TEATRO EN EL NÚCLEO
El pasado viernes se presentó en el Centro Cultural El Núcleo la obra Hungaria, dirigida por Eleonora Gottlieb. Encontrar el encierro para buscar la libertad
Por Clarisa Fernández
Dos hombres en un pequeño habitáculo acompañados de objetos desperdigados: una televisión que no engancha bien la señal, una mesa con un juego de ajedrez, dos bancos, una mesa con dos tasas, dos vasos, una pava eléctrica y té a disposición. Los dos hombres son notablemente diferentes; el primero (Matute) es eléctrico, paranoico, escurridizo, un poco neurótico y extremadamente sensible. El segundo (Torito) parecería más cabal, más concreto, práctico; brinda una imagen menos infantil que el primero: es el protector.
Entre ambos se despliega una dinámica particular que nos une y lo separa simultáneamente; están encerrados y tienen miedo de salir afuera. Los motivos son muchos: la inseguridad que los medios de comunicación se encargan de pregonar, la insensibilidad humana, el engaño, la muerte, la angustia existencial… Viven allí adentro todo el día, pero pensando constantemente en el afuera y todas las cosas que atravesaron en ese temido y deseado “exterior”. Son amigos desde hace tiempo, se conocen mucho y se nota.
Pero ese miedo que los une también los separa, porque sus individualidades luchan por encontrar el espacio de libertad de acuerdo a sus traumas personales, los sueños perdidos y la melancolía del pasado que cada uno trae consigo. Largas conversaciones, juegos, peleas, un vínculo entre simbiótico, enfermizo y amistoso los une y arremolina en bruscos sacudones emocionales. Entre los parlamentos de la obra se escurren ciertos contenidos político-ideológicos específicos y quizá una línea argumentativa un tanto predecible.
¿Cómo puede alguien imaginarse un futuro si el miedo es tal que paraliza nuestra capacidad de acción? ¿Cómo se puede tomar conciencia del presente si uno prefiere encerrarse en una dimensión fuera del tiempo? Ciertos planteos de este tiempo son llevados al extremo en Hungaria; allí pasan muchas cosas, se generan situaciones cíclicas e ideas geniales entre los protagonistas, pero que no logran ver la luz.
El paso del tiempo, sus marcas y huellas es reiteradamente cuestionados: el pasado mitificado, los recuerdos y la nostalgia se acumulan en discursos de un presente estancado, donde el tiempo no corre, no continúa su camino sino que se queda paralizado ante el miedo. El futuro, entonces, es impensable.
Si tenés ganas de enfrascarte un rato reviviendo en el teatro un poco de angustia existencial, jugar a vivir otras vidas y enredarte en los sinuosos caminos de un pasado melancólico, acercate los viernes de septiembre al Centro Cultural El Núcleo (6 e/ 40 y 41) a las 21.30 hs. Eso sí: una vez adentro, quizá no te den más ganas de salir.
Hungaria
Dirección: Eleonora Gottlieb- Dramaturgia: Franco Nicoletti- Actuación: Martín Espíndola y Franco Nicoletti- Escenografía: Víctor Chacón- Fotografía: Pablo Bruzzone.
hungariateatro.blogspot.com.ar
Fuente: https://sites.google.com/site/laculturosa/ver-ms-194
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