La estupenda performance de los bailarines rusos, el gran desempeño del Ballet Estable y la eficacia de la Orquesta Estable, conformaron un espectáculo de gran jerarquía
Con la Sala Alberto Ginastera prácticamente colmada por un público que, al final, aplaudió de pie a los protagonistas, se llevaron a cabo este sábado y domingo en el Teatro Argentino las dos primeras funciones programadas del ballet Don Quijote.
Tras el célebre pas de deux y las exigentes variaciones del tercer acto, Elvira Tarasova y Andrei Batalov, primeros bailarines invitados del Teatro Kirov de San Petersburgo (Rusia), recibieron, tanto en la primera como en la segunda presentación, la más estruendosa ovación de la noche.
Pero también fueron muy celebradas las intervenciones de los integrantes del Ballet Estable local, que dirige actualmente Mabel Silvera, especialmente las participaciones de María Fernanda Bianchi (Mercedes, la bailarina de la calle), Gaik Katjberounian (el torero), Walter Aón (Don Quijote), José Luis Lozano (un gracioso Sancho Panza), María Massa (Juanita), Rocía Burgos (Piquilla), Nadia Muzyca (Reina de las Dríadas) y Paola Alves (la gitana).
Tras la caída del telón, subieron a saludar y recibieron también el cálido y sostenido reconocimiento de los espectadores, Javier Logioia Orbe, que condujo con mano segura a la eficaz orquesta estable, y sobre todo Zarko Prebil, el maestro croata especializado en el repertorio clásico que se encargó de reponer con gran brillo la coreografía original de Alexander Gorsky.
La impresionante producción incluye para el prólogo y los tres actos bellas escenografías y un gran despliegue de vestuario, cedidos en ambos casos por el Teatro Colón de Buenos Aires. Para completar la gran exigencia que entraña el reparto, el Ballet Estable del Teatro Argentino debió participar en pleno, convocar bailarines de refuerzo y solicitar la colaboración de alumnas del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón (que se desempeñan como cupidos en el segundo acto) y de alumnos de la Escuela de Danzas Clásicas (que intervienen en el teatrino, también correspondiente a la segunda parte).
La elección de Don Quijote como cierre de la temporada 2000, que coincide con la celebración por parte del Teatro Argentino de sus 110 años de vida, resultó muy acertada, ya que se trata de una de las piezas que, junto a otras como El lago de los cisnes o Giselle, se ubica en la cúspide de la danza académica y su interpretación despierta siempre grandes expectativas entre los aficionados al género.
Nuevas funciones de este ballet de música de Minkus, libreto de Petipa y coreografía de Gorsky se ofrecerán hoy, mañana y el viernes y sábado próximos a las 20.30.
Ficha técnica:
Evento: Ballet Don Quijote.
Bailarines invitados: Elvira Tarasova y Andrei Batalov, primeros bailarines del Teatro Kirov de San Petersburgo (Rusia).
Elenco: Ballet Estable dirigido por Mabel Silvera y Orquesta Estable conducida por Javier Logioia Orbe. También participaron alumnas del Instituto Superior de Arte del Colón y de la Escuela de Danzas Clásicas.
Coreografía: Zarko Prebil.
Escenografía y vestuario: Teatro Colón de Buenos Aires.
Lugar: sala lírica del Teatro Argentino.
Fecha: 16 y 17 de diciembre.
Proximas funciones: hoy, mañana, viernes y sábado próximos.
8 Puntos
Fuente:http://pdf.diariohoy.net/2000/12/19/pdf/24.pdf
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