Redacción Clarín
09/07/2004
Historias de sexo de gente común 2004 Copyright © Telefe, P&P Endemol Argentina,
Acorde con esa costumbre tan argentina, desde A. R. (Alejandro Romay) hasta nuestros días, de que los dueños de las productoras sean los encargados de alumbrar ideas originales para la tele, quién, sino Martín Kweller —dueño de Endemol Argentina—, podía idear la primera ficción de la productora que se hizo fuerte en la pantalla con formatos de entretenimiento. Y lo que se le ocurrió fue este Historias de sexo de gente común (Telefé, miércoles a las 23.30, un unitario protagonizado por Carlos Santamaría, Carolina Peleritti, Juan Gil Navarro y Jazmín Stuart, y escrito por Alejandro Ocón, que asoma, todavía con perfiles inciertos en cuanto a su eficacia, como una comedia naif alrededor del sexo.
El sexo y un presupuesto estándar de lo que es la "gente común" son los pilares sobre los que se asienta esta idea que, como comedia, escasea en gracia, y como propuesta realista, no escapa (o al menos no pudo en el capítulo inicial) al lugar común más previsible.
Los protagonistas de la historia son dos parejas. Sandra (Peleritti) y Gastón (Santamaría), y Carla (Stuart) y Diego (Gil Navarro). Ellos dos son abogados, amigos y socios en un estudio. Sandra asoma como una reprimida tirando a esquemática; Gastón, según su propia mujer (un poco enojada, convengamos), es "un pajero retrógrado y subdesarrollado", Diego es un infiel compulsivo y Carla una tonta (o sufrida, según se mire) que anota en un cuadernito las veces que su marido la engaña. Ya va por la número 57.
En el primer episodio (que midió 16,9 puntos de rating, según Ibope), el protagonismo recayó sobre Sandra y Gastón, quienes, al alojar en su casa a una amiga de ella que vive en Europa (María Fernanda Callejón) y a su pareja, un negro, vieron prontamente confrontados sus límites en materia de sexualidad. Al tiempo que el programa mostraba los suyos en términos de ideas y abordajes para terminar convertido en un muestrario de lugares comunes: la dotación de los negros, los topless en Ibiza, los cambios de pareja como la muestra más acabada de liberalidad o de degeneradez (depende quién opine), los encierros en baños, la masturbación con fotos, los ratones masculinos con las menores y los femeninos con los negros, etc. etc. En definitiva, un abanico de situaciones vinculadas al sexo, y enroladas en el folclore más cotidiano, que podría resultar muy rendidor si no tuviera un tono tan moralista y, por momentos, casi adolescente. Hablar de sexo, ¡a las doce y media de la noche!, para que alguien termine preguntándole extrañadísimo a otro/a si no le da celos que su pareja se acueste con otro/a, o que una mujer termine acusando a otra, a los gritos, de "puta", por sus costumbres liberales es desperdiciar una buena oportunidad.
Con una estética de pantalla —no temática— cercana a Tiempofinal (tal vez por la participación de Ocón en aquel ciclo de los Borensztein), con mucha música constantemente generando "climas" y con más actores que personajes, sobre todo en los protagónicos masculinos, Historias de sexo de gente común empezó a rodar en pantalla despertando, por el momento, más expectativa que interés.
Fuente: https://www.clarin.com/ediciones-anteriores/comedia-naif-alrededor-sexo_0_HJuWUv31CYg.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario