Presentada en Berlín, hoy llega a Buenos Aires
Beatriz Catani estrena "Los muertos"
Viernes 21 de julio de 2006 | Publicado en edición impresa
Después de cuatro años, Beatriz Catani vuelve a un escenario porteño. Durante todo este tiempo se la pasó trabajando en distintos proyectos que tuvieron lugar en Europa. Uno de ellos, "Los muertos (ensayo sobre la representación de la muerte en la Argentina)", puesta en la que comparte la dirección y dramaturgia con Mariano Pensotti, la estrenó en Berlín y hoy comienza su temporada en El Camarín de las Musas.
Su último montaje en Buenos Aires fue "Ojos de ciervo rumanos", que presentó en el Teatro del Pueblo. Luego, en La Plata, su ciudad natal, presentó "Félix María de 2 a 4", una particular experiencia que también llegó a Córdoba. Después de esos montajes estrenó "Los muertos", en Berlín; y la ópera "Metamorfosis de los sueños y las pasiones", con dirección musical de Gabriel Garrido, que montó en Bélgica y Holanda. Ahora viene de hacer un trabajo en Madrid llamado "Una dramaturgia de lo real" que tuvo lugar en el barrio de Lavapiés, una de las zonas más atractivas de la capital española. Para ese trabajo se armaron escenas en la que intervinieron algunos habitantes del lugar en el marco de una videoinstalación y se usaron textos personales de los talleristas. Ese borde entre la ficción y la realidad es una de sus obsesiones. Algo que había transitado cuando presentó, también junto a Pensotti, una obra en el marco de Biodrama o aquel trabajo que estrenó en La Plata que recorría diferentes lugares de la ciudad.
-Explicame, ¿cómo es eso de que la Costera Criolla en vez de traerte a Buenos Aires te lleva Europa?
-Bueno..., no sé [se ríe]. De todos modos, esta situación me genera bastante frustración porque si bien me interesa trabajar afuera en el sentido de intercambiar otras modalidades de trabajo y de ver qué se hace, me crea frustración no mostrar lo que hago acá. Me pasó claramente con la ópera, que fue un trabajo de dos años de investigación y con mucha gente involucrada.
-Esa ópera en algún momento formó parte de la programación del Complejo Teatral de Buenos Aires, ¿que pasó que nunca se estrenó?
-Sí. Se iba a estrenar en el marco del Festival Internacional de Buenos Aires del año pasado, pero el complejo nos asignó una sala en la cual no era posible hacer la puesta. Concretamente, la escenografía no entraba. Fue difícil tomar la decisión de levantar el montaje pero, conociendo cuánto sufre una puesta cuando se presenta en un lugar que no le corresponde, como me pasó con "Ojos de ciervo rumanos" en el Teatro del Pueblo; preferí esperar otra situación.
Mientras ultima detalles para el estreno en El Camarín, en La Plata, prepara otro espectáculo fiel a su impronta. La investigación tiene una pretensión desmedida de duración: que dure toda una noche o "el tiempo que tarda en morirse una cucaracha", como le gusta decir. La obra se llama "Los finales". Ya tuvo un ensayo general, la cosa funcionó bien aunque parece que los actores se cansan un poco. Pero, conociendo su trabajos, no es de extrañar que en cualquier momento esta talentosa directora se dé el gusto de invitar al público a compartir toda una noche. En definitiva, desde sus primeros trabajos como actriz junto a Federico León y su actual recorrido europeo, Catani se ha convertido en una exquisita investigadora de los límites de la teatralidad.
El trabajo, del cual una crítica alemana dijo que era "una de las puestas más inteligentes y poéticas que he visto este año en Berlín", es un montaje que comenzó como parte de un proyecto organizado por el Instituto Goethe que estaba apoyado en lo plástico. Pero como en el proceso viró eminentemente hacia lo teatral, se apartó de ese marco y terminó estrenándose en el Festival Buenos Aires-Berlín del 2004.
En principio, Catani y Pensotti partieron de la idea de trabajar las conexiones entre la muerte y sus formas de representación teatral. "Eso abría como una caja china porque cuando hablamos de la muerte también hablamos de sus formas de representación, como los santuarios, las cruces o los monumentos. Y empezamos a encontrar similitudes, a forzar respuestas y a tirar una cantidad de preguntas. Así quedó la idea de trabajar en dos espacios: uno, más teórico, en el que se plantean estas relaciones y en donde se muestra un video con el trabajo de campo. Y el otro espacio, eminentemente teatral, donde un actor trata de reconstruir una obra de teatro basada en el cuento «Los muertos», de James Joyce, que representó hace treinta años en Corrientes", cuenta Catani.
Entre esas acciones simultáneas "comienza a generarse un teatro de cuerpos ausentes, un teatro en el que lo que predomina es una escenografía y alguien que intenta traer a los cuerpos que no están, Cuando presentamos la obra en Europa, un traductor articulaba los dos campos. Allá era una función necesaria y acá su presencia es arbitraria. Creo que eso va a generar una especie de extrañamiento, como un nuevo distanciamiento entre todos los que propone la obra", apunta.
Para que este juego tome cuerpo, Catani y Pensotti (el mismo director que en estos momentos está presentando "Laura") se unieron a los actores Alfredo Martín, Matías Vertiz y Nikolaus Kirstein, a la escenógrafa Mariana Tirantte, al iluminador Matías Sendón y al músico Federico Marrale. Una troupe de talentosos.
Fuente: La Nación
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