domingo, 13 de octubre de 2013

Un bosque poblado de sonidos latinoamericanos

En La Plata se presentaron artistas locales y extranjeros en el marco del Festival Internacional de Folclore. Entre otros, brilló la brasileña Dona Onete con ritmo nordestino.

13.10.2013
Por Patricio Féminis
“La música hermana a los pueblos” Dona Onete y su pasión musical.

La Autopista Buenos Aires-La Plata es un atolladero -con dos peajes a tono- por el fin de semana largo. Aquí, en el vasto Bosque de la capital provincial, lentamente se encienden las pasiones de músicas autóctonas y de raíces futuras en la jornada inaugural, el viernes (nunca una medida de pleno vigor) del 5º Festival Internacional Folklore Buenos Aires (FIFBA), obra del Instituto Cultural Bonaerense a cargo de Jorge Telerman.

Bajo el cielo plomizo del Bosque, a las 19 faltan horas para que tras Teresa Parodi corone la noche Dona Onete, diva de Pará, nordeste de Brasil, en el mismo mega-escenario Panorama. Más aún para que Luciano Pereyra tenga ahí su cierre de chacareras-romance y más baladas- con el aguante de tres mil personas y de las niñas que lo esperaron desde las 15. Pero el FIFBA podrá abrir otras escenas para el goce folk del siglo XXI: ¿Será hoy domingo el día pico en convocatoria?

Con el sol fugaz, el grupo Coroico contrarresta el viento activando carnavalitos con brasses andinos (y salseros) en el Escenario Alternativo, otro de los cinco consecutivos en la edición 2013 del FIFBA, cuya novedad es el Siestario.

Los avezados en lo andino bailan en círculos en tiempos de saya, tinku y raspador-, bañados en harina y palpitando la presencia demorada por el caos en la Autopista: Peteco Carabajal, programado en el escenario Fogón. ¿Qué decir del santiagueño y de sus conciertos -o ceremonias- de baile y poesía no sólo salamanquera?

Si dos horas antes de Coroico abrieron el FIFBA los emergentes Mamá Chabela y Manu Molina, cuando arribe Peteco más de trescientos se rodearán en el Fogón. Canta él junto a su hijo Homero su mix de estrenos y clásicos: Memorial de los patios, A mis viejos, Guitarra del alba, Amor Revolucionario (dedicada al Roby Santucho, del PRT-ERP), entre otras, o la cifra de Omar Moreno Palacios que reza: “No mercachiflo tus penas, provincia de Buenos Aires”. Y los pedidos concedidos por él provocarán íntimos giros de chacarera delante del Fogón: vibra una estética desafiante y a la vez tradicional en Peteco, en sintonía con el FIFBA, que potencia diversidades cuando abre el juego a lo no conocido.

Y llega otro gran momento. “ As musicas fraternizam os povos ”(las músicas hermanan a los pueblos) palpita Dona Onete -de 74 años- a las 22, a minutos de subir al Escenario Panorama, ya envuelta en su boa violeta. Oriunda de Cachoeira de Ararí, estado de Pará, ofrecerá los amores narrados en su primer disco, Feitiço Caboclo (Hechizo mestizo).

“ Traigo mis carimbó y mis boleros para presentar mi región. Folklore es la mixtura de sonidos y hechos de un pueblo todo ”., explica Mulata ancha y pequeña, se para con esfuerzo en escena y la gente se menea contra el frío en sutilezas de bolero, de cumbia y lambada, sostenida por la banda: la guitarra eléctrica con efectos de antaño, las tumbadoras y las congas. Y el espeso canto amazónico de Dona Onete, que va lejos del rótulo de world music con que se la vende en el mercado internacional: su pasión es su territorio, su nexo con otros, y al ver a los cuerpos del FIFBA entonados en las espesas síncopas del carimbó, convida: “¡Muito muito obrigado! Musica não teim fronteiras”. Ayer el FIFBA presentó una legión de colombianos: Ondatrópica, La 33, Edson Velandia; y de cordobeses: Nenes Bian, Los Caligaris, La Pata de la Tuerta y en el cierre el Dúo Coplanacu junto a Los Manseros Santiagueños. Hoy, desde las 14.30, la fiesta sigue.

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