CULTURA / Los mexicanos inundaron La Trastienda con todos sus éxitos, algunos estrenos y un homenaje a Cerati. No olvidaron a las víctimas de La Noche de los Lápices y llenaron el escenario de “Chicas banda”.
17.09.2012 | 16.53
Por Pablo Spinelli
El contacto físico de Rubén Albarrán líder de Café TAcuba fue permanente con el público de La Plata
Café Tacuba disolvió fronteras en La Plata, y esto es literal. No hubo límites que distinguieran el escenario de La Trastienda Club y el piso donde cientos de brazos sudorosos se extendían hacia el techo buscando el contacto con los músicos. Rubén Albarrán, ese pequeño incansable frontman fue y vino cuantas veces quiso. Con sus palmas tocando a cada uno que intentaba saludarlo, y con toda su humanidad cuando decidió lanzarse a la marea humana que lo devoró y lo devolvió sano y salvo más de una vez. El viaje fue de ida y vuelta también para las decenas de damas que saltaron a las tablas convertidas en “chicas banda” cuando sonó el tema en cuestión y sometieron a los mexicanos a un abrazo pegajoso. Los sudores volvieron a mezclarse al final, cuando los cuatro cafeteros se animaron a una excursión de despedida al centro de la maza.
Fueron dos horas largas, las últimas del domingo, con todos los éxitos. Un show basado, fundamentalmente, en las canciones de “Re”, aquel disco latino con impronta de Gustavo Santaolalla, que llevó a estos mexicanos amantes de la mezcla y el mestizaje a los estudios de la MTV para un recordado umplagged. Fue una declaración de principios la percusión machacante de “El baile y el salón”, aquel del “pap pap u pap eh oh eh ooh”, que se hizo denso durante largos minutos hasta que la música por fin estalló.
Enseguida vinieron “Como te extraño mi amor” (ver video), la versión del tema de Leo Dan; “Las flores” y “La Ingrata”. La energía de esa mezcla de ska, rancheras y rock pesado, fue seguida por un teatro colmado, conocedor de todos los secretos de los mexicanos. Enseguida la arenga seductora de un Albarrán que no parece envejecer nunca, ahora orgulloso de su frondosa cabellera ondulada.
El recuerdo del “ese episodio ocurrido en esta ciudad, La Noche de los Lápices”, la reivindicación de las revueltas estudiantiles chilenas y las siguientes en su tierra natal, y la diatriba contra la “clase política y dirigencial”, constituyeron la agenda política obligada del cantante.
Una rumba que formará parte del nuevo disco mantuvo al público en silencio y expectante, y el delirio volvió con “La chica banda”, que derivó en una invasión de muchachas en el escenario que se unieron en un “scrum” bajó el cual quedó sepultado el pelilargo cantante.
El potente “No controles”, la oda al dialecto urbano mexicano “Chilanga Banda”, y el cover de Los Tres, “Déjate caer”, se sucedieron a lo largo de un extenso show por el que también pasaron El Espacio, Eres (único momento que Rubén sale de escena), Mediodía, Esa Noche y el “El Puñal y el Corazón”.
El cierre, lo dicho, pura emoción, con la potente versión de “Juego de seducción”, como tributo y homenaje ineludible a los pioneros de la explosión rock latino.
Fuente: http://diagonales.infonews.com/nota-187885-seccion-114&Redirect=false-Fiesta-de-sudor-con-Cafe-Tacuba-en-La-Plata.html
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