miércoles, 27 de diciembre de 2000

Iñaki con el espíritu de Noel

27 de Diciembre de 2000

Por Eduardo Giorello

"Un cuento de Navidad". Basado en el ballet "Cascanueces" (Petipa - Ivanov - Tchaikovsky), con coreografía de Lilián Giovine. Actuación del Ballet Concierto. Dirección: Lilián Giovine y Esmeralda Agoglia. Intérpretes: Iñaki Urlezaga, Natalia Pelayo, María Massa, Miriam Coelho, Carlos Villamayor y elenco. Escenario al aire libre de la Municipalidad de La Plata, 25 de diciembre de 2000.

La existencia de Iñaki Urlezaga conlleva un eterno retorno. Radicado en Londres, donde baila en las filas de "The Royal Ballet", asumiendo en muchas oportunidades roles solistas y de primer bailarín, frecuentemente vuelve a la ciudad que lo vio nacer para reencontrarse con sus afectos y también para cumplir con "performances" que a veces alcanzan numerosas plazas del interior del país. Esta vez Iñaki permaneció en La Plata sólo cuarenta y ocho horas, que le sirvieron para el brindis navideño y para cumplir con una presentación frente a la Municipalidad, justamente con el ánimo de brindar a su público -que lo sigue desde hace muchos años- un espectáculo que tuvo la intención de recuperar comunitariamente la atmósfera, la armonía y la belleza que la noche de Navidad despierta.

Así se preparó "Un cuento de Navidad", que basado en el asunto argumental de Petipa para "El Cascanueces", inspirado a su vez por un cuento de Hoffman, "El Cascanueces y el Rey de los Ratones", capturó mucho de la atmósfera onírica y festiva, ligeramente psicoanalítica, de la obra que lleva una de las partituras más hermosas de todas las escritas para el ballet y que rubricó con refinamiento y calidez Piotr Ilich Tchaikovsky. En una hora -algo menos, quizás- Lilian Giovine desde la coreografía y la dirección recorrió las líneas fundamentales de la acción dramática ilustrándolas con lenguaje académico proveniente de los originales de Petipa-Ivanov.

El espectáculo, ideal para un público masivo como el que se formó alrededor del escenario, tuvo efectividad no sólo por la danza de un homogéneo conjunto de bailarines sino también por haberse recurrido a aquellos efectos de maquinaria que siempre causan admiración en los grandes y los chicos (el árbol navideño que crece, la carroza que transporta al Príncipe y sus acompañantes, por ejemplo) y por la selección de algunos de los fragmentos musicales más bellos de la partitura.

La fiesta jugada en un hogar burgués del siglo XIX, la aparición de un ángel que coadyuva a lograr el clima sobrenatural del argumento, la presencia de Drosselmeyer, el personaje misterioso que le regala el cascanueces a Clarita y las secuencias puramente fantásticas con los copos de nieve y los dos "pas de deux" recordaron frecuentemente los pasos originales del ballet en dos actos, que aquí se ofreció en uno.

Iñaki Urlezaga con su brillo y seguridad técnica a las que suma una madurez artística francamente destacable fue la estrella de la noche. Con él brillaron Natalia Pelayo (encantadora Clarita), María Massa (una etérea personificación del "Angel"), Miriam Coelho (eficaz hada de azúcar) y Carlos Villamayor (Drosselmeyer). Como casi un milagro de la misma Navidad, Iñaki poco tiempo después de esta actuación, voló a Londres, donde el 30 de diciembre habrá de bailar "El Cascanueces". Cosas del destino.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20001227/espectaculos3.html

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