ROBERTO PERINELLI Y UNA REFLEXION SOBRE ESTA DISTINCION A LA PRODUCCION DEL TEATRO INDEPENDIENTE
El otorgamiento del Premio ARTEI, que se concede por primera vez (se aspira a que tenga continuidad), permite una corta reflexión.
Liliana Weimer, Julieta Alfonso y Carlos Rottemberg Foto: Clara Muschietti
Aunque creo que se sabe, pero no resulta inútil recalcarlo, informo que la recompensa en dinero fue donada por un empresario teatral, de los llamados “comerciales”, Carlos Rottemberg, quien aportó cien mil pesos para que nueve salas de teatro independiente pudieran producir nueve espectáculos.
El gesto, creo, es una manera de vincular los campos, el empresarial comercial y el independiente, de una manera mucho más efectiva y saludable que las declaraciones que hablan de la unión y la afinidad sólo en el terreno de las palabras. Es claro el aporte que el teatro independiente ha hecho (y hace) al otro campo, desde la provisión de actores de “sótano” con sólido dominio del oficio, hasta directores que han sabido lidiar, aun cuando han sido formados en los pequeños recintos del área alternativa, con escenarios y plateas de dimensiones mucho más atrevidas. Resulta evidente que este beneficio no ha podido ser transferido, todavía, por los autores, relegados por una dramaturgia foránea que, a veces, trae consigo sólo el prestigio del éxito en plazas ajenas y casi ninguna otra cosa más.
En una segunda reflexión, de algún modo anticipada, me permito esperar que otros empresarios del nivel de Rottemberg, como también los productores de televisión que realzan sus trabajos audiovisuales con los actores que provee el área alternativa, tomen la posta que Rottemberg con todo derecho no quiere repetir, e imiten la manera de contribuir al desarrollo de una actividad que tanto brinda al gran teatro, también a la buena televisión y el excelente cine, que se hace en este país.
Roberto Perinelli
Julio de 2012
Fuente: http://www.argentores.org.ar/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario