Ulises Conti y Mariano Malamud que, en todo momento, se imponen desde un registro de mucha sensibilidad pero, a la vez, plagado de un matiz ingenuo, reconocible y entrañable.

¿Qué propone la coreógrafa Diana Szeinblum en La mesa es un pedazo de madera ? Componer un juego de acciones, casi interminable -siempre parece haber más posibilidades de prolongarlo porque posee algo de infinito-, con múltiples objetos cotidianos.

Cada una de ellas (las acciones) y cada uno de ellos (los objetos) adquirirán un valor provocador en el cuerpo y el discurso verbal de los intérpretes quienes, en continuas entradas y salidas del ámbito escénico, irán sumando pequeñas secuencias que, es verdad, no conformarán una historia particular sino que demostrarán de cuantos pequeños valores, gestos, actos, palabras, pensamientos o simples señales puede conformarse una historia individual o grupal. En ella también estará presente cierta angustia que promueve la absurdidad y un poco de humor se escapará, también, para que ese mundo no resulte tan distante.

El proyecto expone creatividad, rigor en su investigación y los tres intérpretes -Luis Biasotto, Edgardo Castro y Florencia Vecino- tiene una destacada capacidad de fortalecer esos pequeños fragmentos que construyen, les aportan una rica teatralidad y generan un marco de atención muy movilizador para la platea.

Carlos Pacheco

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1210636

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