domingo, 15 de septiembre de 2013

Este mes, el cine argentino se llevó el 51,5% de la taquilla

Domingo 15 de septiembre de 2013 | Publicado en edición impresa

Además, acaparó el primer puesto en 8 de las últimas 9 semanas

Por Diego Batlle  | Para LA NACION

Ricardo Darín en "Sèptimo"
El dato es contundente: de las últimas nueve semanas, en ocho de ellas una película argentina resultó la más vista en los cines locales (en tres oportunidades lideró Metegol, en otras tres Corazón de León y en las dos restantes Séptimo). Y hay más cifras para el asombro: en agosto, el 40 por ciento del público total eligió films nacionales y ese porcentaje creció a un histórico 51,5 por ciento en lo que va de septiembre.

¿El público se reconcilió definitivamente con el cine argentino? Si se analiza el panorama del año y se tienen en cuenta los magros números de la mayoría de los lanzamientos, sostener la idea de un renovado "romance" de la gente con las películas locales suena exagerado, pero sí es cierto que el limitado star-system local está rindiendo sus frutos. Veamos. De los cuatro films locales más vistos, dos fueron protagonizados por el "talismán" Ricardo Darín (Tesis sobre un homicidio y la actual puntera, Séptimo), uno por Guillermo Francella (Corazón de León) y el restante (Metegol) es una producción animada dirigida por un ganador del Oscar, Juan José Campanella, que convoca con su sola presencia en un afiche como si fuera una estrella. Esos largometrajes se quedaron con el 88 por ciento del público que vio cine argentino.

La contracara demoledora la marcan las estadísticas para el resto del cine nacional: de los 81 estrenos computados por Ultracine, más de la mitad (41) no pasó los 1000 espectadores.

Es cierto que la mayoría de esos títulos poco vistos se lanzó con una o dos copias y que en esos números no se incluyen las cifras de los Espacios Incaa del interior del país, pero aún con esas salvedades, el panorama es desolador.

¿Por qué semejante escisión entre pocos títulos que tienen mucho y tantos otros que no consiguen casi nada? Porque esos "tanques" nacionales están teniendo hoy un tratamiento similar al que disfrutan los grandes lanzamientos de Hollywood. De hecho, son las propias sucursales locales de las majors quienes se ocupan de su distribución (dos fueron estrenados por el grupo Disney, uno por UIP

Universal y el restante por Fox). Con más de 100 y a veces 200 copias, con millonarias campañas de marketing que incluyen la televisión (Telefé suele estar asociada desde el arranque), los superéxitos argentinos consiguen afluencias masivas en sus primeros fines de semana. Y los exhibidores (dueños de los cines) los apoyan.

Para la inmensa mayoría de los estrenos "proletarios" hay, en cambio, un par de salas disponibles (generalmente las que están fuera del circuito comercial, como el Gaumont, el Malba, la Sala Lugones, el Centro Cultural San Martín o el Cosmos-UBA) y, en el mejor de los casos, pequeños aportes de los propio productores o ayudas del Incaa (afiches callejeros, spots radiales y algunas otras variantes).

Si la falta de buenas salidas y de una atinada difusión que padece la inmensa mayoría de los lanzamientos independientes es, sin dudas, el síntoma más preocupante, la otra tendencia a analizar es la casi completa de desaparición de lo que podrían definirse como éxitos modestos (películas con entre 50.000 y 200.000 espectadores), que solían abundar hasta hace algunos años (los primeros films de Pablo Trapero, Lucrecia Martel, Rodrigo Moreno o Israel Adrián Caetano conseguían tranquilamente esa cantidad de localidades).

Si se analiza el top 10 de los primeros ocho meses del año se podrá apreciar que, detrás de Séptimo (que está en plena explotación y parece en condiciones de acercarse al millón de entradas) se ubica Vino para robar, comedia romántica con Daniel Hendler y Valeria Bertuccelli que sumó casi 170.000 tickets. Un suceso moderado, nada espectacular. Pero una posición más abajo se ubica La reconstrucción, lo nuevo de la dupla Juan Taratuto (director) y Diego Peretti (actor), ya con menos de 100.000 y luego Pensé que iba a haber fiesta con. 30.000.

La concentración de un mercado cada vez más caníbal, que antes favorecía sólo a los títulos norteamericanos, ahora incluye también a unos pocos films argentinos. Son los favorecidos, los ganadores de un sistema que exige mucho público en gran cantidad de salas y en poco tiempo. El resto debe confirmarse con migajas. Con las sobras que dejan los gigantes.

LOS FILMS ARGENTINOS MÁS VISTOS DE 2013

Metegol: 1.930.987
Corazón de León: 1.299.058
Tesis sobre un homicidio: 1.023.024
Séptimo: 370.075
Vino para robar: 166.230
La reconstrucción: 98.755
Pensé que iba a haber fiesta: 30.795
Piñón Fijo y la magia de la música: 27.870
Puerta de Hierro: El exilio de Perón: 26.304
Teen Angels, el adiós: 19.681

Fuente: Ultracine, del 1/1 hasta el 12/9

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