TEATRO CRITICA / BABILONIA
Los de Arriba y los de Abajo: SALVESE QUIEN PUEDA
La esperada reinauguración de la sala Discépolo se concretó con una obra de este entrañable autor argentino. La puesta se vio miércoles y jueves, y volverá a presentarse hoy, mañana y el domingo. Una buena oportunidad para reencontrarse con un espacio teatral recuperado.
Con los discursos de rigor y el tradicional corte de cintas, se dio por reinaugurada la sala donde se supo ver variada muestra de especies y estéticas. El lugar luce como nuevo y, además de contar con todas las normas de seguridad y comodidad para el trabajo, presenta una calidez casi intimista. Para la ocasión se eligió, como no podía ser de otra manera, una de las tantas obras de Discépolo, a las que él denominó “grotescos”.
Son éstos una singular variedad dramática que presenta una fusión y contraste entre los aspectos cómicos y trágicos de la vida. En la presente puesta, el director ha respetado el texto original, pero haciendo una lectura en la que predomina el sentido trágico. Si bien algunas caracterizaciones, breves diálogos o acciones pueden dar lugar a una sonrisa, no es éste el efecto buscado, ya que todos los signos dramáticos apuntan a producir una sensación de opresión y encierro.
Queda al descubierto, de este modo, la idea vertebradora de la obra, que presenta la rivalidad y las diferencias entre ricos y pobres. Pero estos nuevos ricos ocultan un pasado al que no aceptan y los pobres son, en su mayoría, inmigrantes de distintos países que compiten pensando sólo en ellos mismos. No hay buenos ni malos, sino seres que luchan por escapar, a cualquier precio, de la servidumbre.
Sálvese quien pueda parece ser la consigna de todos ellos, exceptuando al personaje prototipo del traidor, que se maneja con otros principios y tiene móviles diferentes. Mención especial merece la excelente escenografía de Quique Cáceres. El sótano, cocina y vivienda de los sirvientes, con la escalera que lleva a la residencia de los patrones, enfatiza el clima de opresión y encierro, que parece a punto de estallar en cualquier momento. “Los de arriba” y “los de abajo” quedan encerrados en sus mundos, a los que esta escalera sirve como único medio de comunicación.
Lograda hasta en los mínimos detalles, la escenografía es soporte fundamental del esqueleto de la obra y de la lectura que el director transmite. La acompaña un vestuario cuidado que apuntala la diferencia de mundos y los distintos roles de la servidumbre. Iluminación y musicalización crean climas que llegan a la asfixia, que se resuelve en el grito final.
El director, acostumbrado a manejar elencos numerosos, imprime su sello en esta puesta y coordina con acierto todos los signos para concretar un mensaje claro. El grupo de actores tiene un desempeño parejo y logra la adecuada caracterización del personaje. Se destaca el cocinero, interpretado por Bozzarelli, que consigue la creación de un ser creíble y querible.
En síntesis: una obra entretenida y con un mensaje que duele por su vigencia.
Ana M. Tótoro. Especial para Hoy
Ficha técnica:
Obra: Babilonia
Autor: Armando Discépolo
Intérpretes: elenco de la Comedia de la Provincia
Escenografía: Quique Cáceres
Vestuario: Cristina Pineda
Iluminación y musicalización: Luis Viola
Dirección: Norberto Barruti
Asistente de dirección: Nely y Laura Otero
Lugar: Sala Discépolo (Comedia de la Provincia), 12 entre 62 y 63
Funciones: viernes y sábado a las 21, domingo a las 20.
Entrada General: $ 12. Jubilados, estudiantes, docentes, Asociación Argentina de Actores, Sociedad Odontológica y empleados de la administración pública: $ 8
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2008/09/05/pdf/cuerpo.pdf
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