“Todos los días se pierde el fuego” o la frustración vincular en la era digital

ESPECTÁCULOS | DESTACADO DE LA CARTELERA

La imposibilidad de relacionarse de los pibes 2.0 marca el debut en la dirección teatral de Denisse Van Der Ploeg

ESCENA DE “TODOS LOS DÍAS SE PIERDE EL FUEGO” / ANA RODBAN

La actriz Denisse Van Der Ploeg debuta como directora en “Todos los días se pierde el fuego”, una obra escrita por Ilenia Contin sobre la imposibilidad de vincularse que manifiestan las generaciones atravesadas por lo digital. Tras una temporada en la porteña Fundación Cazadores, se estrena el viernes en La Plata.

Agustina Claverí, Valentina Leiva, Celeste Rocío Labadie, Eugenia Bifaretti y Marco Viscusi interpretan a un grupo de amigos que atraviesa rupturas, frustraciones y deseos, soportando el miedo a lo que parece que va a durar para siempre ya lo que, de un segundo a otro, se autodestruye.

Además de actriz y bailarina, Van Der Ploeg es docente y, en el marco de exploración que propone en sus talleres de entrenamiento, prendió el germen de “Todos los días se prende el fuego”. Tanto la dramaturga como el elenco fueron alumnos de sus clases de teatro, casi siempre habitadas por una juventud que la retroalimentó y la inspiró no solo para este proyecto sino para la vida.

Denisse, que venía probando alrededor del desamor, le propuso a Ilenia bajar sus ideas a texto: a ella le encantaba cómo escribía para sus clases e Ilenia aceptó en el que, también, será su debut en la dramaturgia.

Influenciada por la obra del director canadiense Xavier Dolan, Denisse quería hablar en su ópera prima de la “imposibilidad vincular” y también quería “poder darle una voz y cuerpo a una generación cerebro adormecida que necesita una caricia”. El punto de partida fueron las cosas que decimos por chat pero no en persona “por la gran dificultad de verso frágil”, según cuenta.

Así, la obra aborda temas actuales como “la ansiedad, la neurosis, la verborragia y no saber cómo pedir ayuda”, pero también habla del amor, la amistad y el humor. “El humor me enamora y todos mis vínculos actuales me hacen reír muchísimo a tal punto que me ayudan a perderme y abandonar el celular”, dice la directora.

Con más de treinta proyectos actorales en sus veinte años de trayectoria, “Todos los días se pierde el fuego” es, como dijimos, el debut de Van Der Ploeg en la dirección, una tarea que pensaba sin temor a equivocarse, celebrando el error. Con este proyecto, la actriz formada por Analia Couceyro y Cristina Banegas, ya la que le interesa cualquier tipo de teatro que la “conmueva”, logró “comprender más a quienes están ocupando esos lugares e incluso darle alimento a mi actriz para abandonar la neurosis”. ”. , transformarla y confiar más en quien dirige o en quien elijo para ser dirigido”.

Se podría decir que la obra tuvo dos etapas antes de ver la luz: inicialmente, se llamó “Todo lo que amé” y que se frustró “por los mismos tópicos que trae la obra”: la desconexión. Pero se armó otro equipo, Ilenia escribió en los ensayos y estaba todo encaminado al estreno pero... la vida: la muerte del papá de Denisse, el cierre de la sala en la que iban a debutar y algunas batallas personales parecían hacer perecer el proyecto pero una convocatoria de la Fundación Cazadores les dio el impulso que necesitaban. Denisse convocó como intérpretes a sus alumnos, que estaban “prendidxs fuego” ya quienes parece remitir el título “porque lo que se apaga inmediatamente ellos lo encienden con facilidad”, elogia.

Así, llegan a La Plata para hacer funciones los viernes 8, 15, 22 y 29 de noviembre, siempre a las 21, en Esquina América, 18 y 71. Las entradas, con descuento para jubilados y estudiantes, se pueden reservar a través de Alternativa Teatral.

Charlamos con Denisse

-¿Qué tipo de teatro es el que te interesa como intérprete y, ahora, como director? ¿A qué tipo de teatro elegís ponerle el cuerpo?

-El tipo de teatro que me interesa es el que me conmueve, no me importa qué, si por el trabajo, el texto, la actuación, la honestidad de lxs intérpretes y creadores, los cuerpos, el cruce con la danza, soy buena espectadora. . porque siempre puedo valorar lo que veo, salvo que sea una provocación como lo es hoy nuestro presidente. Antes era más exigente, hoy se me corrieron los valores porque nos están dejando sin espacios, sin fondos, sin cultura y nosotrxs seguimos de pie haciéndole frente a este desastre. Por eso valoro que hagamos, que salgamos a la calle, que defendamos lo que tenemos porque también nos da herramientas para poder escuchar y ayudar a los que la están pasando mal de verdad.

Si hay un teatro y obras de danza que me convocan más para ver que ahonden sobre una percepción distinta, mas chiquita, que tiene que ver más con el sentido del tacto, el cuerpo y la piel sin ser tocada, la potencia de lo íntimo, para interpretar también. Para dirigir la verdad es que hice lo que pude y lo que fui escuchando, si me doy cuenta que me gustaría más momentos de silencios jajaj pero entiendo no solo que es nuestra primera obra con ile y el momento post pandémico en donde necesitábamos decir decir, Faltaba la piel y la obra nos habló sola. Pero si me doy cuenta que lo que más me gusto de dirigir es cuando podemos lograr esos momentos íntimos, las confusiones entre los deseos sexuales de las chicas/amigas, las coreos influenciadas por Yorgos o Arianne Labed me dan vida. Entrené muchos años la danza para actuar y expandir la presencia, tuve maestras de la danza como Leticia Mazur y Josefina Gorostiza con quienes pude entrenar y aprender de su lenguaje   

-Como intérprete, sos parte del elenco "Sería una pena que se marchitaran las plantas", dirigida por Guillermo Cacace, con la que están girando por diferentes países. ¿Cómo vivir esa experiencia?

- “Sería una pena…” es una obra marciana, llegó a mi vida unos años antes a través de una lectura con Julieta Abriola. La obra es de Ivor Martinic, habla sobre una separación de años ya la actriz se le muere el padre. No sabía que todo eso junto a mí iba a pasar en un futuro. Eso me hizo aprender que las cosas llegan en el momento justo. Más allá del contenido de la obra que muchos quizás lo ven como algo doloroso, yo al contrario lo veo como algo que te da una comprensión mayor. 

Años después, Guillermo Cacace, me convoca para entrar en esa piel y sentí que estaba preparada para eso. Así es como luego llama a dos amigos/hermanos de muchos años, que ya habíamos trabajado con él y nos conocíamos muchísimo: Fernando Contigiani García y Esteban Kukuriczka. Lo más interesante de la propuesta es que la estrenamos sin haberla ensayado nunca, así que cada función fue un ensayo y una experiencia distinta. La única regla era que teníamos que saber muy bien el texto. Muy vertiginosa pero de las obras que más placer me dio pasar por esa adrenalina. Las primeras funciones Guille nos dirigieron en vivo. 

Luego vivimos cosas inexplicables como lo fue viajar a Croacia a conocer la isla donde había comenzado a escribirse la obra ya la familia del Autor, ahí tuvimos que ensayar algo para poder comprendernos con personas de otro continente y hacerla subtitulada en croata. Además, viajar con tus amigos no tiene precio, están pasando cosas de otro orden. No me arrepiento porque trabajar con amigos muchas veces trae conflictos y tuve experiencias en donde mis amigos quedaron atrás, esta vez decidí que no me iba a pasar lo mismo y pudimos construir con mucha sinceridad y decirnos cosas dolorosas como para que no se nos marchiten las plantas (risas). Los tres tenemos una amistad de casi 15 años, muchísimo construido, con Fernando fuimos pareja y hoy trabajamos sobre una separación, pasamos por muchos vínculos y nosotros seguimos mano a mano compartiendo la actuación, la vida y compartiendo la música electrónica. 

Lo más particular y de película fue que ellos en el medio de la obra estrenaron “La Sociedad de la Nieve”, nos sorprendimos del movimiento de fans que trajeron que no fue menor, no solo porque por un tiempo tuvimos un tipo de espectadores de determinado. edad y que llegaban a través de la película sino también porque recibimos regalos de todo tipo y color. Lo más lindo que hayan caído a un teatro como Apacheta, que conozcan una obra de teatro por primera vez, quienes querían dedicarse a la actuación nos pregunten y que viajen de otros países a verlos en la obra y nos conozcan. 

-Y también sos parte de "Cinematique microcentro". ¿Qué nos podés contar sobre ese proyecto?

“Cinematique microcentro” es una experiencia por la que realmente vale la pena ir y vivenciarla, es una obra que habla sobre la percepción del tiempo y el poder valorar momentos donde reunimos a más de 100 personas en el espacio público para pasar por esta experiencia que reúne teatro, cine en vivo y canciones. Por eso es una obra que también pone el foco en lo que nunca se va a volver a repetir, no solo por el acontecimiento de la obra sino porque los transeúntes y quienes circulan allí son parte del mismo encuadre y dejan de ser invisibles porque la obra les da un espacio como si fueron extras de una película y algunos nos dicen unas cosas hermosas y son inolvidables. Podemos decir que intentamos detener un momento el mundo. Además quienes estamos al frente somos todas pibas (Dana crosa, Delfina Oyuela y Micaela Tapia), nos llevamos muy bien y el equipo que la confirma es enorme y muy trabajador: Juan Coulasso, Francisco Castro Pizzo y Proyecto Excursus, lxs quiero siempre en mi equipo. El sábado 23 de noviembre hacemos una función en La esquina del Centro Cultural Paco Urondo (25 de mayo y perón) a las 17. Vengan, esa obra es mágica de verdad.

Fuente: EL DIA