lunes, 29 de octubre de 2007

Una carrera iniciada en la militancia universitaria

Lunes | 29.10.2007 | Publicado en Edición Impresa: El País

LA NUEVA PRESIDENTA

Cristina Kirchner hizo su primera incursión política cuando estudiaba Derecho en la UNLP

Hasta el año 1994, cuando se convocó a la Convención Constituyente para la reforma de la Constitución en la provincia de Santa Fe, la figura de Cristina Fernández de Kirchner apenas era conocida por algunos fuera de las fronteras de la provincia de Santa Cruz. A partir de ese momento, inició una carrera que la depositaría, 13 años más tarde, en el sillón de la Presidencia de la Nación.

La reunión de los convencionales constituyentes fue, para Cristina Kirchner, la primera oportunidad de desempeñarse en las grandes ligas de la política nacional. Hasta ese momento, su carrera la había depositado con 41 años en una banca de la legislatura de Santa Cruz, entonces gobernada por su marido. Al año siguiente, y debido al impulso que su figura obtuvo en ese proceso, llegó por primera vez al Senado de la Nación.

Pero la carrera política de la mujer que a partir de diciembre próximo ocupará el despacho más importante de la Casa Rosada había comenzado, en rigor, muchos años antes y en una geografía muy distinta a la sureña: en los pasillos de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata.

En el año 1973, y luego de un paso frustrado por la carrera de Psicología, ingresó a la carrera de Abogacía. El ambiente universitario por esos años estaba marcado por la militancia política. Y Cristina, hija al fin y al cabo de una madre amante de Eva y Juan Domingo Perón, se enroló en las filas de la Juventud Universitaria Peronista (JUP).

Quienes compartieron reuniones, mitines y encuentros recuerdan a Cristina Fernández como una militante que no le escapaba a las discusiones y a la confrontación dentro de su espacio. Y que combinaba dosis de altanería con pasión por la política, matizadas por una belleza juvenil que muchos dirigentes de esa época aún mencionan.

Fue en ese ámbito que conoció a Néstor Kirchner, también militante del peronismo universitario, aunque enrolado en otra agrupación, la Federación Universitaria para la Revolución Nacional (FURN). Ese encuentro marcaría su vida. Pocos años después, matrimonio mediante, la pareja se mudó a la provincia de Santa Cruz.

POLITICA EN EL SUR

En Río Gallegos, Néstor y Cristina Kirchner se dedicaron a ejercer la profesión con éxito económico. Y a dar los primeros pasos dentro de la vida política de la provincia. En el año 1981, comenzaron a organizarse los primeros mitines del peronismo en esa ciudad y ambos participaron, retomando la militancia que había quedado suspendida por años.

Cuando la democracia se instaló definitivamente en el país, el gobernador santacruceño Arturo Puricelli puso en frente de la Caja de Previsión Social a Néstor Kirchner y nombró a Cristina en la administración provincial. Desde allí, el matrimonio continuó su ascenso político que tuvo su premio en 1987, cuando Néstor fue elegido intendente de Río Gallegos, pasaje que le permitió a Cristina lanzarse de cabeza a la actividad política.

En 1989, con su marido ya en la Gobernación provincial, Cristina ocupó por primera vez un cargo legislativo. Fue electa diputada provincial, escaño para que el volvió a ser votada en el año 1993. Durante ese segundo período, llegó la posibilidad de representar a su provincia en la Convención Nacional Constituyente, que finalmente se convirtió en una plataforma ideal para dar a conocer su figura a nivel nacional.

Para el año 1995 da el salto al Senado Nacional representando a Santa Cruz. En 1997 ingresa a la Cámara de Diputados y en 2001 es otra vez electa senadora, siempre por la misma provincia. Durante su paso como legisladora en los años '90 se recuerdan sus enfrentamiento con compañeros de bancada del PJ que le valieron la expulsión del cuerpo.

Como legisladora, Cristina presidió la Comisión Bicameral que investigó los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA y fue vicepresidenta de la Comisión Especial Investigadora sobre lavado de dinero, espacio en el que mantuvo una estrecha y conflictiva relación con quien fue su máxima oponente en estas elecciones, Elisa Carrió.

El 25 de mayo de 2003, luego de una de las crisis políticas más profundas que vivió el país, su marido llegó a la Presidencia y ella se convirtió, automáticamente, en la figura política femenina más importante del país.

Las elecciones legislativas de 2005 la tuvieron por primera vez como protagonista principal. Su enfrentamiento en las urnas con Hilda González de Duhalde fue la culminación de una ruptura que había iniciado su marido con el movimiento que lideraba Eduardo Duhalde. Además, fue la primera vez que Cristina Fernández compitió por un cargo en representación de su provincia natal, Buenos Aires.

El triunfo fue rotundo. La entonces primera dama sacó una diferencia de 26 puntos sobre "Chiche" Duhalde.

A partir de esa victoria, Cristina Kirchner comenzó a ser mencionada por cada vez más dirigentes enrolados en el Frente para la Victoria como posible candidata presidencial para las futuras elecciones. Amparados por las encuestas que marcaban un alto índice de imagen positiva entre la población, ministros, legisladores, intendentes y funcionarios instalaron poco a poco la idea de que podía suceder a su esposo al frente del Ejecutivo Nacional.

Finalmente, y después de muchos meses de especulaciones, lanzó oficialmente su candidatura presidencial el 19 de julio pasado, con un acto que encabezó en el Teatro Argentino de La Plata. Ese encuentro fue, a la postre, el puntapié inicial que terminó, poco tiempo después, en el Sillón de Rivadavia que abandona su esposo.

Imagen: http://www.laplatamagica.com.ar/web/?q=node/139

Fuente:http://www.eldia.com.ar/edis/20071029/elpais12.htm

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