CAPITAL FEDERAL, Septiembre 28 (Agencia NOVA) Canal (á) estrena a partir del jueves 2 de octubre, a las 22, el ciclo Teatro Argentino, una serie que muestra una mirada a los procesos creativos de las puestas de ópera de una de las principales salas líricas del país: el Teatro Argentino de La Plata.
Una obra es producto del trabajo minucioso de un numeroso grupo de gente. Es trabajo de cantantes, bailarines, carpinteros, herreros, sastres, músicos y muchos otros.
En Teatro Argentino se plasman, desde los detalles más pequeños hasta el producto final, todas las instancias de la creación de una ópera, a partir de una cámara testigo.
Para cumplir con el propósito de producir íntegramente sus espectáculos, el Teatro Argentino de La Plata fue creando sus propias secciones técnicas. Técnicos y artesanos altamente calificados permiten la realización de todas las fases de una producción artística, desde las instancias preparatorias hasta la puesta en escena final. Así, artistas de diversos rubros combinan su conocimiento y creatividad en pos de un objetivo común.
Pocos años después de la fundación de la ciudad de La Plata, en 1882, un grupo de vecinos constituyó la Sociedad Anónima Teatro Argentino e inscribió como propio, en 1885, el terreno comprendido entre las avenidas 51 y 53 y las calles 9 y 10, con el propósito de erigir allí una sala de espectáculos.
El proyecto fue encargado al italiano Leopoldo Rocchi, quien ideó una planta en forma de herradura. Cinco años demandó la construcción del espectacular teatro, que con sus cinco niveles –entre palcos y galerías- tenía capacidad para albergar a más de 1500 espectadores.
Finalmente, coincidiendo con el octavo aniversario de la ciudad, el 19 de noviembre de 1890, el Teatro Argentino levantó por primera vez el telón con “Otello”, la ópera de Giuseppe Verdi.
Desde entonces, por el escenario del Teatro Argentino desfilaron los nombres más destacados: desde los cantantes María Barrientos, Luisa Tetrazzini, Emma Carelli, Tita Rufo, Fedora Barbieri, Tito Schipa hasta los bailarines Ana Pavlova, Dore Hoyer e Iris Scaccheri, y los músicos Pietro Mascagni, Richard Strauss (junto a la Orquesta Filarmónica de Viena), Arthur Rubinstein, Andrés Segovia y Alexander Brailowsky.
El 18 de octubre de 1977 el Teatro Argentino vivió la jornada más dramática de su historia: un voraz incendio se desató en el escenario y en pocas horas la sala quedó reducida a cenizas. Sólo permanecieron en pie el foyer y las paredes perimetrales. El teatro tuvo que ser reconstruido y recién en 1999 volvió a ser abierto en su lugar definitivo.
La serie Teatro Argentino, cuenta, entre otros, con capítulos dedicados a la historia del teatro, a su reconstrucción, a sus talleres de escenografía y a la dirección de óperas.
Una obra es producto del trabajo minucioso de un numeroso grupo de gente. Es trabajo de cantantes, bailarines, carpinteros, herreros, sastres, músicos y muchos otros.
En Teatro Argentino se plasman, desde los detalles más pequeños hasta el producto final, todas las instancias de la creación de una ópera, a partir de una cámara testigo.
Para cumplir con el propósito de producir íntegramente sus espectáculos, el Teatro Argentino de La Plata fue creando sus propias secciones técnicas. Técnicos y artesanos altamente calificados permiten la realización de todas las fases de una producción artística, desde las instancias preparatorias hasta la puesta en escena final. Así, artistas de diversos rubros combinan su conocimiento y creatividad en pos de un objetivo común.
Pocos años después de la fundación de la ciudad de La Plata, en 1882, un grupo de vecinos constituyó la Sociedad Anónima Teatro Argentino e inscribió como propio, en 1885, el terreno comprendido entre las avenidas 51 y 53 y las calles 9 y 10, con el propósito de erigir allí una sala de espectáculos.
El proyecto fue encargado al italiano Leopoldo Rocchi, quien ideó una planta en forma de herradura. Cinco años demandó la construcción del espectacular teatro, que con sus cinco niveles –entre palcos y galerías- tenía capacidad para albergar a más de 1500 espectadores.
Finalmente, coincidiendo con el octavo aniversario de la ciudad, el 19 de noviembre de 1890, el Teatro Argentino levantó por primera vez el telón con “Otello”, la ópera de Giuseppe Verdi.
Desde entonces, por el escenario del Teatro Argentino desfilaron los nombres más destacados: desde los cantantes María Barrientos, Luisa Tetrazzini, Emma Carelli, Tita Rufo, Fedora Barbieri, Tito Schipa hasta los bailarines Ana Pavlova, Dore Hoyer e Iris Scaccheri, y los músicos Pietro Mascagni, Richard Strauss (junto a la Orquesta Filarmónica de Viena), Arthur Rubinstein, Andrés Segovia y Alexander Brailowsky.
El 18 de octubre de 1977 el Teatro Argentino vivió la jornada más dramática de su historia: un voraz incendio se desató en el escenario y en pocas horas la sala quedó reducida a cenizas. Sólo permanecieron en pie el foyer y las paredes perimetrales. El teatro tuvo que ser reconstruido y recién en 1999 volvió a ser abierto en su lugar definitivo.
La serie Teatro Argentino, cuenta, entre otros, con capítulos dedicados a la historia del teatro, a su reconstrucción, a sus talleres de escenografía y a la dirección de óperas.
Fuente: http://www.agencianova.com/nota.asp?n=2008_9_28&id=3773&id_tiponota=11
Porque no postearon siquiera una foto del Palacio del Teatro Argentino original, sospecho que lo que ya he escuchado infinidad de veces, en infinidad de bocas políticas y militares, ahora debeo escucharlo de la boca de los "artistas". Esa conveniente expresión de "un voraz incendio" terminó con el teatro original es una farsa y una pura mentira que parece quedar bien en la boca de todos. Siendo alumna de la Escuela de Danzas Clásicas del Teatro Argentino, habiendo bailado muchas veces en ese escenario, tanto en las representaciones anuales de la escuela como contratada por el director para la mayoría de las óperas, entré al teatro inmediatamente después que fue sofocado el incendio, que no surgió en el escenario, sino en el área de vestuario, peluquería y utilería, y vi que quedaba mucho más que "las paredes circundantes". Es vox populi que los militares decidieron hacer un bello negociado por la construcción de un nuevo teatro, que este mausoleo espantoso que hoy tenemos en medio de la ciudad, cuya sala, copiada de la original, no se acerca ni un palmo al charme y la distinción de aquella, pero en la que ahora sí pueden entrar las otrora atorrantas, como la Sra. Presidenta, a la que su "séquito de artistas" le hacen los honores.
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