lunes, 14 de octubre de 2013

Celeste Cid: “Estoy tranquila con la vida que tengo, con todo para disfrutar”

CELESTE CID, TRAS LA PESADILLA

La actriz vuelve con toda su energía puesta en el amor por los suyos y el trabajo 


A los 29 años es una súper mamá y desde hace dos meses vive con su novio, “Chano” Moreno Charpentier, líder de la banda Tan Biónica. Terminó de filmar “La parte ausente” y ensaya para protagonizar “Aire libre”. Todo en orden.

Ella, que estuvo sola cuando necesitaba con desesperación estar acompañada, que se internó en una clínica porque estaba al borde del abismo, y que conoció el desamor en toda su crueldad, hoy vive rodeada de amor. Celeste ama y es amada por dos hombres. Uno es su hijo André, que tiene 9 años. El otro es El Chano, que tiene 32. Con él salió durante un año y hace dos meses que viven juntos. Esto último parecía imposible, pero el amor todo lo puede y hoy son familia, con lo que eso significa.

“Me defino como una mujer feliz -confiesa-. Si miro hacia atrás veo una mezcla de sufrimiento y goce. Ahora me siento tranquila con la vida que tengo, con todo para disfrutar: mi hijo, mi novio, mi casa, mis flores... Estoy trabajando con gente que admiro. Es un momento de disfrute total y de alegría. También podría estar toda rota por haberme dado la cabeza contra la pared muchas veces. Yo era una persona enroscada hasta que me di cuenta de que la vida que tenía era la que yo me había armado”.

La convivencia no se dio por impulso. Antes de arriesgarse a un fracaso de consecuencias imprevisibles, Celeste y Chano alquilaron una casa durante el verano para probar hasta que punto era posible convivir. La experiencia fue un éxito. A tal punto que hoy viven juntos, como una familia más. “La convivencia es siempre una cita obligada con el otro -reflexiona-. Pero ahora quiero eso para mí. ¡Elijo esta convivencia”.

El gran desafío, el que decidía si era posible que vivieran juntos, no fue el amor. Sabían que estaban perdidamente enamorados. El problema era ver cómo se llevaban Chano y André. Celeste nunca dudó en priorizar los sentimientos de su hijo.

“Sé que muchos me tildaron de loquita, de quemada. Pero no... ¡Estaba enferma!” “La verdad es que no conviví con otro hombre excepto con Emmanuel Horvilleur, el papá de mi hijo. Tuve otras parejas, pero para mi hijo no eran parejas y quizás para mí tampoco -admite-. Hoy tengo un gran deseo de construir y Chano es muy compañero. A la mañana vamos al colegio los tres juntos, almorzamos juntos, hacemos planes en familia”.

MADRE ORGULLOSA

Orgullosa de su hijo, como toda mamá, Celeste cuenta que André es un chico alegre, con momentos de mal humor, y que sabe perfectamente lo que quiere. Esto último, y el hecho de que es muy querido en el colegio, la tranquilizan. Y cuenta una anécdota que define, como ninguna otra, la relación que establecieron la madre y el hijo.

“Tenemos muy poca diferencia de edad -cuenta-. El otro día estábamos tirados en la cama y me decía: Sos como una amiga. Y yo le decía: ‘No soy tu amiga, soy tu mamá’. Tal vez por eso cuestan los límites. Como se piensa que tiene padres cancheros y copados, cree que se puede quedar viendo tele hasta cualquier hora. ¡Ni loco! A las nueve y media ¡a la cama!”.

Es difícil, casi imposible, asociar esta Celeste con la que estuvo internada dos meses, al borde la locura y de la muerte. Es la misma persona, pero al mismo tiempo, es otra. “Sé que muchos me tildaron de loquita, de quemada -admite-. Pero no... ¡Estaba enferma! Hay que entender que una adicción no es una enfermedad voluntaria. Es algo que te sucede y que hay que sanar, hay que hablarlo. Cuando tenés problemas profundos o dolores del alma que no podés aliviar, consumís. Para mí decir que necesitaba una mano me salvó. Cuando lográs salir tenés que construir un nuevo escenario. Es un trabajo que lleva mucho tiempo y que hay que sostenerlo. Cuando salís de nuevo a la calle y ves todo lo que te estabas perdiendo por tener una vida triste, no querés más de lo otro”.

Celeste acaba de filmar la película “La mitad ausente”, y ya está ensayando, bajo la dirección de Anahí Berneri, “Aire libre”. De una vida frustrada a un éxito inobjetable. Por eso es válido preguntarle, precisamente, qué es el éxito. “Ser exitoso es ser coherente entre lo que hacés y lo que pensás -afirma-. El éxito no tiene que ver con hacer una película en Hollywood, porque si no tenés gente que te quiera, una casa donde anclar, y sos un infeliz, ¿para qué te sirve?”.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Las tablas le hicieron fuerza a la motosierra

  Balance de teatro 2024 En un año con fuerte retracción del consumo y un ataque inusitado al campo de la cultura, la caída de la actividad ...