La Plata, martes 22 de mayo de 2001 Espectáculos 25
OSCAR ARAIZ ANTICIPA LA PUESTA DE ESTANCIA EN EL ARGENTINO
Feliz ante esta nueva puesta de la obra de Ginastera, destacó el contenido y la enorme potencialidad musical de la realización. Elogió el respaldo del ballet del Argentino y anticipó que está trabajando en un proyecto en el cual está vinculado el destacado bailarín platense Iñaki Urlezaga
Por Mario Abel Alomar
de la redacción de Hoy
Con entradas totalmente agotadas desde hace varios días, la Sala Lírica Alberto Ginastera del Teatro Argentino se vestirá de la gala pasado mañana a partir de las 20.30 para celebrar el 191º aniversario de la Revolución de Mayo.
En la oportunidad participarán la Orquesta y Ballet estables con la dirección musical de Stefan Lano y la puesta estará a cargo de Oscar Araiz. Luego de interpretado el Himno Nacional, en la primera parte se podrán escuchar obras de Leonar Bernstein y Samuel Barber.
En la segunda parte de la velada se ofrecerá el ballet Estancia, con música de Alberto Ginastera y coreografía de Oscar Araiz.
En una charla mantenida con este medio, Araiz anticipó las características de esta nueva puesta, la cual no volvió a ser presentada luego de haber subido a escena en el Teatro Colón en 1966, nos contó sus sensaciones y habló de sus proyectos.
-¿Tiene un significado especial la jornada que se va a vivir el próximo jueves ?
-Esta nueva puesta de mi versión de Estancia de Ginastera es como cerrar un círculo. Esta obra es la primera producción que yo hice para el Teatro Colón en 1966, y nunca más volvió a hacerse. Ahora retorno con esta versión que seguramente tiene piezas en común con aquella. Me da mucha satisfacción participar de este evento con el Ballet del Teatro Argentino, una compañía con la cual vengo teniendo regularmente contactos o producciones.
-¿Como se dio la posibilidad de volver a presentarla en este nuevo siglo ?
-Supongo que fue programada justamente porque tiene un carácter nacional muy fuerte, tiene algo de fiesta, es una música terriblemente rica. Es una obra popular, quizás la más popular de Ginastera. La producción esta vez tiene como una dirección general de arte mía. La obra está tratada pictóricamente, son como cuatro cuadros, cuatro pinturas. Puede tener muchas lecturas, puede ser abstracto, figurativo, no importa mucho, porque son como un fresco de situaciones que tienen que ver con el campo y la gente del campo, con la historia, con sentimientos históricos que
son eternos.
-¿Qué puntos de contactos tiene aquella versión del '66 con esta?
-Para empezar, de aquella versión no hay ningún registro y yo no traté de reproducir lo que hice en aquella oportunidad, ni siquiera lo poco que pude recuperar haciendo memoria. Sin embargo, hay fragmentos enteros de la obra que pudieron haber sido exactamente iguales, como el tratamieto del espacio al final con todo el escenario vacío, desnudo, abierto, y las paredes iluminadas con proyecciones de obras pictóricas de Josefina Robirosa. O sea que también estamos presentando la caja del escenario vacía y bien iluminada.
-¿Como se sintió trabajando para esta puesta?
-Feliz, contento, con mucha respuesta de la gente que se entregó en todo momento. Trabajaron treinta y dos intérpretes y hubo climas de ensayo muy buenos. Me dio muchas satisfacciones. La gente que trabajo dio un aporte personal muy grande, la compañía está muy linda y estoy muy
contento.
-¿Cuáles son los proyectos que tiene para el futuro?
-Por ahora no hay planes de seguir trabajando con el Argentino. Tengo algunas colaboraciones con algunas compañías del interior del país, y estoy con un proyecto nuevo pero no puedo definir ni anticipar nada aún. Estoy tratando de hacer algo, en realidad todo nace de la necesidad de hacer algo, independientemente de pensar de si se hace para tal o cual fecha, para tal compañía o con determinados bailarines. Estoy trabajando con mucha libertad, tal como lo hacía en mis comienzos. Recuperé esa libertad, me puse a hacer algo que tengo ganas y me da mucha alegría. Quizás eso tome forma a fin de año, vamos a ver. Lo único que puedo anticipar es que el proyecto está relacionado con Iñaki Urlezaga.
-¿En estos tiempos las dificultades son mayores para emprender un proyecto de magnitud, o siempre la cultura tiene obstáculos?
-Obstáculos siempre hubo. Lo que estamos pasando es una situación generalizada que va más allá de la cultura, pero donde la cultura es una de las primeras zonas que se sienten afectadas. Esto va más allá, va tras una búsqueda desesperada de valores, de cosas en que creer, en qué confiar, y eso nos toca a todos: a las autoridades, a los que no lo somos, y a los que se creen que son.
-En esa búsqueda de valores a las cuales hace referencia, seguramente el arte adquiere suma importancia...
-Sí, porque es frágil, delicado, es un arma de doble filo: se puede poner en contra. Habría que amenazar con él para ver si logramos algo (sonríe). Un círculo que se cierra. Oscar Araiz vuelve a hacerse cargo de la coreografía de Estancia
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2001/05/22/pdf/25.pdf
OSCAR ARAIZ ANTICIPA LA PUESTA DE ESTANCIA EN EL ARGENTINO
Feliz ante esta nueva puesta de la obra de Ginastera, destacó el contenido y la enorme potencialidad musical de la realización. Elogió el respaldo del ballet del Argentino y anticipó que está trabajando en un proyecto en el cual está vinculado el destacado bailarín platense Iñaki Urlezaga
Por Mario Abel Alomar
de la redacción de Hoy
Con entradas totalmente agotadas desde hace varios días, la Sala Lírica Alberto Ginastera del Teatro Argentino se vestirá de la gala pasado mañana a partir de las 20.30 para celebrar el 191º aniversario de la Revolución de Mayo.
En la oportunidad participarán la Orquesta y Ballet estables con la dirección musical de Stefan Lano y la puesta estará a cargo de Oscar Araiz. Luego de interpretado el Himno Nacional, en la primera parte se podrán escuchar obras de Leonar Bernstein y Samuel Barber.
En la segunda parte de la velada se ofrecerá el ballet Estancia, con música de Alberto Ginastera y coreografía de Oscar Araiz.
En una charla mantenida con este medio, Araiz anticipó las características de esta nueva puesta, la cual no volvió a ser presentada luego de haber subido a escena en el Teatro Colón en 1966, nos contó sus sensaciones y habló de sus proyectos.
-¿Tiene un significado especial la jornada que se va a vivir el próximo jueves ?
-Esta nueva puesta de mi versión de Estancia de Ginastera es como cerrar un círculo. Esta obra es la primera producción que yo hice para el Teatro Colón en 1966, y nunca más volvió a hacerse. Ahora retorno con esta versión que seguramente tiene piezas en común con aquella. Me da mucha satisfacción participar de este evento con el Ballet del Teatro Argentino, una compañía con la cual vengo teniendo regularmente contactos o producciones.
-¿Como se dio la posibilidad de volver a presentarla en este nuevo siglo ?
-Supongo que fue programada justamente porque tiene un carácter nacional muy fuerte, tiene algo de fiesta, es una música terriblemente rica. Es una obra popular, quizás la más popular de Ginastera. La producción esta vez tiene como una dirección general de arte mía. La obra está tratada pictóricamente, son como cuatro cuadros, cuatro pinturas. Puede tener muchas lecturas, puede ser abstracto, figurativo, no importa mucho, porque son como un fresco de situaciones que tienen que ver con el campo y la gente del campo, con la historia, con sentimientos históricos que
son eternos.
-¿Qué puntos de contactos tiene aquella versión del '66 con esta?
-Para empezar, de aquella versión no hay ningún registro y yo no traté de reproducir lo que hice en aquella oportunidad, ni siquiera lo poco que pude recuperar haciendo memoria. Sin embargo, hay fragmentos enteros de la obra que pudieron haber sido exactamente iguales, como el tratamieto del espacio al final con todo el escenario vacío, desnudo, abierto, y las paredes iluminadas con proyecciones de obras pictóricas de Josefina Robirosa. O sea que también estamos presentando la caja del escenario vacía y bien iluminada.
-¿Como se sintió trabajando para esta puesta?
-Feliz, contento, con mucha respuesta de la gente que se entregó en todo momento. Trabajaron treinta y dos intérpretes y hubo climas de ensayo muy buenos. Me dio muchas satisfacciones. La gente que trabajo dio un aporte personal muy grande, la compañía está muy linda y estoy muy
contento.
-¿Cuáles son los proyectos que tiene para el futuro?
-Por ahora no hay planes de seguir trabajando con el Argentino. Tengo algunas colaboraciones con algunas compañías del interior del país, y estoy con un proyecto nuevo pero no puedo definir ni anticipar nada aún. Estoy tratando de hacer algo, en realidad todo nace de la necesidad de hacer algo, independientemente de pensar de si se hace para tal o cual fecha, para tal compañía o con determinados bailarines. Estoy trabajando con mucha libertad, tal como lo hacía en mis comienzos. Recuperé esa libertad, me puse a hacer algo que tengo ganas y me da mucha alegría. Quizás eso tome forma a fin de año, vamos a ver. Lo único que puedo anticipar es que el proyecto está relacionado con Iñaki Urlezaga.
-¿En estos tiempos las dificultades son mayores para emprender un proyecto de magnitud, o siempre la cultura tiene obstáculos?
-Obstáculos siempre hubo. Lo que estamos pasando es una situación generalizada que va más allá de la cultura, pero donde la cultura es una de las primeras zonas que se sienten afectadas. Esto va más allá, va tras una búsqueda desesperada de valores, de cosas en que creer, en qué confiar, y eso nos toca a todos: a las autoridades, a los que no lo somos, y a los que se creen que son.
-En esa búsqueda de valores a las cuales hace referencia, seguramente el arte adquiere suma importancia...
-Sí, porque es frágil, delicado, es un arma de doble filo: se puede poner en contra. Habría que amenazar con él para ver si logramos algo (sonríe). Un círculo que se cierra. Oscar Araiz vuelve a hacerse cargo de la coreografía de Estancia
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2001/05/22/pdf/25.pdf
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