jueves, 19 de mayo de 2005

Nosotros, chanchos y glamorosos

Nuevamente Didi Romero con uds. para brindarles el relato más fiel de las andanzas cotoléngicas, y este ultimo sábado me tocó ir a la función sabatina de la obra “Yo, chancho y glamoroso”, protagonizada por Fernando Peña y Sofía Gala, en el Teatro Lorange.

Yo, chancho y glamoroso (de Fernando Peña) - Dirección General: Fernando Peña - Vestuario: Juan Gasparíni - Sonido: Matías Luciani - Cinematografía: Matías Quinn - Escenografía: Mariela Pita - Intérpretes Fernando Peña, Sofía Gala Castiglione, Juan Pablo Mirabelli, Matías Quinn. 

Teatro “Lorange” (Av. Corrientes y Uruguay - Cap. - Tel.: 4373-2411) – Horarios: jueves 21:00 hs, viernes y sábados 21:30 hs

Fernando Peña es, sin lugar a dudas, un hombre sin medias tintas, todo lo que hace o dice siempre conlleva algún mensaje, y por lo general, disfrazado de humor, de forma brutalmente directa. Sus seguidores lo aman o lo odian, lo adulan o lo insultan, pero difícilmente tengan un término medio.

Con su nuevo espectáculo, “Yo, chancho y glamoroso", pasa lo mismo. Peña quiso brindar su visión sobre la televisión, sobre esa televisión que todo el mundo detesta pero que todo el mundo ve. Una televisión morbosa, macabra, sucia pero a su vez, a decir de Peña, glamorosa. Es refrendar el caso típico de “Crónica TV” que nadie mira pero todos saben qué pasa en esa pantalla. Sobre este tema, Peña plantea su visión y lo vuelve a realizar desde lo más bajo que la TV puede dar.

Año 2005, 6 o 7, ya no importa, el futuro. Somos todos taaan moderrrnos … ya no sabemos donde acaba el fin del mar y donde comienza el azul del cielo.

Una familia más allá de lo convencional, compuesta por dos padres hombres y dos hijos adoptivos, quienes se ven comprometidos por el zar de la television a vencer el hambre, es decir, saciar su propio hambre, construyendo un canal de television clandestina en el sótano de su casa, que recibe el nombre de “Canal Glamour”.

Ese es el pretexto para plantear una serie de situaciones en las que la lucha descarnada por el rating los lleva a todo tipo de excesos, a mostrar y realizar las mayores bajezas y denigraciones del ser humano. En ese juego desopilante se suceden las "noticias truchas", las entrevistas inventadas, los avisos comerciales  y las imitaciones a primeras figuras del espectáculo como Moria o Mónica.

Más allá de la excelencia de Peña como actor, se ha sabido rodear de tres excelentes jóvenes que lo acompañan en esta visión de la miseria televisiva. La mayor sorpresa es la de Sofía Gala Castiglione, quien sabe cómo ingresar en ese mundo hediondo y que se luce en algunos de los cuadros, lo mismo que Juan Pablo Mirabelli y Matías Quinn.

En resumen, “Yo, chancho y glamoroso” se presenta como una burla a la sociedad moderna y a la television actual. No tenemos una television basura, obscena, cruel, chancha, ella no tiene vida propia: está creada por nuestros propios acontecimientos y desgrana nuestras propias y brutales miserias. Pero nos seduce, no obstante, porque es glamorosa por demás. Esta es una de esas obras que amarás u odiarás pero que, sin lugar a dudas, no te va a dejar indiferente.

Esto ha sido todo por hoy, hasta la proxima obra.

Didi Romero, Buenos Aires, Argentina

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