lunes, 4 de agosto de 2008

"Cyrano de Bergerac": Una belleza invisible

TEATRO-CRITICA

Por EDUARDO GIORELLO


"Cyrano de Bergerac". Autor: Edmond Rostand. Libro y letras: Gastón Marioni. Música original y arreglos musicales: Tato Finocchi. Esc.: Diego Barragán y Gastón Marioni. Vestuario: Mariano Toffi. Puesta en escena, luces, coreografías y dirección: Gastón Marioni. (Coliseo Podestá) próximas funciones: desde hoy hasta el 7/8, a las 16.

En estos tiempos de insanía mediática, donde toda la intimidad de una persona es expuesta sin el menor pudor ni un mínimo de buen gusto en los grandes medios de comunicación, con una insolencia cercana a lo obsceno, una obra que propone revisitar los grandes valores del espíritu y exaltar la riqueza encerrada en la palabra poética debe ser elogiada desde el vamos. En "Cyrano de Bergerac", un "musical" de Gastón Marioni y Tato Finocchi que se ofrece por estos días en el Coliseo Podestá, precisamente se hace una exégesis de la poesía interior del hombre que se manifiesta a través de la voz dicha o cantada y constituye uno de los valores básicos de la propuesta junto a otros no menores como la nobleza, el heroísmo, la verdad y la supremacía de la belleza interior por sobre la física, en un todo coherente de fuerte impacto espiritual.

Los materiales originales de la pieza de Edmund Rostand fueron adaptados por la sagacidad de Marioni mientras que Finocchi compuso una partitura siempre eficaz, con canciones de raigambre romántica y momentos musicales de gran efecto, que si bien han sido destinadas al público infantil y adolescente no dejan de atraer a los adultos que son acompañantes. Si bien la historia se desarrolla en el siglo XVII, las canciones y los cuadros musicales poseen la impronta sonora de tiempos más cercanos a los nuestros. Elementos jazzísticos, y hasta algún devaneo roquero atrapa las danzas y los coros de esta comedia musical que pone su especial atención en los momentos claves destinados al protagonista de esta historia de amor imposible y posible a la vez. Los "solos" de Cyrano se diseñaron con una gran intensidad y una potencia ejemplares. Casi arias de ópera sin caer en lo extemporáneo del género, tienen en la voz profunda y viril del tenor Pablo Skert a un intérprete ideal. Su personalidad está al servicio de un rol trazado con calidez humana y persuasión melódica. Afinación, potencia y belleza vocal se alían en Skert para dibujar un "Cyrano" de nariz prominente pero también de corazón latiente.

En el elenco se destacan, asimismo, Catalina Peña (como Roxanne, el objeto de amor de Cyrano y de Cristián), Javier Ruiz de Galarreta, Nazareno Iñiguez, Lucas Unanúa y Cecilia Godoy junto a un nutrido conjunto de cantantes/bailarines/actores de consecuente desempeño.

Se hace necesario destacar el nivel de producción del espectáculo, que si bien independiente, posee una solidez estética digna de un escenario como el del Coliseo Podestá. Algunos cuadros como el de la pastelería, el del fragor de la batalla y el bailado por el grupo de soldados impactan por su dinámica y belleza. La escenografía de Diego Barragán y Gastón Marioni., el vestuario de Mariano Toffi, el maquillaje de Sandra Cataldo y las luces, puesta y coreografías de Gastón Marioni suman méritos plásticos a esta experiencia que sella un antecedente brillante en la consolidación de la comedia musical en nuestra ciudad.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/catalogo/20080804/espectaculos24.htm

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