viernes, 3 de marzo de 2000

Festival Iberoamericano de Teatro - Ciudad de Buenos Aires

3 de marzo de 2000

Pluma. De Arístides Vargas. Elenco: Randi Krarup, Daysi Sánchez, Santiago Villacis, Pilar Velasco, José Rosales, Gerson Guerra, Arístides Vargas, Carlos Valencia, Valentina Pacheco. Dirección de actores: María del Rosario Francés. Dirección: Arístides Vargas. Teatro Nacional Cervantes, Sala Martín Guerrero. Hasta el 5 de marzo.

En el marco del Tercer Encuentro Iberoamericano de Teatro, se estrenó el miércoles la obra Pluma, escrita y dirigida por Arístides Vargas. Su grupo de teatro experimental -Malayerba- ha recibido "numerosos premios" y ha concurrido a muchos festivales internacionales (Cádiz, Caracas, Costa Rica, Montevideo...).

La gacetilla del programa dice: "Pluma es un cuento campesino adaptado a la realidad urbana. Esta operación se sustenta no tanto en lo que narra sino en los mitos que trata (...) es decir que tratan de aplicar en esta obra algunas de las claves del cuento primitivo 'analogizándolas' con lo que sucede en el campo de la realidad".

Todos estos prolegómenos no significan demasiado. En ningún momento advertí que se tratara de un "cuento campesino" con sus personajes típicos, ni tampoco encontré ninguna clave del "cuento primitivo". Pluma es, como dijo al salir de la sala Kado Kotzer "una obra moderna pasada de moda".

Aún así, ni siquiera podría describir esta supuesta modernidad. La pieza no tiene estructura. Son momentos, cuadros y escenas con diversos personajes, muchos de ellos rígidos y mudos, con aspecto y movimientos de payasos. La primera escena presenta un matrimonio mal avenido, que va a tener un hijo no muy deseado. Luego aparece un muchacho infortunado que -se supone- es el hijo de aquéllos. Un andamiaje de cuerdas permite dejar lucir la buena preparación corporal que recibieron de su director. Hay una única escena que puede calificarse como sketch y que remite a cualquier comedia. Allí, un policía ridículo está haciendo un operativo relámpago que consiste en mover a la gente de lugar: mientras tanto habla por el celular con su mujer. En medio de todo esto una anciana con un perrito de juguete se entromete y habla todo el tiempo con gracia y soltura.

Otra escena marca la aparición de una mujer que se dice "ignorante" con una bandera roja. Venía manifestando con sus compañeros porque la fábrica había cerrado, cuando se perdió en la niebla.
Si se quiere interpretar algo: ridículo de la policía y nostalgia de las épocas combativas.
En fin, tan aburrida estaba yo que no pude aplaudir. Los otros, sí.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000303/espectaculos2.html

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