Fiesta y teatro en el puerto
07-09-2008 / Cientos de personas revivieron el momento en que sus familias arribaron al país
El desembarco fue en el puerto de La Plata. Frente a las ya cerradas puertas del frigorífico Swift, protagonista de las miles de vidas de familias inmigrantes que llegaron a al país con el dolor de guerras y ocupaciones a cuestas en sus propias tierras, que los obligó a buscar horizontes en “la América”.
Como desde hace 31 años, Berisso también se vistió ayer con los trajes típicos de los inmigrantes que llegaron a principios y mediados de 1900 desde Alemania, Arabia, Grecia, Italia y Polonia, entre otros.
Cientos de vecinos llegaron pasado el mediodía al puerto para disfrutar de los eventos que esta ciudad realiza año a año con motivo de la Fiesta del Inmigrante.
Ningún berissense estuvo al margen de los festejos, porque las raíces de todos remiten a un pasado europeo tormentoso. Por eso, en la tarde de ayer desde bisabuelos hasta bebés recién nacidos disfrutaron de la teatralización sobre la llegada de los barcos que los trajeron a estas tierras, desde Cabo Verde, Bulgaria, Bielorrusia o Lituania.
La misma sed de revancha quitada a la fuerza por los países natales desde los que llegaron los extranjeros se vio reflejada a la vera del puerto de La Plata. Atrás, el escenario terminó de componerse con las gigantes estructuras de cemento de los frigoríficos abandonados que, en otra época, fueron los que llenaron de esperanzas a los inmigrantes.
el mismo sueño. Sin dinero y sin conocer el idioma, los inmigrantes que arribaron al puerto platense llegaron en busca de una esperanza de vida que pudieron forjar a lo largo de los años.
Primero vivieron en conventillos o pensiones, hasta que el esfuerzo del trabajo empezó a dar frutos y pudieron construirse las primeras casas, mitad chapa y mitad cemento, que todavía pueden apreciarse sobre la avenida principal de Berisso.
El frigorífico no fue el único que les deparó un porvenir próspero a los inmigrantes, sino que el trabajo en ascenso del puerto, también les auguró -según los conocimientos ya adquiridos de cada trabajador- la provisión de un futuro mejor para las familias que empezaban a llegar a reunirse con los padres y abuelos.
Fuente: http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=5152
07-09-2008 / Cientos de personas revivieron el momento en que sus familias arribaron al país
El desembarco fue en el puerto de La Plata. Frente a las ya cerradas puertas del frigorífico Swift, protagonista de las miles de vidas de familias inmigrantes que llegaron a al país con el dolor de guerras y ocupaciones a cuestas en sus propias tierras, que los obligó a buscar horizontes en “la América”.
Como desde hace 31 años, Berisso también se vistió ayer con los trajes típicos de los inmigrantes que llegaron a principios y mediados de 1900 desde Alemania, Arabia, Grecia, Italia y Polonia, entre otros.
Cientos de vecinos llegaron pasado el mediodía al puerto para disfrutar de los eventos que esta ciudad realiza año a año con motivo de la Fiesta del Inmigrante.
Ningún berissense estuvo al margen de los festejos, porque las raíces de todos remiten a un pasado europeo tormentoso. Por eso, en la tarde de ayer desde bisabuelos hasta bebés recién nacidos disfrutaron de la teatralización sobre la llegada de los barcos que los trajeron a estas tierras, desde Cabo Verde, Bulgaria, Bielorrusia o Lituania.
La misma sed de revancha quitada a la fuerza por los países natales desde los que llegaron los extranjeros se vio reflejada a la vera del puerto de La Plata. Atrás, el escenario terminó de componerse con las gigantes estructuras de cemento de los frigoríficos abandonados que, en otra época, fueron los que llenaron de esperanzas a los inmigrantes.
el mismo sueño. Sin dinero y sin conocer el idioma, los inmigrantes que arribaron al puerto platense llegaron en busca de una esperanza de vida que pudieron forjar a lo largo de los años.
Primero vivieron en conventillos o pensiones, hasta que el esfuerzo del trabajo empezó a dar frutos y pudieron construirse las primeras casas, mitad chapa y mitad cemento, que todavía pueden apreciarse sobre la avenida principal de Berisso.
El frigorífico no fue el único que les deparó un porvenir próspero a los inmigrantes, sino que el trabajo en ascenso del puerto, también les auguró -según los conocimientos ya adquiridos de cada trabajador- la provisión de un futuro mejor para las familias que empezaban a llegar a reunirse con los padres y abuelos.
Fuente: http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=5152
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