lunes, 14 de octubre de 2013

El festival de cine platense rinde homenaje al gran Claude Chabrol

CITA CON UNO DE LOS PADRES DE LA NOUVELLE VAGUE  

CLAUDE CHABROL FUE UNO DE LOS INICIADORES DE LA NOUVELLE VAGUE, AQUELLA ESCUELA QUE REUNIÓ EN LA FRANCIA DE LOS PRIMEROS SESENTAS A DIRECTORES COMO FRANÇOIS TRUFFAUT O JEAN-LUC GODARD

Una selección de sus filmes emblemáticos se proyectan esta semana en la Ciudad El Festival de Cine de La Plata presenta en estos días una notable selección de películas de uno de los grandes realizadores franceses de todos los tiempos: Claude Chabrol.

 Nacido en París en 1930 y fallecido en 2010, fue un incansable director que continuó trabajando hasta el final en su gran pasión, el cine. Admirador de la obra de Alfred Hitchcock, ese otro gran maestro del cine de suspenso, en sus filmes Chabrol utiliza el crimen como un juego perverso, donde él actúa como un titiritero que se deslumbra mientras sus personajes cometen las mayores atrocidades. 

Fue además uno de los iniciadores de la revolucionaria Nouvelle Vague, aquella que reunió en la Francia de los primeros sesentas a directores como François Truffaut o Jean-Luc Godard, aunque no le interesó la experimentación narrativa y formal como a sus pares. 

De esa época es su primera película, preludio a la Nouvelle Vague, “El bello Sergio” (jueves 17, 18.15, Pasaje Dardo Rocha), en la que se adentra sobre otra de sus obsesiones: la crítica a la burguesía francesa. Un joven muchacho vuelve a su pueblo para recuperarse de una enfermedad, luego de estudiar en la gran ciudad. Allí, se reencontrará con su viejo amigo Sergio, ahora borracho perdido que espera su segundo hijo, luego de que el primero muriera por una enfermedad. Frente a la barbarie de los campesinos, intentará ayudarlos con todas las mejores intenciones de la clase media bienpensante. Pero la realidad le aguardará agazapada para demostrarle que creer no siempre es poder. 

A esta gran película le seguirá en 1959 “Los primos” (viernes 18, 18.15, Pasaje Dardo Rocha), con una mirada similar a la anterior, pero donde el personaje que se adentra a la brutalidad es un pariente llegado del campo a París. Choque de culturas y perspectivas diferentes en un contexto social que en ese momento era de grandes contrastes. Con “Una doble vida” (martes 15, 18.30, Pasaje Dardo Rocha), del mismo año, se zambulle en las películas donde el crimen pasa a ser el protagonista. Henri es un hombre de negocios casado, pero que mantiene un romance con su vecina. Un día, la joven aparece asesinada. Todos sospechan del lechero, amigo de la chica, pero Laszlo (un joven Jean-Paul Belmondo), yerno del dueño de casa y conocedor de sus andanzas no estará de acuerdo. 

En “Las buenas mujeres” (miércoles 16, 18.15, Pasaje Dardo Rocha), volvemos a la noche parisienne con cuatro chicas compañeras de trabajo que intentan escapar de la monotonía de sus vidas embarcándose en aventuras y romances por la capital francesa, hasta que la sombra de la tragedia las invade de modo insoslayable. La preocupación de la bestia dentro del hombre aparece en “El Carnicero” (lunes 14, 18.30, Pasaje Dardo Rocha), rodada en un pueblo próximo a las cuevas de Cro-Magnon, en Trémolant, que cuenta la historia de dos mujeres que aparecen asesinadas en el bosque. Hélène es amiga de Papoul, el carnicero del que nadie sospecha, hasta que ella encuentra casualmente cerca de la escena del crimen el encendedor que le había obsequiado. 

Con “Al anochecer” (sábado 19, 18.30. Pasaje Dardo Rocha), el cine de Chabrol se envuelve de misterios psicológicos. Durante un juego erótico, Charles estrangula a la mujer de su mejor amigo. Al parecer, las circunstancias parecen favorecer su impunidad, pero Charles no soporta vivir con el peso en su conciencia y se confiesa. Incluso su esposa y su amigo François, lo perdonan, pero Charles parece tener otra idea. 

Finalmente, es el turno de “Violette Nozière”, interpretada por Isabelle Huppert, cuyo personaje es hermana de tantas otras muchachas misteriosas que habitan el cine de Chabrol. Es 1933 y la joven de 18 años se prostituye a escondidas de sus padres en el Barrio Latino de París. Al contraer sífilis la descubren y ella decide liberarse de ellos por cualquier medio. Basado en un hecho real de parricidio se conoció en nuestro país con el sugerente título de “Niña de día, mujer de noche”.

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