sábado, 2 de noviembre de 2024

“Abrir los ojos, destruir el mundo”: un espejo de miserias y contradicciones

ESPECTÁCULOS | DESTACADO DE LA CARTELERA

El barrio Meridiano V atraviesa la nueva obra de Brai Kobla en la que los integrantes de un grupo resquebrajado luchan por imponerse a partir de un gesto

María Virginia Bruno

“Abrir los ojos, destruir el mundo”

Nada cumple con la convención teatral en “Abrir los ojos, destruir el mundo”, una Brai Kobla auténtica. Realista, actual, a veces incómoda y otras punzante, es también una historia divertida que tiene música en vivo y que, por momentos, se transforma en un interesante híbrido entre la escena y la pantalla en donde cobra vida un documental especialmente creado para esta producción.

Por empezar, ofrece funciones los martes. Un día atípico pero posible y cargado de sentido. Ese día, durante casi seis meses, fue el único en el que el generoso grupo (unas veinte personas) pudo reunirse con las intenciones de crear algo para dar respuesta al convulso presente que los interpelaba.

Las funciones son en la planta alta de la Estación Provincial. Un espacio multiuso en el que no hay escenario, ni platea: unos bancos de madera y unas colchonetas azules están a disposición del público que se acomoda como puede y quiere, mientras espera que comience la función con el barcito abierto a un paso y hasta con cervezas en la mano. Tampoco hay diseño de iluminación. Todo en esta ficción es muy real.

Tan realista como la actuación de catorce intérpretes (además de tres músicos) que en el relato llevan sus nombres propios y que desprejuiciadamente rompen con la cuarta pared. En cada ingreso, sus saludos al público generan una reacción de incomodidad celebrada. Algunos contestan, otros ríen, otros callan sin saber muy bien de qué va una propuesta que apuesta por lo multimedial de una manera muy interesante, por ejemplo, en la presentación de los capítulos: escritos por algunas intérpretes desde un rincón de la sala de manera analógica, con un fibrón negro sobre una cartulina blanca, pero a los espectadores les llega a través de una pantalla gigante que tienen enfrente, en donde se proyectan en vivo.

Una propuesta que se vuelve impredecible y que presenta a un grupo resquebrajado y disfuncional que intenta mantenerse unido tratando de encontrar a un líder que sepa liderar a través de un gesto claro, contundente, preciso. Pero en ese intento, los conflictos aparecen en una descarnada lucha de poder y legitimación en el que no hay imprescindibles.

Validar, merecer, ser parte o ser la piedra, el enemigo, son algunas de las puntas que el entramado de “Abrir los ojos, destruir el mundo” propone entre hilos escondidos de violencias y fenómenos como la cancelación, el descarte, las fake news, el hostigamiento y las contradicciones.

“Para este proyecto nos fue muy importante entender nuestro posicionamiento frente al contexto, la crisis generalizada y nuestros deseos y posibilidades. En una época en la que todo deviene en contenido, todo es lo que se dice, nosotrxs intentamos anclar la identidad de la obra en el gesto, en una acción directa, sin intermediarios discursivos o bajadas de líneas que nos amparen en un lugar seguro”, dice Brai Kobla. Y suma: “Nos interesa enchastrarnos de nuestras miserias y contradicciones para espejarnos con el público que venga a ver la obra. Espejarnos en la miseria y la contradicción puede ser un acto muy transformador”.

Sin financiamiento, poniendo dinero de sus bolsillos para alquilar el espacio y montar el espectáculo, “Abrir los ojos, destruir el mundo” es, por lo mismo, toda una declaración de sentido en estos días en los que los subsidios a la cultura es blanco de cuestionamientos, y en los que vivir parece estar costando vida.

Brai Kobla aporta la dramaturgia y dirección en Nélida Underground, un grupo abierto de artistas multidisciplinarios que, en su cruce, desdibujan los códigos del teatro más puro y lo vuelven otra cosa, más disruptiva y real. Su núcleo duro se completa con Julieta Aristegui Tagliabue (música/cineasta), Tata Laxague (luthier/artista visual/tecnologías aplicadas) y Juan Francisco Raposeiras (músico/programador).

“Desde el grupo intentamos pensar obras o acciones que establezcan un diálogo directo con el contexto en el que nos toca crear. La intención es que Nélida Underground sea una especie de catalizador social desde donde podamos establecer alianzas creativas”, cuenta Brai.

La alianza, en este caso, fue con los trabajadores de la Estación Provincial y con el barrio en el que se emplaza, Meridiano V, también protagonistas de la obra. Una obra que fue creada específicamente para este emblemático lugar no solo para lo que sucede en la escena sino también en la pantalla: el documental referido fue filmado íntegramente en sus calles, en el playón, en su empedrado con historia.

Con las actuaciones de Federico Aimetta, Mila Alegria, Martina Branne, Juan Castiglione, Ilenia Contin, Trinidad Falco, Valentina Chiara Leiva, Mario Parmiggiani, Valentin Prioretti, Ana Belén Recabarren, Agustin Recondo, Corel Salinas, Mariel Santiago y Manuela Villanueva Fernández; y la música en vivo de Julieta Aristegui Tagliabue, Juan Francisco Raposeiras y Francisco Villar, “Abrir los ojos, destruir el mundo” continuará ofreciendo funciones los martes a las 21.30 hasta mediados de diciembre. Los tickets se pueden reservar a través de Alternativa Teatral.

Fuente: EL DIA

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Una celebración de teatro: un ciclo mostrará obras gratis durante toda la semana

  ESPECTÁCULOS | LA CARTELERA LOCAL “El teatro argentino celebra su público” realizará más de 650 funciones en todo el país. En La Plata, ob...