DE EDITORIAL MAYO 28, 2009
Es actriz fundamental del cine nacional, y por generaciones ha dejado su marca de estrella sin purpurinas. Hace base en Palermo pero se arremanga para dar una mano donde haga falta. Y su voz, mezcla de chanson française y Sarah Vaughan, gana el aire en cada tarde de radio, en donde afloran las historias de personas que entrecruzan sus caminos para hacerlos trascendentales.
Texto: Marcelo León
Agradecimientos: Banfield Teatro Ensamble, Liliana De Ieso, Lucho Bordegaray.
“¿Por dónde entró, que no la vi llegar?” preguntaba una de las chicas de la boletería del Teatro. Tal vez esperaba un mínimo revuelo, o alguna estridencia, pero no. Graciela Borges entró caminando por la puerta de calle, una obviedad que amenaza al mito de diva que la persigue. La sala colmada esperaba por la invitada, que a la vez era también anfitriona, ya que su visita se dio en el marco del ciclo de películas que la tuvieron en roles protagónicos, y que el Teatro Ensamble presentó bajo el título de “La Musa”. “Si yo viviera acá (por Banfield), no me sacarían para ir al centro ni muerta” fue su primera consideración, piropo eficaz para una público que ya estaba en el bolsillo. Pero que no es trillado cuando lo dice su voz, ya que el entusiasmo que le despiertan las arboledas se condice que con el pregón que lleva adelante desde hace algunos años en su programa de radio, en donde cada historia contada es una búsqueda de la plenitud física y espiritual.
:: LA VIDA MÁS ALLÁ DE LAS PELÍCULAS
Comenzó a actuar de muy chica, aún con desacuerdos en el seno familiar, al punto que su padre no le permitiera que usara públicamente su apellido, Zabala, y ella entonces tuviera que adoptar, no sin gratitud profesa, el del célebre escritor, que al enterarse de la congoja de la joven, se lo prestó para que lo estrenara en Una cita con la vida, de Hugo del Carril. Habría que ver, en una eventual competencia, cuál de los dos Borges citados reúne más anécdotas. Y es que si bien el Borges compilado por Bioy Casares es portentoso, no pocas páginas demandarían las memorias de Graciela, en donde se darían cita desde Dalí y Paul McCartney, hasta Jean Cocteau, Cortázar, y casi todas las personalidades vinculadas al cine argentino de los últimos cincuenta años. “Yo recuerdo mis películas, y las épocas en general, en función a los novios que he tenido… (Risas) Cuando vuelvo a ver alguna de mis películas, inevitablemente veo a las personas que estuvieron conmigo y las situaciones que compartimos. Recuerdo si ese día estábamos contentos o con alguna diferencia… Es que hoy comprendo que lo que realmente me importa es el valor de las personas que pude conocer en el marco de la cultura”.
Multipremiada, reverenciada por trabajos como El Dependiente (Favio), Heroína (De la Torre) y Piel de Verano (Torre Nilson), y redescubierta por la nueva camada de directores, a partir de que Lucrecia Martel le insistiera para su papel en La Ciénaga, los días de sets han quedado relegados, al menos por ahora. “Desde que hice Las Manos (N. de R.: de Alejandro Doria, inspirada en la vida del Padre sanador Mario Pantaleo) me propuse no actuar en lo inmediato. Es que esa película marcó un antes y un después en mí. Es una película sanadora”. Su interpretación de Perla, la fiel asistente del sacerdote (encarnado en el film por Jorge Marrale) le ha permitido vivir satisfacciones más allá del plano profesional. “Doria, al igual que Favio, filman con amor. Y la historia de Las Manos es, ante todo, una historia de amor, capaz de sanar. Mas allá de la enfermedad, la posibilidad de compartir un camino nos reclama estar atentos a las pequeñas cosas que nos pasan. Porque nosotros también estamos de paso, y es un gesto de amor buscar el bienestar del otro”.
:: LA VIDA EN LA RADIO
“A esta altura de la vida, lo que más feliz me hace es sentarme al micrófono y hablar y escuchar de las pequeñas cosas de la vida, otorgándole al otro la dignidad de su propia expresión” admite, y la referencia es a su programa La Borges en Casa en FM La Isla, a donde llega caminando cada tarde para disfrutar de su hora al aire. “Cada mañana medito al levantarme, y eso me predispone bien. Y en el programa tenemos la oportunidad de compartir con artistas que están en labor constante, muy conocidos o poco conocidos. Hoy es necesario darnos cuenta de que somos todos iguales. No hay puntos de rating o premios que distingan. El artista debe relucir, pero no debe enceguecerse por su ego. Por eso me gusta tan poco lo que veo en la televisión. Hay artistas, y también no-artistas que confunden lo popular con lo populachero, y caen en lo soez, en lo indiscreto, en el desprecio. El mundo debería ser una enorme sábana de una sola costura. Por eso, y a todo nivel, creo que todo empieza desde la propia conciencia; es importante que cada uno pueda descubrirse igual a los demás”.
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:: IDENTIKIT
Actriz precoz
Empezó a estudiar declamación a los 7 años, y luego continuó en el teatro infantil Labarden. su debut como actriz fue a los 14 años, y no recomienda seguir sus pasos: “A los catorce años no se actuá, se juega. Y el resultado depende demasiado de la intuición. Creo que recién se tiene dominio de la palabra a los treinta años”
Bordeu, padre e hijo
A Graciela se le iluminan los ojos cuando habla de su hijo Juan Cruz. Lo acompaña en cada emprendimiento que encara, siempre vinculado con el cine y la fotografía. También cuando evoca a su padre, Juan Manuel Bordeu, el afamado corredor de autos, a quien se refiere como “el patriarca”.
Ésa tapa de Gente de los ‘90
“El increíble romance de la diva y el arquero” tituló la revista, en referencia a la relación entre la actriz y Marcos Gutiérrez, el entonces arquero de Huracán. “En su momento fue un escándalo porque se apoyó en muchos prejuicios. Pero fui fuerte para soportarlo, y hoy con Marcos mantengo una buena relación, y hasta somos compadres: soy madrina de uno de sus sobrinos, de quien él es padrino”.
Aquí y en el mundo
Fue galardonada en los Festivales de San Sebastián, La Habana, Bogotá y Cartagena. Recibió el Cóndor de Plata por su labor en La Ciénaga, y ha sido distinguida como Ciudadana Ilustre de Buenos Aires. A su vez mucha de las películas que ha protagonizado han recibido gran reconocimiento a nivel mundial, por caso la última, Las Manos, que ganó el Premio Goya.
Meditación
Hace años que sigue a guías espirituales, y es una de las pregoneras de las técnicas de meditación de la australiana Isha. “Uno tiene que buscar lo mejor para evitar ser presa del ego, que aniquila. Solo en la intimidad del corazón uno puede descubrirse a sí mismo”.
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:: FILMOGRAFÍA
El jefe, Una cita con la vida, Zafra (1958), Gringalet (1959), Fin de fiesta (1960), Los suicidios constantes (serie de TV), Piel de verano (1961), Los viciosos, Propiedad (1962), La terraza, Racconto, Una excursión a los indios ranqueles (1963), Circe, La boda (1964), Alta comedia (serie de TV), Convención de vagabundos, Orden de matar (1965), De profesión, sospechosos, El rey en Londres, Tres destinos (serie de TV), Una máscara para Ana (1966), La chica del lunes, Los traidores de San Ángel (1967), Martín Fierro (1968), El dependiente (1969), Crónica de una señora (1970), Heroína (1970) La revolución, Vení conmigo (1973), Bellísima Luciana (serie de TV) (1974), Triángulo de cuatro (1975), Sola (1976), Dulce Anastasia (TV) (1977), Saverio, el cruel (1978), El infierno tan temido (1980), Los pasajeros del jardín, Pubis angelical (1982), Fiebre amarilla (1983), Pelear por la vida (serie de TV) (1984), Pobre mariposa (1986), Kindergarten (1986), Los jinetes del alba (miniserie de TV) (1990), Más que la música (TV), Alta comedia (TV) (1991), Funes, un gran amor (1993), Son o se hacen (serie de TV) (1997), Sobre la tierra (1998), Primicias (serie de TV) (2001), La ciénaga, ¿Sabés nadar?, Infieles (miniserie de TV), Mercano, el marciano (animación – voz) (2002), Tacholas, un actor galaico porteño (2004), A cada lado, Botines (miniserie de TV), Monobloc (2005), Las manos (2006).
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