Teatro / Apadrinados por Rottemberg
Gracias a esta iniciativa podrán subir a escena varias propuestas
Por Alejandro Cruz | LA NACION
En el Beckett Teatro se estrenará El triángulo de las Bermudas, una de las obras ganadoras.
Semanas atrás, Carlos Rottemberg, el señor de los teatros, fue a ver dos espectáculos de la escena alternativa. El mismo circuito que se niega a llamar off "porque es un matamosquitos y porque si Leónidas Barletta llega a escuchar que lo llaman así se vuelve a morir". Quería ver dos obras que se presentan en salas de Artei (la Asociación Argentina del Teatro Independiente). Así fue de Elkafka al Patio de Actores. En verdad, son apenas 17 cuadras; pero, como temía perderse y teniendo en cuenta que Rottemberg es un señor del centro, se llevó el planito con el trayecto pulcramente señalizado (eternas gracias a Google Maps). Al concluir el periplo, más allá de cualquier opinión sobre los espectáculos presenciados, salió con una sensación que ahora mismo recuerda: "Es tal la pasión, es tan noble lo que hace esa gente en esas salas que yo les creo, cosa que no siempre me pasa cuando veo un espectáculo de la escena comercial".
En tren de recorrer lugares alejados de las grandes marquesinas, hace días también fue a ver un espectáculo de Santiago Loza en el Elefante Club de Teatro. "Tengo admiración cuando entro a esa salita a la cual entran apenas 32 personas. Sentí la misma admiración cuando la gente de Nuevo Teatro me hablaba de cuando, años después al cierre del teatro La Máscara, se instalaron en Andamio 90."
Andamio es la sala que fundó Alejandra Boero, la primera presidenta de Artei y figura fundamental del teatro independiente. Como Rottemberg es empresario de ley, o de esos empresarios marcados por un ADN que lo persigue todo el tiempo, por ese motivo cuando Boero inauguró la sala él le regaló la boletería ("fue una obviedad, lo reconozco").
Con todas esas anécdotas dando vueltas, a la mañana siguiente de ver aquellos dos espectáculos se comunicó con las autoridades de Artei. A los días se reunió con ellos y les propuso crear un premio para fomentar la producción teatral. Aquella idea es hoy una realidad y el estímulo se llama Premio Artei. Hace meses, se abrió la convocatoria, las salas presentaron 30 anteaproyectos y un jurado seleccionó 10. Gracias al premio, los montajes elegidos contarán con una ayuda económica. Quien aportó el dinero fue el mismísimo Rottemberg. Cien mil pesos, para ser exactos.
Hoy, en el Payró, otra sala emblemática del circuito, se entregarán los premios entre los que figuran obras presentadas por Luis Cano, Héctor Presa, Carlos Silveyra, Enrique Federman y otros teatristas. Los espectáculos se estrenarán entre el 15 de agosto y 15 de septiembre.
La ayuda es valiosa (muy valiosa y ayuda a posicionar a Artei no solamente como una entidad vinculada a reclamos políticos y legales). Claro que, como bien señala Rottemberg -hombre de teatro, de intuición y de números-, el premio servirá de poco si queda en una única edición. "¿Viste esos carteles que dicen que tal empresa importante apoya a la cultura? Bien, me gustaría que esas empresas apoyen una experiencia de este tipo que tiene lugar en sótanos o en salitas a las que entran poca gente. Si eso no ocurre, entonces habrá que entender que es afirmación de apoyar a la cultura es puro marketing", señala el empresario.
El motivo por el cual el señor dueño de la mayor cantidad de salas de teatro en todo el país lo explica él mismo. "Desde hace 37 años que tengo vínculos personales con emprendimientos del teatro independiente. La mayoría de los actores del circuito profesional vienen del teatro independiente, que es en donde se forman. Los teatros comerciales dependemos de ellos, si en nuestras salas ni tenemos lugar para ensayar. Eso lo dije en 1976, con Miguel Angel Solá haciendo Equus y ese caso es aplicable a las grandes figuras de la escena profesional. Carlos Calvo comenzó en La lección de anatomía. Antonio Gasalla se inició en sótanos haciendo café concert. La lista es inmensa", apunta.
Bajo esta lógica explica su participación vital en esta iniciativa. Gracias a esa llamada telefónica que motivó todo esto, Artei está de festejo. Y celebra sus 15 años de existencia promoviendo, junto al vital aporte de un productor comercial, el trabajo artístico. Claro que, siempre pasa, no siempre las historias terminan con final feliz. Es que, mientras todo esto sucede, Artei comunica que la mayoría de los teatros independientes de la ciudad no han recibido ningún subsidio de funcionamiento ni por parte de Proteato, organismo que depende del gobierno de la ciudad, ni del Instituto Nacional del Teatro, que depende de la administración central.
UN LLAMADO A LAS PRODUCTORAS DE TELEVISIÓN
En los comentarios del empresario Carlos Rottemberg hay un claro reconocimiento por parte suyo de cómo el circuito comercial se ve beneficiado por la actividad de la escena independiente. Hay otro sector en el entramado del mundillo del espectáculo que son beneficiados directos: las productoras de ficción televisiva y las agencias de publicidad. Ellos son los que se valen de una mano de obra calificadísima que toma cursos, se entrena y despliega sus indagaciones artísticas en el circuito de las salas alternativas. Entonces, ¿no sería razonable, hasta "orgánico", pensar que esas empresas deberían estar llamando a Artei para ofrecerse a bancar las próximas ediciones de este premio o de otro similar? Nadie les pediría que usen el eslogan ese que dice que apoyan a la cultura, ni haría falta. De última, se estaría aplicando una lógica del mercado. Pero, en verdad, ¿sucederá algo así el año próximo?
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1490680-hoy-se-entregan-los-premios-de-artei
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